-Camilo, no lo hagas, por favor, siempre se puede solucionar, sabes que estoy aquí por ti, porque te quiero, porque me importas, por favor... Solo ven a mi lado- estaba sudado, con los ojos llorosos y jadeando, le pasaba el cuerpo y su mente estaba nublada mientras soltaba todo sus sentimientos en esas palabras.
-¿Por qué?, Ya no le veo solución a esto, mis padres han muerto, no tengo trabajo, mi novia me engaño, solo... Déjame caer, permitirme dejarlo todo con un salto- estaba temblando, tenía miedo y dudas si dar el paso adelante y acabar con su vida.
-Me tienes a mi, sabes que te puedo ayudar, ven conmigo a mi casa, por favor, no quiero perderte, nos conocemos desde hace 17 años, no creo que aguante perderte- extendió su mano esperando que aquel que fue luz no se apague, esperando que aquella persona que lo acompaño toda su vida la tome.
-Yo... Lo siento, Juan, pero aquí llega mi camino-