Capítulo trece: Hay un secreto y yo lo voy a descubrir

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-Oye-le dice el chico que se sienta al lado con una sonrisa-¿Cómo te llamas?

Él llevaba todo el día nervioso por este, el que sería su primer día en el colegio nuevo. Nunca fue muy social y le hacían bullyng a pesar de ser tan pequeño.

Suspiró, llenándose de energía positiva y pensando: este será un nuevo comienzo-Félix.

-Yo soy Izan.

...

-Oye-le dije por tercera vez mientras le daba ligeros toques en la cara, aunque no voy a negar que quisiera darle una bofetada. No tengo motivo pero es de esas personas que sientes ganas de entrarle a putazos-.

Después de ver la foto se le quedó mirando sin hacer ningún movimiento, como si hubiera entrado en algún estado de parálisis.

Oh, créeme, sentí ese mismo efecto cuando lo ví por primera vez.

Pero es obvio que el no se quedó deslumbrado por su belleza, hay algo más...

¿Será gay?

Eres una ingenua.

-Izan-vocalizo cada letra y en vano-.

Ok, ya me está comenzando a preocupar.

Me acerqué un poco más y puse ambas manos en sus hombros para poder llegar a su altura, lo admito, soy una enana. Estoy a punto de soplarle la cara-no se me ocurrió nada más inteligente- cuando una chica abre la puerta y ahora es ella la que se nos queda viendo como tonta.

Rápidamente me alejo de él y siento la sangre llegar a mis mejillas.

-Lo-lo siento-se excusa torpemente y cierra la puerta, su expresión era un espectáculo-.

Oh, Dios, ¿qué más?

¿Ahora va a venir un zombie y me va a comer el cerebro, o un tiburón volador y me arrancará la cabeza?

Les confesaré algo, siempre he creído que la apocalipsis zombie puede llegar en cualquier momento. Por eso duermo con un cuchillo debajo de la almohada y un bate de béisbol en una esquina.

-Esto es malo-murmuro volviendo a ver al pelirrojo-No me dejas opción-le doy la bofetada de mi vida, creo que me dolió más a mi que a él pero al fin regresa a la realidad-.

-¿Por qué me has pegado?-grita sobándose-.

-No ha sido para tanto.

-Dícelo a ella-señala su mejilla, la cual está marcada por mis dedos-.

Tal vez si que me pasé.

-Estás siendo dramático-le testo importancia, ¿qué pensaba? ¿qué me disculparía? Todavía recuerdo que fue él quien empezó en el estacionamiento-.

Las alamras en mi cabeza comienzan a sonar y recuerdo a la chica abriendo la puerta.

Tenía que ser ella, no otra, ella, la más chismosa de toda la escuela. Seguro que ahora mismo ya todo el mundo sabe que estaba en el baño con el chico nuevo.

Mi reputación en ves de subir desciende. Ya está en el suelo ¿cuánto más puede caer?

-Tenemos que salir de aquí antes de que otra persona entre-lo empujo hacia afuera, ignorando la confusión plasmada en su rostro. Saco mi cabeza y compruebo antes que no haya nadie-.

-Ahora-crucé mis brazos sobre mi pecho-¿Me vas a decir qué te pasó?.

-No sé a que te refieres-miente haciéndose el tonto-.

Paciencia.

-¿Me vas a decir que no te quedaste en modo estatua al ver...

Me corta-No es nada.

A crane for you ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora