Detalles que enamoran 2/2

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Taichi entro corriendo por la puerta principal de la escuela, sus cabellos castaños bailaban con el viento y su rostro tenía las mejillas pintadas de carmín. Sus ojos eran dos preciosas estrellas que seducían con su alegría solo semejantes a la sonrisa deslumbrante que dejaba ver sus perfectos dientes.

—¡¡¡Matty!!! —gritó Tai entusiasmado moviendo la mano para ser ubicado con mayor facilidad, como si su cabello no atrajera lo suficiente la atención. Además, lo que a Yamato le arranco una sonrisa fue lo bien que se le veía su sudadera al Yagami.

—A pesar de que te queda un poco grande, te luce muy bien —comentó Matt apenas tenerlo cerca.

—Pues gracias —sonrió Taichi, —pensaba devolvértela pero saliendo de casa me dio frio y...

Matt suspiró —puedes quedártela hasta el final de las clases.

—¿En serio? Gracias Matty te debo una —dijo antes de correr hacia adentro de la escuela.

Mientras transcurría el día Yamato notó cierto DETALLE, la mayoría de las chicas que tenían novio utilizaban una prenda del mismo. Llevar ropa del su novio era por así decirlo, un gesto romántico que gritaba frente a todo el mundo con que persona estaba saliendo la chica en cuestión, y aunque ellos eran amigos íntimos no deseaba ser blanco de burlas.

Con paso rápido Matt llegó al salón de Taichi, no sabía cómo le pediría la prenda sin sonar grosero, lo que menos quería era que Tai pensara que estaba molesto o que le incomodaba prestarle sus cosas.

Pero al llegar a la puerta del salón escuchó...

—¿Esa prenda es de Matt? —cuestionó Sora a un muy atareado Taichi que intentaba terminar la tarea para la próxima clase.

—¿Eh? ¡ah! Sip... —respondió simplonamente Tai sin poner realmente mucha atención a la chica.

—¡Pero si es una de sus prendas favoritas! él jamás... —se sorprendió la chica que frunció el ceño un poco envidiosa de que Tai no pareciera entender el valor del gesto del cantante.

—No voy a quedármela, sólo me la prestó porque me mojé y tenía frio...

Sora se le quedo mirando antes de pasar su mano derecha por el sedoso cabello para comprobar que estaba seco.

Tai dio un suspiro —Eso no fue hoy —aclaró retirando la mano de su amiga con fastidio.

—¿Pero entonces que...? —arremetió indignada la pelirroja, porque Yamato era muy celoso con su ropa y jamás le prestó nada a ella.

—Se la regresare a final del día —cortó Tai poniéndose de pie. Se sentía un tanto molesto por el interrogatorio. ¿Tan malo era que Matt le prestara una prenda?

—Es sólo que... —quiso decir Sora sujetando a Tai por la sudadera. Luego pareció pensarlo mejor. —¿Podrías prestármela un momento?

Tai apretó las manos en puño, tenía ganas de gritarle, ¡Si tanto quieres algo de Matt pídesela tú! Pero se dio cuenta de que ella tenía una cara compungida y que el hecho de prestarle la prenda un rato no le afectaba en nada.

Resignadamente bajo el cierre, sus manos lo hacían despacio, no muy convencido de desear quitarse de encima la tibieza de la tela.

—Tai —llamó Matt al percatarse de las intenciones del Yagami, y con paso rápido se acercó a sus amigos para tomarlo del brazo y jalarlo hacia afuera.

Yamato realmente no comprendía porque el pensar en que Sora utilizara su ropa lo incomodaba. Tal vez la cercanía que tenía con Taichi derrumbo cualquier reserva, entonces por eso no le incomodaba verle algo suyo, aunque... ¿no debía ser igual con Sora?

—No es lo mismo —se dijo Matt apretando el brazo de su amigo.

—Yama... ¿A dónde vamos?

Matt se detuvo en seco y dejando de lado la pregunta de Tai recalcó con tono malhumorado. —Te la presté a ti.

Tai tuvo que pensar escasos segundos antes de entender a que se refería, y al comprender no pudo menos que sonreír de forma deslumbrante antes de abrazarse a Matt con efusividad.

—Tienes razón —acotó feliz.

Yamato devolvió el gesto sintiendo sus mejillas enrojecer, ¿Qué tenía Taichi que con gestos tan simples lo hacía feliz?




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—Esa también es de Matt —acusó Sora señalando la chaqueta azul petróleo que Taichi lucia descaradamente ese día y que para colmo era la favorita de Yamato.

—Sip —respondió sin pena el moreno. —La tome prestada ayer del armario de Matt.

Sora se quedó con la boca abierta. ¿Es que acaso Taichi no se daba cuenta de lo que significaba lucir tan abiertamente la ropa de otra persona por el instituto? La respuesta al parecer era ¡No!

—¿Nos vamos? —cuestionó Matt entrando por la puerta.

—Si —respondió Tai levantando sus cosas en menos de dos minutos.

—¿A dónde quieres ir hoy? —preguntó Matt con una sonrisa apenas si dibujada en su agraciado rostro.

—Hoy te toca elegir, eso sí, puedo sugerir... a cualquier lugar en donde pueda lucir mi flamante chaqueta.

Matt elevo una ceja, meneo la cabeza en forma negativa y dijo —El cinema esta estrenando tres películas que tienen buena crítica.

—¡Genial! —gritó Taichi entusiasmado.

Sora se quedó ahí, mirando como el par salía primero del salón y luego de la escuela, sin saber a ciencia cierta en que momento fue dejada de lado. Yamato ni siquiera había reparado en saludarla, aunque ella tampoco dijo "pio" cuando él se presentó en el salón.

Era como si no existiera y ellos no tuvieron la decencia, ni la educación de invitarla a acompañarlos.

—¡Oi! Sora... ¡¡¡SORA!!! —gritó Tai para llamar la atención de la pelirroja.

Sora respingó en su lugar y sólo después de salir de sus divagaciones comenzó a darse cuenta que estaba tan pensativa que no vio regresar a Tai, cuanto menos lo escuchó hablarle.

—Te preguntaba si ¿quieres acompañarnos?

Sora lo miró a los ojos, Tai lo estaba proponiendo en serio, sin dobles intenciones o molestia. Un segundo después su vista se posó en la ventana en donde Yamato esperaba impaciente en el patio.

—Tengo cosas que hacer, pero diviértanse —dijo ella y Tai no insistió ni espero otro argumento para salir disparado a reunirse con Matt.

—Te veo mañana.

Sora quería ir, quería correr tras Taichi para decirle que si deseaba acompañarlos, pero al volver a mirar por la ventana y ver la sonrisa radiante de Matt al ver a Tai aparecer solo le quitó las ganas. Era como si ella fuera un incordio entre ellos, como si Matt se colocara una máscara que solo dejaba de lado cuando estaba a solas con Taichi Yagami.

—Es un detalle, solo eso, un mínimo detalle de su relación... —murmuró dolida porque sabía que de pequeños detalles están hechas las más grandes obras de la humanidad.

Continuara...

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