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- Entonces- comenzó diciendo Jake-. ¿Nuestro amigo hetero no resultó tan hetero?- preguntó solo para recibir un golpe por parte de HeeSeung-. ¡Solo preguntaba!

- Es hetero pero no mucho- comentó Geonu haciendo que todos comenzarán a reír, incluso Jay. Estaba feliz de por fin después de días estar sentado entre sus amigos hablando y riéndose, olvidando todos los problemas que se le venían encima al llegar a casa.

El tema de la boda era algo que nadie tocaba por más curiosidad que sintieran, especialmente Jake, pero había escuchado decir a Geonu que eso le afectaba enormemente y que si no comenzaba a hablar sobre eso por él mismo era porque no quería hablarlo. Después de poco Jake comprendió.

- ¿Qué haremos este fin de semana por el cumpleaños de JungWon?- preguntó Niki sonriendo pasando un brazo por los hombros de JungWon quien le sonrió mientras estaba concentrado en terminar de comer su empanada.

- Conociendo a este idiota seguramente quiere pasarla en algún club con un hombre semi desnudo bailándole- explicó Geonu frunciendo el ceño-. Que desagradable.

Todos en la mesa giraron su cabeza hacia el chico quien los miró confundido.

- ¿Qué?

- ¿Celoso, Lee?- preguntó JungWon sonriendo de lado.

- ¿De tí?- Geonu entrecerró los ojos-. Ni loco.

Entre las risas y comentarios de sus amigos Jay se giró al sentir una mirada y se encontró con un par de ojos marrón que le miraban atentamente. Jay rió nervioso.

- ¿Por qué me miras así?

- ¿Así cómo?- HeeSeung acercó su rostro y Jay levantó una mano colocándola en el rostro del chico deteniendolo.

Desde que Jay había aceptado que le gustaba era más despreocupado con sus reacciones ante los actos del pelinegro. Pero no quería serlo frente a otras personas y Heeseung por su parte de había vuelto más descarado al momento de coquetearle.

Finalmente después de acordar que irían juntos a comer y después a nadar por el cumpleaños de JungWon, se levantaron de la banca para volver a sus salones de clase.

Jay cerró ambos ojos apoyando su cabeza en el hombro de HeeSeung y dejó que el mayor lo guiará entre los pasillos.

[ ૢ ૢ ૢ ]

La semana había transcurrido asombrosamente rápido y habían pasado tantas cosas. El fin de curso estaba más cerca de lo que Jay había creído y cierta parte de él no estaba lista para que terminara, iría a la universidad con HeeSeung y aunque eran diferentes facultades estarían muy cerca uno del otro, pero sus demás amigos tomarían carreras que se encontraban en universidades diferentes y tenía miedo de lo que pudiera ocurrir después de eso.

Se miró por cuarta vez en el espejo y después giró su cabeza hacia el reloj, eran las 6:30p.m. y debía estar con sus amigos a las 7 en punto.

No estaba seguro sí su ropa sería la adecuada y al pensar en eso era más bien porque tenía que cruzar la sala donde estaba su madre y visitas. Pero al final Jay tomó aire y salió de su habitación, era su vida y era su cuerpo y él decidiría que usar y como verse.

Asomó su cabeza por las escaleras y observó a su madre en el sofá al lado de la mamá de Yuna quien les hablaba sobre algo y estas dos asentían. Jay había escuchado dos días antes que ese sábado sería día para elegir el lugar a donde irían de luna de miel porque un día después de su boda por el civil tendrían su boda por la iglesia. Todo tan apresurado y Jay solo sentía ganas de vomitar cuando pensaba en todo aquello.

Esperó hasta que las tres estuvieron completamente distraídas para poder bajar sin hacer el más mínimo ruido y salir cerrando la puerta tras de sí. Se detuvo de golpe al encontrarse a su padre en los escalones de la entrada, el hombre lo miró y Jay sintió su corazón agitarse.

- ¿A dónde vas?- preguntó el hombro con un tono bastante tranquilo aflojando un poco la corbata en su cuello.

- Es cumpleaños de Won y todos iremos a comer- explicó.

- ¿No tenías que ver algo de la boda hoy?

- Sí, pero- Jay hizo una pausa mirando hacia abajo, ¿Qué podría decirle? Nunca hablaban lo suficiente como para conocerse o para saber que podría estar pensando el otro y aunque Jay fuera un libro abierto en algunas ocasiones, su padre no era un hombre que se mantenía tranquilo ante las situaciones, así que volvía muy difícil predecir lo que podría hacer. Y aunque la última vez lo dejó ir Jay no sabía si podía depositar su confianza en él.

- ¿Te llevo?- preguntó el hombre y Jay levantó la mirada observando como su padre se daba la vuelta y volvía a subirse al auto.

Aún con sorpresa Jay no dudo en correr y subirse del otro lado e indicarle a donde irían.

El camino comenzó silencioso, el único ruido que se percibía era el del motor y el ruido en el exterior, los niños gritando, los autos pasando, perros acompañado a sus dueños, el viento y las hojas de los árboles.

- ¿Estás enojado, papá?- preguntó Jay mirándolo por primera vez en todo lo que había recorrido.

- ¿Enojado?- el hombre le dió una mirada rápida y la regresó al frente-. ¿Debería estar enojado porque estás tratando de vivir tu vida antes de convertirte en títere de tu madre?

El auto se detuvo frente a un semáforo en rojo.

- Jay- el señor Park lo miró-. Ella es tu madre, pero esta es tu vida y no importa si quieres usar ropa rosa, broches en el cabello o si te gusta tu mejor amigo- dijo ante lo cual Jay lo miró con asombro-. Incluso yo que no te veo tanto como debería me doy cuenta de lo que pasa, pero el punto es que no me importa nada de eso, si algo te hace feliz aferrate a eso y sal de dónde no. Tu madre morirá algún día dentro de unos años dejándote con una vida infeliz y sintiéndote insatisfecho.

Jay sintió el auto entrar en movimiento nuevamente. No dijo nada y no era porque no tuviera nada que decir, tenía tanto que decir y preguntar. Estaba sintiendo por primera vez que alguien de su familia que no fuera JiHyo estaba apoyándolo a tomar el control de su vida.

- Llegamos.

El castaño miró hacia afuera por la ventana donde estaba el lago y sus amigos sentados en el pasto, conversaban y se reían, ellos eran una parte que hacía feliz a Jay.

Y justo ahí de frente se encontraba HeeSeung con sus manos apoyadas en el pasto y al verlo le sonrió ampliamente. Jay vió ahí la imagen más hermosa que jamás había visto antes, HeeSeung sonriendo con un bonito lago de fondo y los rayos del atardecer golpeando en su rostro.

Solo salió de sus propios pensamientos cuando sintió la mano de su padre en su hombro y se giró a verlo.

- Ve- lo alentó levantando el seguro de la puerta.

- Papá, gracias- Jay sonrió mirando al hombre quien asintió-. ¿Puedo quedarme esta noche con HeeSeung?

- Por supuesto.

El chico sonrió ampliamente experimentando una enorme felicidad en ese momento. Bajó del auto con la pequeña caja donde se encontraba el regalo de JungWon y se echó a correr hacia sus amigos quienes al verlo no pudieron reaccionar de mejor manera, lo saludaron y le hicieron un espacio para que tomara asiento. Jay se sintió realmente feliz esa tarde.

love |HeeJayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora