54. Quiero el divorcio

1K 93 206
                                    

Samuel: ¿¡Como está mi esposa!?-todos se acercaron levemente al médico a la vez que Ignacio se incorporaba del suelo-¿¡Y mi hijo!?

-Ella se encuentra estable, sin embargo...-el médico dio un suspiro alertando a todos los presentes-lo lamento enormemente, hicimos lo imposible, pero...-la cara de Samuel cambió por completo notando como su respiración se agitaba ante lo inevitable-... no pudimos hacer nada por el bebé.

Un golpe impacto en su pecho rompiéndolo en mil pedazos y haciendo que Samuel retrocediese un par de pasos, la figura de su padre se encontró a su espalda y alzó las manos apoyándolas en sus hombros, haciéndole saber a su hijo que se encontraba incondicionalmente con él, Samuel comenzó respirar agitadamente hasta terminar llorando por aquella pérdida y partiendo el alma de todos los presentes que lo miraban con el rostro cargado de culpa.

Triana no soportaba aquel remordimiento constante en su cabeza, sollozaba en silencio lamentándose por todo lo ocurrido en aquel fatídico día y que había terminado por llevarse a una persona inocente. Irina no podía ocultar su tristeza, llevó las manos a la cabeza intentando controlar sus emociones arrepintiéndose de todo el mal que había hecho y que los llevó a todos hasta a aquel límite... Flavio se sintió peor, Flavio tocaba fondo con lágrimas en los ojos de saber que había sido la principal causa de aquel infierno que ahora viviría la persona con la que lo había compartido todo...

Cayetana sollozaba abrazándose a una Carmen que intentaba mostrarse fuerte ante la situación, ambas no podían perdonarse a sí mismas el no haber protegido a Andrea de toda aquella desgracia que había marcado el odio entre ambas familias... hoy, por primer vez, el odio entre los del Junco y los Gallardo se cobraba una vida inocente, todos tenían claro que aquello marcaría un antes y un después en sus vidas, pero ahora lo que importaba era Andrea...

Samuel: ¿puedo pasar a verla?-se limpió las lágrimas.

-Si... acompáñeme, en breves empezará a despertarse...

El médico pasó por delante de él y, bajo un suspiro, Samuel lo siguió encaminándose por los pasillos del hospital... De pronto ambos se detuvieron frente a una puerta y el médico palmeó su espalda en señal de ánimo, Samuel tomó aire profundamente y secó el resto de sus lágrimas al mismo tiempo que abría la puerta, dio un par de pasos entrando en la habitación visualizando la camilla en la que se encontraba el cuerpo magullado de Andrea, notaba como la joven comenzaba a moverse sobre la cama al mismo tiempo que él terminaba de acercarse para sentarse frente a ella y tomarle la mano con delicadeza.

* * *

No dejaba de sollozar de manera descontrolada, Triana no podía con aquella culpa que cargaba dentro de su alma por lo que le había pasado al bebé de Samuel y Andrea, su respiración era demasiado agitada e Irina no dudo en acercarse a su hermana para tratar de calmarla, pero la castaña respondió con un leve manotazo sobre las manos de Irina y se alejó de ella llamando la atención de todos en aquella sala.

Triana: ¡Todo esto es nuestra culpa!-Irina sollozó sintiendo una fuerte presión en el pecho.

Flavio: Triana... por favor.

Triana: ¿¡QUE!? Triana por favor ¿¡QUE!?-los miró de forma alternativa-¡Nada de esto hubiese ocurrido si tú no hubieses jugado con las dos!-todos los presentes fruncieron el ceño a causa de sus palabras.

Irina: no es el momento ni el lugar de exponer esto, Triana, por favor.

Triana: ¿¡PERDONA!? ¡Acabamos de perder a nuestro sobrino!-Irina agachó la cabeza-¡Nos estábamos peleando por este imbécil! ¡Ella llegó para impedirlo! ¡Siempre ha estado impidiendo que nos peleáramos! ¡Siempre ha intentado generar paz entre ambas familias! ¿¡Y QUE LE HEMOS HECHO!?-sollozó con angustia.

TODO POR TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora