love ｜HeeJay

×O18

HeeSeung se dejó caer sobre el césped que estaba húmedo por la lluvia. Ahora su cuerpo estaba completamente mojado y ya no podía distinguir de su propio rostro si lo que lo humedecida eran las lágrimas incontrolables o la lluvia, o ambas.

Abrazó sus piernas contra su pecho adoptando una posición fetal sin poder parar de llorar. El corazón le dolía como nunca. Si bien antes sentía una especie de dolor cuando veía a Jay con Yuna, o cuando pensaba en si podría alguna vez decirle con sinceridad lo que sentia, nada de eso se comparaba a lo que estaba sintiendo en ese momento.

De todas formas, ¿qué le hizo pensar que en algún momento podría estar con Jay como deseaba?

Aún así la idea de que el chico fuera a casarse con alguien más le estaba destrozando.

- ¿HeeSeung?

El pelinegro imploró que sus oídos estuviesen fallando o que todo fuera parte de su imaginación.

- Hee.

Dio un largo y gran suspiro antes de levantar la cabeza y encontrarse con Jay detrás de él a unos pasos. El pelirosa corrió a abrazarlo, HeeSeung sintió la ropa y el cabello húmedos del chico impactarse con él e inmediatamente lo alejó.

- No hagas eso. Basta.- dijo mientras trataba de limpiar su rostro inútilmente pues si bien había dejado de llover ya aún estaba empapado.

Lo miró comprobando que ahora el menor también estaba llorando y aunque su corazón terminó de romperse con aquella imagen no fue capaz de acercarse. Sentía la necesidad de, por primera vez en casi 12 años, alejarse de Jay.

- Realmente no quiero verte ahora- explicó mientras se ponía de pie.

- Por favor, HeeSeung...- pidió mientras también se levantaba-. Solo... yo no voy a casarme, te lo....

- No prometas ni jures nada- lo miró y dejó salir un par de sollozos-. Ni siquiera le haces frente a tu madre, ¿cómo harás para librarte de un matrimonio?- soltó sin pensarlo.

HeeSeung estaba dolido y molesto, pero ni siquiera esas dos sensaciones podían hacer que no se sintiera mal al hablarle así y mucho menos cuando el chico comenzaba a llorar después de escucharlo.

- Se que no iba a haber un momento en el que doliera menos, pero... tenía mucho miedo. Yo quería decirte cuando...- guardó silencio. ¿Cuándo?

- ¿Cuándo estuvieras en el altar?- HeeSeung soltó de una manera irónica y tan fría. Ahora también se sentía molesto.

Ambos se miraron dejando correr las lágrimas por sus rostros. HeeSeung se acercó a él pasando sus dedos por el cuello del chico recorriendo la fina cadena que de este colgaba donde yacía esa llave que le había regalado. Jay observó como la mano de HeeSeung se apretaba en esta como si se debatierá en sí debía quitarla o no, pero antes de que decidiera algo el pelirosa llevó ambas manos a la de HeeSeung.

- No iba a quitartela- dijo-. Es tu regalo.

- HeeSeung, perdoname.- lo miró mientras se aferraba a la mano del chico.

- Ve a casa.

- Por favor, no quiero volver.

- Jay- su voz se quebró mientras se soltaba del chico dando un paso atrás-. Quiero estar solo. Si te veo me siento peor... Lo siento.

Jay sintió como sus ganas de llorar aumentaban considerablemente pero lo entendía, si él estuviera en su lugar tampoco querría verlo. Así que se dio la vuelta sin decir nada, no había mucho que pudiera decir, y HeeSeung tampoco dijo nada, tan solo dejó que se alejara lo suficiente.

Y ambos comenzaron a llorar nuevamente.

n/a; la mitad del libro, let's goooo ! ! (ya casi, la vdd es q la mitad sería un 18.5 pero no hay, así q dejémoslo así).