10

709 125 20
                                    

La señora Jung me observa por 20 segundos seguidos, lo sé porque llevo la cuenta de cada uno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La señora Jung me observa por 20 segundos seguidos, lo sé porque llevo la cuenta de cada uno.

Hoseok me codea desde mi costado izquierdo y termino ofreciéndole una sonrisa medio fingida a la mujer.

—Seokjin, ¿qué es lo que estás estudiando? —cuestiona entonces el padre de Hoseok, un hombre alto e intimidante, pero sin duda mucho más amigable que su esposa.

Siento la mirada de ambos hermanos Jung sobre mi persona y es la mano de Hoseok descansar sobre mi muslo, debajo del mantel, lo que me tranquiliza.

—Artes escénicas —respondo antes de dar un bocado de la comida que han servido.

La madre de Hoseok me mira con algo que descifro como curiosidad y trago seco ante su penetrante mirada.

—Interesante —dice ella.

El hombre me dedica una sonrisa y yo trato de devolvérsela lo mejor que puedo. Mi corazón late con tanta fuerza dentro de mi caja torácica que incluso temo romper mis propias costillas.

Aunque seguramente eso es imposible, ¿no? Observo a Hoseok, con sus mechones balanceándose ligeramente por el aire acondicionado del comedor de su casa, como si mirarlo me diera las respuestas a las preguntas que aún no hago.

—No estés nervioso —murmura Hoseok —. Me pasarás tus nervios.

No puedo contener una ligera carcajada, porque tiene razón. El nervioso deberías ser él, quien está por revelar a sus padres lo que desea estudiar de verdad.

Dawon tose, cubriendo así la risa que quiere escapar de sus labios. Los padres de Hoseok me miran intrigados, y yo sólo atino a imitar la estrategia de Dawon y fingir ahogarme.

Hasta que me comienzo a ahogar de verdad.

Hoseok se levanta de inmediato y escucho su silla rechinar sobre el piso. Me da un par de golpes sobre la espalda, y no estoy seguro de porqué no me ha hecho la maniobra de heimlich. ¿Si era así, cierto?

Al final resulta que no me ahogaba de verdad, solamente había tragado mal mi propia saliva. Siento mi cara arder y me aclaro la garganta antes de meterme un bocado de la comida a la boca, tratando de evitar la incomodidad que se ha formado.

Uhm... ¿y qué tal la escuela? —cuestiona el padre de Hoseok y aquel cambio de tema me hace sentir mejor.

Pero recuerdo que aquella es la misma razón por la cuál estamos aquí. Volteo a ver a Hoseok con discreción. No ha tocado su plato y mantiene su vista baja, enfocada en sus puños apretados sobre sus muslos.

Paso mi palma hasta su muslo y aprisionó sus dedos entre los míos. Me mira un segundo y sonríe antes de levantarse de nuevo de su silla, llevando mi mano en el proceso.

—Dejaré la carrera —expone de la nada.

Abro la boca, sorprendido de que la declaración haya sido tan repentina. Hoseok sonríe nervioso hacia su madre, quien alza una ceja.

Boys / 2seokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora