🌠3 - Sojung

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Enciendo la pantalla de mi celular por quién sabe qué número de vez con impaciencia. Pasarme la mitad de la tarde escondida en el viejo sótano secreto de Yuna definitivamente no era mi plan ideal para este día. Ella no podía venir hoy, por lo que yo me había ofrecido a venir a echar un vistazo en su lugar. Mala idea.

Ahogo un bostezo justo en el momento en el que oigo el sonido de la puerta al abrirse. Rápidamente, vuelvo a bloquear mi celular y me dispongo a asomarme fuera de mi escondite en busca de la persona por la que acabé perdiendo más de media tar en este lugar.

Mi sorpresa es casi tan grande como la de ella al notar la sala aparentemente vacía. Realmente Eunbi era la última persona que esperaría encontrarme allí, pero puestos a que, según Yuna, sólo ella tenía la llave de aquel lugar, no era extraño pensar que la persona que le hubiera hecho semejante presente pudiera de igual forma guardar una copia. Al menos eso era lo que quería creer. Y visto lo visto, parece que he acabado teniendo la razón.

—Vaya, vaya —digo en tono de broma, saliendo de mi escondite. Eunbi se sobresalta al notar que hay alguien más aquí con ella. Me aguanto la risa, y decido continuar hablando. —No tenía idea de que tuvieras un lado tan romántico, Hwang...

Ella automáticamente recobra la compostura de su susto anterior, cruzándose de brazos y esbozando una mueca de desinterés.

—No sé de qué hablas Kim —respondió.

—Oh vamos, Yuna no está aquí —insisto—. No necesitas disimular —finalmente la risa consigue escaparse de mis labios cuando, gracias al resplandor que entra por la puerta aún abierta, alcanzo a ver el sonrojo en su rostro al mencionar a mi amiga.

—¿Qué tiene que ver Yuna aquí? —pregunta, intentando disimular su reacción.

—De acuerdo —accedo, levantando ambas manos en un gesto de derrota—, finjamos que no sabemos nada.

—¿Qué haces aquí, Sojung? —pregunta nuevamente, ignorando por completo mi comentario. Decido que no está de más molestarla un poco.

—Yuna me ha prestado las llaves para venir un rato a descansar —miento, viendo como por apenas un segundo su expresión se muestra fastidiada antes de devolverse a su desinterés habitual. —La pregunta es, ¿qué haces TÚ aquí, Eunbi?

—Eso no es asunto tuyo, Sojung —responde secamente. Me es imposible no echarme a reír una vez más.

—Lo es, porque se supone que sólo Yuna tiene la llave de este lugar —explico, pese a que es más que obvio que ella eso lo sabe. —Bueno, Yuna y la persona que le obsequió la llave, supongo que no sabrás tú quién es...

Eunbi se mantiene en silencio. Estoy más que segura de que intenta buscar una excusa coherente. Cómo si con eso pudiera salir de esta. Contengo la carcajada antes de que logre escapar de mis labios, y simplemente recojo mi mochila del suelo marchando hacia la puerta.

—Hasta otra, Hwang —saludo, cuando paso junto a ella. Sin embargo su mano toma mi antebrazo, impidiéndome avanzar más.

—¿Se lo dirás? —pregunta, clavando su mirada en la mía. Sonrío, tentada por solo un momento en decirle que si, solo para ver su reacción.

—No —acabo respondiendo—, lo que sea que te traigas con respecto a Yuna no me incumbe. —Con ayuda de mi mano libre, alejo su mano de la mía para continuar mi camino hacia la salida. —Adiós, Eunbi.

Étoile [SOJUB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora