Viento Primaveral

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Abro los ojos, hoy es otro de esos días, esos donde el sol brilla intensamente, esos donde mi mente no se encuentra en sintonía con la alegría oculta en mi subconsciente...


Busco en el armario y me cuelgo una sonrisa, de esas tan postizas, común en la sociedad, me coloco el antifaz, no debería ser noticia, y salgo de prisa escapando de mi realidad...


De nuevo en esta jaula a la que llamamos mundo, donde los segundos se vuelven "Eternidad", donde la "Eternidad" es un efímero segundo, ya que lo segundo no existe en realidad...


He observado rostros que resultan conocidos, y son tan desconocidos con el núcleo de la tierra, hoy de nuevo en esta guerra, la cual siento que he perdido, como un pájaro sin nido que de la nada se aferra...


Nuevamente siento como me invade la melancolía, quizás soledad se ría al mirarme tan vacío, tal vez solo soy un crio en busca de afecto, pero aunque he cedido el puesto nadie se sienta a calmar el frío...


Me encuentro sentado en el mismo vagón, justo al lado de la pútrida depresión, otra vez estoy llorando sin que haya consolación, ya que no existe sutura que cure mi corazón...


Miro constantemente al cielo cambiar de panorama, hoy de nuevo no hay flama, solo cenizas en mi hoguera, existen tantas fieras en el filo de mi almohada, los delirios se derraman hasta causarme ojeras...


¡Ya basta de intentar ponerle color a un cielo que siempre que quiere se tiñe de gris! ¡Ya basta de mendigar amor en cada febrero! Si mi vida vale cero ¿Quién me dice su raíz?


Tanto eco en mi cabeza no se toma a la ligera, soy frágil como cualquiera, tan triste y deprimente, la paz se encuentra ausente ante voces traicioneras, es como si me perdiera justo dentro de mi mente...


Esto que llamo vida solo es una grosería, una burda herejía que mi alma acongoja; ciega, sorda, muda y coja, así describo la existencia mía, pero no la conocerías aunque la detallase en mil hojas...


¿Acaso no prometieron que se frenarían los aguaceros?, pero no hay amor sincero, ni amigos como hermanos, el mundo me ha tenido colgando entre sus dedos, y yo que creí tenerle colgando entre mis manos...


Dijeron que cada prueba me enseñaría a ser fuerte, pero sigo a merced de la suerte, rogando una pizca de fortuna, desde la tribuna solo me anima la muerte, la pena es eminente, mi felicidad morirá de hambruna...


Dicen que mis sentimientos se han vuelto nauseabundos, que el pesar en mi es oriundo y por eso no se marcha, dicen que será el arma que me destruya desde lo profundo, ¿Pero que le importa al mundo como está mi alma?


Si cuando los temores brutalmente me han ultrajado y he estado desesperado pensado: ¿Salto o no salto?; y camine al borde del barranco sin que me llevasen de la mano, tan solo fui más ignorado que un creyón blanco...


En el peso de mi espalda hay calumnias y puñaladas, el filo de mi espada tuvo que entrar en reyerta, tantas conciencias muertas al final me señalaban, gente de mente cerrada, con la boca muy abierta...


El infortunio me caló, me tomó y maniató, al final me desolló y arrancó mis extremidades; la luz se apagó, la escena se vació, el escenario se llenó de polvo y humedades...


Tanto luchar por la meta, pero al final desmayé, me he impregnado del buqué de este fallo que me escuece, ojala el tormento cese, tantas cosas me callé que ahora el ruido del silencio es tan alto que ensordece...


Mis traumas interiores tantas cosas vociferan, escaparon de la vidriera y carcomen mi epicentro, soy un ser harapiento, aunque en mí nadie lo vieran, de sonrisas por fuera, pero batallas por dentro...


Aguijones y espinas dentro del contenedor, el calvario y su espesor me aseguran el final, total solo conozco las escenas de horror y sigo retorciéndome como una flor bajo el viento primaveral...

Sin Flores No Hay PrimaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora