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-Entonces llevaré a Yuna al acuario porque le gusta, después de eso tal vez a cenar ¿o estaría mejor quedarnos en mi casa a comer pizza y ver películas?

Y ahí estaban de nuevo.

HeeSeung estaba cansado de escuchar "Yuna " por todos lados. "Iré con Yuna a cierto lugar", "No puedo jugar hoy, Yuna y yo iremos al cine", "Ayudaré a Yuna con su tarea de Inglés".

¡Por Dios! Incluso el solo escuchar su nombre hacia que HeeSeung quisiera arrancarse la cabeza.

- Hee, ¿tú qué opinas? ¿La llevo a cenar o preparo algo en casa?

Y HeeSeung había muerto.

Llevaban más de cinco partidas en las que perdían porque Jay terminaba hablando de la chica.

- JayJay- lo miró y dejó el control de lado, Jay le sonrió.

- ¿Si?

- ¡Concéntrate, van siete partidas en las que perdemos!

-Pero Hee, necesito que me aconsejes y...

-Shhhh- le cubrió la boca con una mano y con la otra tomó el control colocándolo en la mano del menor-. Cállate y concéntrate, JongSeong.

El rubio hizo un puchero y tomó el control, inició otra partida y ambos comenzaron a jugar.

HeeSeung le dio una mirada rápida.

Estúpido, JongSeong.

El mayor enserio lo odiaba, pero no demasiado.

Odiaba que se hubiera teñido el cabello de ese color rosado que lo hacía ver aún más lindo y tierno, odiaba que abultara sus labios haciendo ese lindo puchero al que HeeSeung terminaba accediendo si o si, odiaba que Jay fuera tan idiota para no darse cuenta que HeeSeung lo amaba mucho más que Yuna.

- A cenar.

Jay miró a su amigo y sonrió un poco, HeeSeung soltó un suspiro.

- Llevala a cenar, JayJay, creo que le gustará.

- ¡Gracias!

Jay se le lanzó abrazandolo y si, habían perdido de nuevo, pero esta vez a HeeSeung no le molestó en lo absoluto ya que tenía a su pequeño en sus brazos y solo eso quería.

Jake y SungHoon, que habían bajado anteriormente por golosinas, estaban de pie en la puerta mirándolos.

Jake miró a su novio sonriendo y lo jaló de la mano llevandoselo de ahí.

Aún si era un simple abrazo sabia que HeeSeung los mataría si lo interrumpían.

☁︎

Jay cruzó la puerta de entrada y no pasó mucho antes de que escuchara la voz de su madre.

- ¡Jay!

El chico se quedó quieto en su lugar y se giró en dirección a la voz de su progenitora.

La señora Park estaba de pie en el pasillo que conectaba a la sala, tenía los brazos cruzados y movía su pie golpeando ligeramente la punta de su zapato repetidas veces en el suelo.

Jay sabía que era una señal de que no estaba muy contenta.

- Llegas tarde.

Jay suspiró con algo de cansancio y se acercó a su madre.

- Lo siento, mamá.

El chico miró a su madre a los ojos.

Jay no había estado ahí para la cena y eso hacía que su madre estuviera enfurecida con él, y es que no era cualquier cena, era la cena donde acordarian la fecha para que su hermana se casará.

- Estaba en casa de HeeSeung, también estaban SungHoon y Jake.

La señora suspiró aún con más molestia.

- Sabes que no me gusta que pases demasiado tiempo con esos chicos- rodeó los hombros de su hijo con su brazo.

Jay no quería escuchar lo que venía.

- Ellos son... muy diferentes, podrían meterte ideas en la cabeza o confundirte.

- Mamá, que sean gays no los hace anormales y no es algo que se contagie.

- Es como una enfermedad, Jay.

El chico rodó los ojos y caminó hacia las escaleras.

- Hijo- su madre lo llamó y él se giró a mirarla-. ¿Qué le hiciste a tu cabello?

La cara de desagrado de su madre le hizo querer lanzarse ahí mismo de las escaleras, pero se limitó a molestarse por el hecho de que sabía lo que diría.

- ¿Que tiene de malo mi cabello, mamá?

- Es rosa.

- ¿Y?

- El rosa no es para chicos, Jay.

El chico ni siquiera respondió, tan solo subió rápido a su cuarto y cerró la puerta, se recostó en la cama mirando el techo.

Llevó una mano hasta su cabello y se preguntó si el teñirse de rosa había sido buena opción.

Alguien tocó la puerta dos veces antes de que Jay indicara que podían pasar.

Su hermana asomó la cabeza y él la miró haciendo un ligero puchero.

- ¿Mamá te dijo algo?

JiHyo caminó hasta la cama tomando asiento al lado de su hermano.

- ¿Hay un día en que no lo haga?

La miró, ella negó y ambos rieron un poco.

- Que bueno que no estuviste en la cena, fue tan aburrida- JiHyo se rió un poco.

- Que horrible.

Jay se giró para poder verla y le tomó la mano.

- No quiero que te cases.

- JayJay, tranquilo, aún si tengo hijos seguirás siendo mi bebé.

- Sabes que no hablo de eso, tonta- se rió un poco dándole un manotazo.

Su hermana le sonrió y se recostó de lado para verlo de frente.

- ¿Cómo va todo con Yuna?

- Todo está bien. El viernes celebraremos que cumplimos 3 meses.

JiHyo asintió observando como el rostro de Jay no mostraba emoción alguna.

- ¿Y qué tal todo con HeeSeung?

- ¿Q-qué tiene HeeSeung?- se rió un poco en señal de nerviosismo.

Entonces JiHyo se dio cuenta que incluso si solo lo mencionaba Jay ya se encontraba un poco sonrojado.

- Solo pregunto, ¿por qué tan nervioso?

El chico se giró quedando boca abajo y pegó su cara al colchón, escuchó la risa de su hermana y el calor en sus mejillas solo aumentó aún más.

- ¡JiHyo, basta!

- Por dios, Jay, ni siquiera he dicho nada.

Jay sintió el cuerpo de su hermana abandonar el colchón y tomó asiento mirándola.

- Estoy a unas semanas de casarme, Jay- lo dijo con los peores ánimos-. Yo ya no puedo hacer nada por mi, pero por favor, hermanito, tú no dejes que hagan lo mismo contigo, no dejes que te mantengan al lado de alguien que no te hace feliz.

Le dejó un suave beso en la frente antes de darle las buenas noches y salir de ahí para que el menor pudiera descansar.

Pero Jay estaba lejos de poder dormir.

love |HeeJayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora