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Jay se sintió tonto por no prestar atención y ver qué justo frente a sus ojos había una llave colgando de la puerta, sobre el mismo cordón de dónde colgaba la llave también había una nota la cual tomó y la abrió.

HeeSeung había escrito:

"La llave que llevas colgando del cuello ya cumplió su función, ahora puedes deshacerte de ella y quedarte con esta.
La casa del árbol también es tuya, es pequeña pero por ahora es nuestra. Puedes venir, puede ser un lugar seguro para ti sí así quieres.
Puede parecer tonto que haya hecho todo esto para que al final llegues a un lugar que ya conoces, pero a ti te gustaba jugar a encontrar tesoros, ¿recuerdas?
Por cierto, cuando estés dentro y cómodo podrás ver lo que contiene el sobre.
Entra ya, ¿Que esperas?
Bienvenido a casa".

Jay guardó el papel en su bolsillo y tomó la llave abriendo la puerta. La casa por dentro ahora se veía un poco diferente, HeeSeung se había encargado de hacerla parecer más una casa de verdad que una casita donde ir y jugar, aunque en una pequeña canasta de plástico Jay logró ver los juguetes que ambos compartían de niños y sonrió.

Todo se sentía tan familiar y al mismo tiempo tan diferente.

Recorrió la casa encontrándose con varias fotos de ellos en una de las paredes, desde fotos que se tomaron cuando eran pequeños hasta la última de tres semanas atrás. Sonrió observando que tomas tenían fecha.

- ¿HeeSeung?- comenzó a buscarlo primero dónde se encontraba una cama individual, después cruzó el pequeño espacio que era la sala de estar, o eso imaginaba Jay. Pero ni siquiera siendo que aquella casa no contaba con muchos espacio donde esconderse, no logró encontrarlo.

Se sentó sobre el suelo de madera, abrió su mochila para sacar la caja y dejándola abierta la colocó frente a él. Abrazó sus piernas llevandolas contra su pecho y suspiró mientras observaba el sobre.

Deseaba que HeeSeung estuviera ahí con él, pero por lo visto aún no quería verlo.

Tomó el sobre entre sus manos abriéndolo, no encontró mucho dentro más que lo que parecía ser una carta y una foto de HeeSeung cuando era niño. Sonrió con nostalgia. HeeSeung era muy tierno, incluso ahora que planeaba no serlo.

Finalmente extendió el papel y comenzó a leer.

"Jay, JongSeongie, mejor amigo, alma gemela.
Eso fue bastante cursi, ¿verdad?
Tengo que decirte la verdad y es que no se como escribir una carta, no se como comenzar pero trataré de ser sincero y escribir lo primero que piense.
Si estás leyendo esto puede significar dos cosas: estamos lejos o estamos más cerca que nunca (espero que sea la segunda opción pues de lo contrario en este entonces estoy muy triste)
Solo me gustaría que supieras, de alguna forma u otra, cuanto me gustas. Bien si, lo escribí y tú no puedes verme ahora, justo cuando estoy escribiendo esto, pero mis manos están temblando y estoy sonriendole como estúpido a un trozo de papel. Soy un poco tonto cuando se trata de ti.
Pero es eso, realmente me gustas y no creo que este sentimiento cambie ni ahora ni dentro de mucho tiempo porque me he sentido así durante los últimos... ¿nueve años? Perdí la cuenta.
No estoy seguro de lo que sientes, es decir, tengo que admitir que realmente me confundes. Un día pareces corresponderme pero al siguiente me presentas a tu novia jaja, así que no sé si realmente me ves como un amigo o no.
Quiero decir que no me importa cuál sea la razón para que actúes de esa forma, mi amor por ti es tan grande que no me permitiría molestarme contigo por eso. ¿Sabes? Eres la primer persona y la única a quien estoy diciendo un " Te amo" de una forma bastante indirecta que se que lograras entender pero más allá de eso es algo sincero. Algo de verdad.
No tienes idea de las veces que te veo y me siento feliz de tenerte en mi vida. Esas veces realmente son siempre. Siempre estoy feliz contigo.
Si te sientes de la misma forma que yo estaré feliz de escucharlo, si no te sientes así ignora esta carta, rompela o quemala, haz lo que desees solo no la conserves.
Debes estar llorando así que si estoy cerca abrázame, y si no estoy llámame.
Siempre serás mi persona favorita, sin importar que pase.
Att: HeeSeung."

Sostuvo el papel entre sus dedos observando los distorsionadas que comenzaban a verse las letras escritas. Jay comenzó a llorar recostandose sobre el suelo. La soledad jamás lo había golpeado como esa tarde en la casa del árbol.

[...♡...]

Cuando la noche llegó Jay por fin decidió salir de aquel lugar. Hubiera decidido quedarse si tan solo su cabeza no estuviera doliendo tanto en esos momentos, necesitaba ir a casa, darse un baño y comer.

Bajó la escalera escuchando el ruido de hojas secas crujir al ser pisadas. Se giró encontrándose a HeeSeung ahí justo frente a él, tan solo los separaban un par de pasos, quizás 4.

HeeSeung abrió la boca para hablar, pero la mano de Jay en el aire indicándole que no dijera nada le hizo tragarse cada una de las palabras que tenía pensadas decir.

- No quieres verme, no quieres escucharme- su tono era bajo como si incluso el solo hecho de hablar le causará un gran cansancio. HeeSeung apretó un poco sus labios conteniendo las inmensas ganas de llorar que sentía al verlo.

Dio un paso atrás al ver al pelirosa acercarse con pasos lentos hacia él.

- No habría un momento para decírtelo... No tienes que decir nada ya- suspiró llevando sus manos hacia sus mejillas limpiando las escasas lágrimas que se deslizaban por ahí. Finalmente estuvo tan cerca de HeeSeung como para permitirse pasar sus brazos alrededor del chico apoyando su cabeza en el pecho de este.

A pesar de que HeeSeung no correspondió el abrazo Jay no se alejó.

- Me alegra gustarte y saber que me amas- siguió diciendo, esta vez ya no podía ocultar que había comenzado a llorar de nuevo-. Eso me ayudará por ahora a seguir. Te quiero, cuídate.

Jay se alzó levemente sobre las puntas de sus pies y dejó un beso en la mejilla del chico antes de tomar el camino que lo conducía fuera de aquella casa.

HeeSeung permaneció de pie dónde estaba simplemente escuchando como el menor se alejaba.

love |HeeJayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora