Dragones gemelos

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Ligero spoiler del manga, capítulo 122*

Me preocupé un poco por él pero recordé que es miembro de una pandilla y se me pasó. No iba a subestimar a Takashi, puede verse como alguien tranquilo, pero hasta la Luna brilla y tiene su lado oscuro. Decidí esperarlo un poco más, balanceaba mi mochila mientras tanto. Tomé una de las galletas que había llevado a casa de Takashi y empecé a comerla. 

Lo miré llegar entre los demás estudiantes, me estaba buscando con su mirada. Alcé la mano para llamar su atención. 

"Acabas de desayunar y ya estás comiendo", me molestó. 

"Siempre tengo hambre", hablé con la boca llena de galletas. A este paso la mayoría de estudiantes estaban dentro porque las clases comenzarían dentro de poco. 

Caminamos juntos hasta la entrada para quitarnos los zapatos. Seguí comiendo de la galleta ya que es bastante grande. 

"Oye, ¿qué le hiciste al imbécil ese?", lo miré con atención y le di un mordisco a la galleta nuevamente.

"Solo no creo que llegue hoy", me sonrió mostrando sus dientes. Yo me reí fuertemente. 

"Ja, de todos modos lo que le hayas hecho es algo que tenía merecido", Takashi comenzó a acercarse a mi como en la mañana. Otra vez puso su mano en mi mejilla, pasando un mechón de pelo detrás de mi oreja, dejé de comer por los nervios. 

"Solo no quiero que seas tú la que tenga que hacerse daño en los nudillos por un idiota como ese", su sonrisa cesó al escuchar la campana de inicio de clases, el primer toque era para avisar que todos deben ir yendo a sus respectivas clases, por lo que no me alarmé. 

"Takashi...", dejé salir embobada, él me miraba serio y cada vez se acercaba más a mi rostro. 

Me dejé llevar por él, se acercó a mis labios y besó la comisura de estos. Podría jurar que mi corazón va más rápido que un tren bala en este momento. Abrí mis ojos como platos después de sentir el contacto de sus labios con los míos, el calor subió a mi cara.

"Te veo en la salida", dijo el chico sonriente, pude ver como lamía sus labios posiblemente saboreando el dulce de la galleta. Dicho eso caminó hasta su clase, yo toqué mis labios y recordé lo que había dicho la hermana de Takashi: "¡Ahora a Lyla!".

Reí embobada por lo que acababa de pasar, sacudí mi cabeza y corrí hacia mi clase, por suerte el profesor no había llegado, tampoco estaba el idiota que me molestó, era de esperarse. 

Las clases transcurrieron normales hasta cierto punto, durante el receso fui al gimnasio, donde me encontré a los mismos chicos que me sugirieron el club, estaban hablando con la profesora de Educación Física, al verme ellos me saludaron. 

"Hola a todos", saludé normal, el chico de lentes rojos se sobresaltó, ignoré su actitud porque estoy acostumbrada a que la gente piense que soy intimidante. Ellos salieron del colegio antes diciendo que visitarían a alguien, me dirigí a la profesora. "Hola, vengo a inscribirme al Club de Defensa".

"De acuerdo, dime tu nombre", tomó una lista. 

"Lyla Yoshida", le dije mi nombre y ella lo apuntó. 

"De acuerdo, ¿te especializas en algún deporte o vienes a aprender?", dejó la lista a un lado. 

"Sé bastante sobre taekwondo y karate", respondí. 

"Perfecto, entonces vas a supervisar a quienes vengan a aprender", me sonrió y se dio la vuelta. También me giré para salir de ahí, caminé por los pasillos ya que tenía tiempo de sobra. Inconscientemente terminé caminando hacia los Clubs manuales, justo donde estaba el Club de Mitsuya. 

𝓛𝓪 𝓱𝓲𝓬𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓫𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora