Capítulo 27 Epifanía.

1.3K 278 98
                                    

Esto estaba por empezar, todo había quedado en mis manos debido a que Gabriel desistió de participar asi que todo lo que se vería seria obra mia, incrementaba un poco los nervios pero dudaba mucho estar a su altura así que disminuye la presión.

Me pidieron que revisara a los modelos y el vestuario con los diseños, principalmente estaría Adrien asi que él tuvo que cambiarse para ello, los vestuarios permanecían aquí; ya he visto que todo está en orden, debo pasar a sentarme al frente y ver el espectáculo, todo junto a Gabriel, ¿Puedo tener más emociones dentro? 

Estaba aún en los vestidores, los demás ya habían ido detrás de la pasarela para comenzar, aún falta unos minutos para que comience pero todo debe estar listo para empezar, me he calmado después de todo este ajetreo; solo necesitaba un respiro.

-Marinette –El corazón se detiene–, aquí estas, debes pasar a tomar asiento.

-Gabriel –Susurro con un hilo de voz―, ya iba, solo me calmaba.

-¿Nerviosa? –Se posiciona delante de mí, colocado en su pose que acostumbra.

-No, creo que solo preparar todo esto sola, es una locura y pensar que lo tendré que hacer seguido. –Sonrió.

-Te acostumbras –Responde simple–, lo harás después de esta noche.

-Hubiera sido interesante que también te presentaras. –Juego incomoda con mis dedos.

-Es complicado. –Encoge la mirada.

Aun no entiendo porque tanta insistencia de su parte en que me presentara aunque él desistió del evento pero dijo que yo no podía.

-Todo contigo lo es –Me postro firme estirando mis brazos–, solo quiero que todo salga bien.

-Lo hará –Replica–, lo peor que puedes hacer ahora es dudar del trabajo que hiciste.

-No dudo de mi trabajo, solo es nuevo y se lo difícil que es esta industria, te pisotean sin ningún esfuerzo. –Hablo tan rápido que dudo haya entendido algo.

-¿Podrían pisotear a la gran heroína? –Siento mis mejillas arder–, ni siquiera yo pude hacerlo.

-Lo hiciste pero no como querías.

Esas palabras generan un ambiente incomodo entre ambos, él hubiera dicho algo contrarrestando lo antes dicho ahora se queda completamente callado, como si nada; ya no lo hace más.

-Es… –Rompe el silencio–, no había un modo realmente. –Su boca apenas se curva en una diminuta sonrisa.

Mis ojos se abren con asombro, hace mucho no lo veía hacer una sola expresión. Desde aquel día que se quebró parecía que cualquier emoción se había vuelto algo imposible.

Me doy cuenta cuanto extrañare verlo, escucharlo, sentirlo; y ahora caigo en cuenta que eso pronto acabara, no estaré más y él se quedara ahí.

Observo hacia todos lados, estamos solos ya que todos deben estar preparándose; me acerco un poco más a él, coloco mis manos en sus hombros, los tacones me ayudan a tener altura, él contacto visual no se pierde.

Poco a poco empujo a Gabriel hacia atrás, no opone resistencia alguna se deja guiar, nos adentramos en uno de los vestidores; nos detenemos hasta que su espalda toca la pared.

-Marinette, ¿Qué haces? –Pregunta con voz profunda.

Doy la vuelta para cerrar la persiana detrás de nosotros, no puedo arriesgarme a que nos vean, no quisiera comenzar un escándalo apenas iniciando.

-Solo quiero hablar.

-¿Sobre qué?

-Me doy cuenta que puede que hoy mi camino tome uno distinto, uno que me alejará de ti –Trago el fuerte nudo que tengo–, no sabes cuánto extrañare verte, escuchar tu voz, percibir tu aroma.

Opacidad  ‖Gabrinette‖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora