Alicia Sierra ahora fugitiva de la policia, antes de las mejores inspectoras de toda España... y mucho antes del atraco de los "Dali", la mujer mas feliz del mundo por supuesto que eso fue antes de los dias de invierno.
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—Su hija va perfectamente!
—Que alegria!
—Aun asi... Alicia, usted necesita tomar un descanso vale? Aqui cuidamos bien de Germán. Mientras tanto necesitas salir y distrerte...
—Que va, si todo esta bien no veo porque necesitaria un descanso, me siento perfectamente.
—Lo sugiero por ti. Germán y yo lo hablamos y creo que es lo mejor para tu salud mental que salgas a distraerte.
Germán solo asintió con una sonrisa llena de tranquilidad.
—Distrerme... Murmuro desganada.
Germán apretó su mano en respuesta diciendo que si, que lo hiciera.
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Paso una semana en la que Alicia hacia lo posible por no pasarse todo el dia en el hospital con Germán entre esas paredes blancas y el aroma a desinfectante y medicinas.
Semana en la que tambien pasaba las tardes en aquel café leyendo un libro, escribiendo poemas como en la academia los cuales ocultaba para no sentirse boba. Aun asi el pensamiento de no estar cumpliendo su promesa que hizo a Germán el dia de la boda, no la abandonaba, e inconscientemente seveia calculando las horas para volver a verlo al hospital lo mas pronto posible sin que él lo notase como una rutina planeada.
Volvia exactamente cuando el autobus de cervezas pasaba frente a la calle empinada, lo observaba desde su mesa en el café, daba el ultimo sorbo y el semaforo pasaba a amarillo. Ella tomaba su abrigo café y salia rumbo al hospital ingresando a las 5 pm, a veces esperaba un par de minutos afueraviendo a algunos niños jugar en el parque de enfrente para asi no llegar a la hora exacta de diario. Luego subia al elevador marcando el cuarto piso en el departamento de oncología, caminaba a paso rapido... y al notar que llegaba a la misma hora que el dia anterior, frenaba el paso y se distraía saludando al personal médico. Entonces al ver el reloj de la sala de espera marcandole las 5:10 camina hacia la habitación 3 y entra cerrando la puerta despacio tras de si. Mira a su esposo descansando sobre el sofa beige aun con la medicacion intravenosa. Simplemente un suspiro le atraviesa la garganta, se sienta y lo mira atenta a cualquier necesidad y siente que ha cumplido su propósito de aquel dia.
Eso se repitio por un mes más.
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Justo cuando cumplia el sexto mes de embarazo decidio que ya no podia evitar más estar lejos de él, cada día que pasaba lo notaba mas débil, el peso habia disminuido y su cabello castaño tambien. Trato de seguir mostrándose fuerte ante él pero ella igual necesitaba obtener fuerza de alguien, el embarazo la tenia agotada no estaba tan cómoda con su cuerpo y le causaba conflictoaunque German diario le dijera "—Estas muy guapa" Ella no se sentia guapa.
