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- HeeSeung...- Jay reía por lo bajo mientras el mayor sostenía su mano guiandolo por el pasillo.

- Shhhh- HeeSeung se detuvo cuandoe estuvieron frente a las escaleras y se inclinó para poder observar directamente a la sala-. Todos están ahí- habló en voz baja.

Jay asomó su cabeza solo para comprobar que toda la familia de HeeSeung estaba reunida en la sala viendo televisión. Después de cenar el par de chicos había dicho que querían descansar y subieron a la habitación que compartirían, pero después de dos horas seguidas jugando ya comenzaban a aburrirse así que querían salir sin ser vistos para no ser seguido o recibir comentarios que los harían avergonzarse.

HeeSeung sujetó la mano del chico detrás de él y ambos comenzaron a bajar las escaleras procurando ser silenciosos, Jay tuvo que cubrir su boca con la manga de su sudadera, decir que aquello no le divertía seria mentira.

- ¡Oigan!- ambos se detuvieron al escuchar aquella voz proveniente de la madre de HeeSeung y se giraron en dirección a la entrada de la sala solo para encontrarse con que ni siquiera les llamaba a ellos. Estaba peleando con dos de los chicos por una bolsa de frituras.

Aprovechando el ruido y los gritos HeeSeung abrió la puerta, jaló a Jay consigo afuera y cerró para después comenzar a correr los dos y una vez lejos de la casa comenzaron a reír.

- ¿Qué haremos ahora?- el pelirosa lo miró y HeeSeung le sonrió.

- Iremos al lugar de las luciérnagas ¿te acuerdas?- lo miró y Jay asintió sonriendo.

El año pasado HeeSeung había enviado una foto a Jay de un muelle donde podía verse una gran cantidad de luciérnagas volando a lo que Jay le dijo que tenía que prometer que lo llevaría ahí. Y un año después ahí estaba HeeSeung cumpliendo su promesa.

Antes de llegar el mayor se detuvo y se colocó detrás de Jay cubriéndole los ojos con ambas manos a lo que el pelirosa comenzó a reír.

- Hee, esto es...

- Es para que parezca un momento cursi y romántico- dijo rápidamente a lo que Jay asintió así que comenzó a darle indicaciones de cuantos pasos debía dar y por donde debía ir.

Finalmente le ordenó detenerse, podía sentir bajó sus manos las pestañas de Jay moverse suavemente en señal de que el chico trataba de abrir sus ojos y solo hasta que HeeSeung observó el lugar iluminarse apartó sus manos para que el chico pudiera ver lo que él.

Jay separó un poco los labios y comenzó a mirar a los lados, una sonrisa se asomó en su rostro y sus ojos brillaban reflejando todas aquellas luciérnagas que se encontraban en el lugar. Miró a su lado encontrando a HeeSeung quien también estaba observando aquella imagen.

- Todo es muy hermoso- Jay se soltó tan solo para comenzar a correr y lanzarse al césped haciendo que de entre las flores salieran más pequeñas lucecitas.

HeeSeung comenzó a reír mientras lo veía. Jay tenía razón, todo ahí era hermoso, en especial él.

HeeSeung se acercó a él y tomó asiento al lado del chico quien se encontraba recostado boca arriba sonriendo y viendo el cielo. HeeSeung sintió su corazón encogerse al sentir que Jay no le pertenecía, no como él deseaba, pero a pesar de eso se sentía feliz por estar con él.

- Oye, Heeseung.

- ¿Qué pasa?- lo miró y observó como Jay introducía su mano dentro del cuello de su propia camisa y le mostraba la llave que le había regalado en su cumpleaños.

- ¿Por qué me la regalaste? Dime que abre- Jay tomó asiento mirándolo con atención y HeeSeung negó-. ¿POR QUÉ NO?- se quejó haciendo un puchero.

- Es tu misión investigar- asintió.

- Pero HeeSeung - se quejó viéndolo-. Al menos dame una pista ¿quieres?- el pelinegro negó y Jay le golpeó el brazo-. Está bien, entraré a tu casa y me robare todas las cosas que encuentre con una cerradura.

Jay lo miró molestó y HeeSeung comenzó a reír. Una mitad de él anhelaba que el chico encontrara lo que abría esa llave ya y su otra mitad quería que siguiera siendo un secreto.

Finalmente ambos terminaron recostados en direcciones opuestas en el césped viendo el cielo, sus manos se rozaban pero ninguno se atrevía aún a tomar la del otro.

- HeeSeung .

- ¿Si?

- Dame tu mano- sonrió mirándolo y el pelinegro se sentó igual que el chico, le tendió su mano para después observar como Jay comenzaba a pintar en su muñeca y sonrió-. Listo, ya quedó, solo espera... mmhm- el pelirosa asentía mientras escribía algo en su propia muñeca-. Listo.

HeeSeung observó con curiosidad lo que había puesto y lo miró ladrando la cabeza.

- ¿HeeJay?

- Si, son nuestros nombres, Hee- señaló a HeeSeung quien asintió-. Jay - se señaló a sí mismo y comenzó a reir-. Heejay.

- HeeJay- repitió HeeSeung dejando salir un largo suspiró.

A veces realmente se cuestionaba si Jay hacia todo aquello inocentemente o le gustaba torturarlo. Y cualquiera que fuese la respuesta no cambiaría que HeeSeung había perdido la cabeza por ese chico.

n/a; en un futuro alguien va a decir "ay mi doctora es tan responsable y madura" sin saber que dicha doctora sube fics de idols gays a Wattpad.

love |HeeJayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora