Guardianes de Konoha | Obito y Yamato

Capítulo 6.El sacrificio de la estrategia

-¿cómo?.... -alcanzó a susurrar Kakashi mientras trataba de asimilar la terrible situación en la que se encontraba. De pronto, enfrente suyo, mientras el espadachín lo mantenía amenazando con cortar su cuello, una especie de agujero negro comenzó a formarse, era algo parecido al Kamui. Por un momento pensó en Obito, pero nada que ver, una mujer de tez blanca y pelo negro largo apareció, también tenía una banda de la aldea de la niebla. Lo que más llamaba la atención de ella eran sus ojos color blanco, brillantes como si estuviesen hechos de alguna piedra preciosa. 

-Bien hecho hijos míos -dijo aquella mujer.

-¡Lo logramos madre! Destruimos al jefe como dijiste -dijo el espadachin que tenía atrapado a Kakashi.

-No era necesario que le cortaran el brazo queridos, puede morir por desangrarse

En ese momento, otro de los espadachines que anteriormente Kakashi había electrocutado con las cadenas, se había recuperado y se lanzó demasiado rápido a por el peliplata, pasando a un lado de la mujer a quien llamaron madre, la cual no movió ni un solo dedo, ni quedó sorprendida por la velocidad en que se movía su hijo, solo semi sonrió. 

-No creo que muera si le cortamos el otro.. -decía tal espadachín a punto de atravesar con su espada el otro brazo del Hokage.

Sin embargo, la espada no cortó nada, algo detuvo al espadachín de golpe. Tenía enfrente suyo a un ninja con la bandana de Konoha, no podía ver su rostro pues estaba cabizbajo. Solo vio que de su brazo salía un montón de ramas que conducían a su cuerpo. El espadachín siguió aquella linea de ramas y se dio cuenta de que había sido atravesado por ellas. Poco a poco las ramas fueron saliendo de su cuerpo y finalmente su cuerpo cayó al suelo. Era Yamato, finalmente habían llegado.

Casi enseguida, el cuerpo de Kakashi  cayó tendido sobre la espalda de Yamato. Obito se había encargado de asesinar al espadachín que lo tenía amenazado. 

-Justo a tiempo... -le susurró Kakashi a Yamato apenas sosteniéndose de pie, solo se sostenía por la barbilla que tenía  recargada en los hombros de Yamato.

—No... —contestó Yamato cabizbajo, viendo por el rabillo del ojo la sangre que no paraba de salir del brazo del peliplata. Apretaba los dientes de rabia de haber tardado tanto en llegar y de no poder haber hecho nada para evitar tal desastre.

Yamato lo subió a su espalda.— lo llevaré a recuperarse — le dijo a Obito al mismo tiempo que desaparecía haciendo un túnel por debajo de la tierra para llevarlo hasta donde estaba el cuerpo médico en el centro de los túneles de la aldea.

Obito asintió y vio marcharse a sus compañeros, quedándose sólo con esa mujer que no le quitaba la vista de encima. Habían llegado un par de minutos atrás y se encontraron con Shikamaru, quien  controlaba el ataque en las murallas. Él les había informado el posicionamiento de las diferentes cuadrillas, por eso Yamato supo enseguida  donde llevar a Kakashi.

Fue cuestión de segundos para que Yamato dejara a Kakashi con el cuerpo médico que lideraba Tsunade — Lo siento —fue lo único que pudo pronunciar mientras dejaba al peliplata, luego volvió con Obito. Tsunade quien solo vio al castaño unos segundos, pudo notar su rostro ensombrecido, expulsaba un aura con sed de venganza, nunca había visto así a Yamato e incluso a ella le impuso demasiado miedo. 

Obito apenas iba a hacer su primer movimiento, cuando de pronto, un domo de madera empezó a encerrar a aquella mujer, había sido Yamato, quien estaba desesperado por matarla. Pero para sorpresa de los dos ninjas, la mujer apareció por detrás de ellos.

—Parece que se olvidaron de mi tan rápido —decía la mujer susurrándoles por las espaldas. Obito y Yamato habían quedado petrificados, sentían una energía muy pesada que les impedía moverse por el miedo, estaban sudando frio— Obito y Yamato, los registré perfectamente antes de entrar con el lider de la aldea