Oscuro, maligno, orgulloso, alto temperamento, autoestima por los cielos, ego mezquino, egocéntrico e increíblemente guapo. Criado para matar, ascendencia magnífica y una venganza que cumplir.
Sonrisa angelical pero mirada maligna es Aaron Haynes, t...
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Mi corazón late desbocadamente mientras corro hacia el muro, cada paso que doy noto todo lo que ha hecho Lilith... hay demasiadas personas en el suelo, el ruido incrementa cuando esquivo rocas llenas de llamas. Los demonios de cualquier forma inimaginable solo miran mientras lo hago porque como dijo Aaron... no pueden atacarme. Hay cambiantes luchando también humanos, no hay diferencia.
—¡detente!— gruño cuando Adán está a segundos de perder la vida
—no— estoy cerca, todo es un caos lleno de rocas y destrucción, sangre y huesos... vida y muerte. Escalo algunos pedazos de roca para poder llegar a donde están. Lilith está a nada de matarlo pero entonces, me lanzo hacia ella empujándola.
Lilith y yo caemos al otro lado el golpe hace que me desoriente.
—¿dónde está Aaron?— pregunta levantándome de la chamarra de Aaron. Ella tiene sangre salpicada en su ropa que es un tipo enterizo color negro brillante resaltando sus curvas, su piel pálida y enferma resalta sus pómulos... mierda, parece una bruja.
—el no está conmigo— trato de empujarla pero ella parece tener una fuerza sobrehumana
—niña ingenua, donde tú estás Aaron también— rueda los ojos, tirándome. La arena se mete con ganas en mi nariz haciendo que me arda demasiado, el dolor se instala en mi brazo
—¿qué es lo que quieres?— pregunto. Adán ha escapado y eso me causa un poco de felicidad
—quiero venganza— gruñe, rodeándome— llevo años planeándolo
—¿es por Rixton?— pregunto, el cielo está en llamas. Los demonios vuelan por doquier mierda, quiero llorar por los llantos de dolor que se escuchan
—mi venganza va más allá de Rixton— informa haciendo una esfera color verde brillante con sus manos— se supone que eres la reencarnación del infierno— sonríe— muéstrame que tienes— entonces Lilith lanza esa esfera verde hacia mí. Me sumo en la oscuridad.
Estoy en la oscuridad o parece que estoy en un vacío. Puedo respirar bien, el dolor de mi nariz no sigue y tampoco hay algún ruido.
—Hola, mi amor— una voz femenina me sobresalta de la nada aparezco en una hermosa habitación color verde claro casi blanco. El sol se asienta perfectamente en ese lugar hay varias decoraciones infantiles una silla para mecer de madera clara y una cuna color blanco.
—¿cómo durmió mi bebé?— una chica entra por completo a esa habitación. Trago duro al notar el parecido que tiene con Aaron... ella tiene el cabello caoba su piel es morena, facciones no marcadas pero su sonrisa es igual que la de mi chico al igual que su mirada.