Cinco minutos, veinte minutos, cuarenta minutos y la desesperación se está apoderando de mí. Si alguien en ronda ve que hace falta uno de los prisioneros estaré hecho picadillos, literalmente, ¿así que de esa manera tan absurda voy a terminar?
El cielo se está quebrando desde la lejanía y puedo escuchar como la lluvia se aproxima desde aquella dirección de la cual Bastian desapareció con Francis, esa obscura dirección que se llevó a ambos, el desespero que estoy sintiendo en estos momentos me está consumiendo vivo, y aunque mis muslos estén ensangrentados y aún ardiendo, el dolor pareciese camuflarse por la adrenalina del momento ¿Quién aparecerá primero? ¿Esos ojos celestes o aquél alemán de turno para cercenarme? La lluvia empieza a bañar mi cuerpo gota por gota y escucho unos pasos rápidos después de una hora , era aquél silueta blancuzca y desnutrida que tiene las muñecas marcadas.
— Rápido — Bastian se agacha de manera veloz y empieza a cortar los alambres que envuelven todo mi cuerpo, uno a uno siento como los pinchazos van disminuyendo de mi torso y parte de mis piernas.
Un sonido se escucha en la lejanía con esas voces repugnantes que nos hierve la sangre a ambos, haciendo que el chico frente a mí se ponga nervioso y empiece a cortar más rápido, vienen directo a nosotros y aún tengo parte de mi pierna atada con este alambre de púas, al menos está lo suficientemente sueltos para levantarme sin importar que parte de mi pierna sea arañada de una manera brusca por este, puedo sentir como mis muslos que querían sanar vuelven a sangrar por levantarme rápido y el dolor de los mil demonios parecen consumirme vivo mientras la carne se sigue abriendo.
— Adrien— Bastian masculla apurado
Sin importar cómo, me recuesto sobre él rodeándolo con mi brazo para que me sirva de apoyo, mis piernas parecen no poder más con el dolor y quiero caerme aquí mismo — de igual manera no tengo a donde ir —. El de ojos celestes se da cuenta y con su debilucho cuerpo quiere cargar con todo mi peso pero le es imposible, sin embargo sigo arrastrándome como puedo tras caer al suelo , este me mira apurado y asustado sin saber qué hacer, haciéndome caer en cuenta que si nos descubren a los dos nos vuelan la cabeza, y todo esto sería culpa mía, me pongo de pie nuevamente para empezar a correr y dejar aquel lugar asqueroso mientras la lluvia torrencial sigue mojándonos en medio de toda esta maleza.
— Sigue, vamos —Bastian coloca su otra mano sobre mi torso — Mierda...
Podemos observar cómo en la lejanía se ven aquellas luces que debían hacer dicha ronda y vigilarnos, aquellas luces que se han dado cuenta que hacemos falta en ese asqueroso lugar y que ahora están caminando a varias direcciones.
— No mires atrás — Le hablo con un tono despreocupado para que este se calme —sigue mirando hacia adelante.
Seguimos corriendo como podemos, y mis heridas parecen abrirse cada vez más. La maleza se vuelve espesa mientras sentimos que aquellos hombres andan en nuestra búsqueda, ¿es un milagro que esté lloviendo? Bastian corre lo más rápido que puede conmigo y me encamina hacia una dirección donde las ramas y plantas se vuelve más abundantes, el olor a sangre que hay aquí me es familiar. Puedo ver esa silueta tirada en el suelo.
— ¿Qué has hecho? — Le pregunto intrigado al ver cómo Francis está tirado en el suelo.
Este balbucea queriendo buscar las palabras de una manera silenciosa, un sonido que se mezcla con el ruido de la lluvia al caer me deja escuchar algo.
— No quería volver, así que— Señala hacia un lugar donde hay un gran tronco en el suelo— Estará bien, aún sigue vivo.
¿Así que lo has golpeado? ¿Aún no te has manchado las manos de sangre? Bastian toma las mochilas que ha dejado al lado del cuerpo de Francis que está inconsciente y las toma de una forma rápida.
— Vamos — Este me dice apurado.
— ¿Eres estúpido?— Aunque no me agrade ese imbécil de Francis no podemos dejarlo aquí, desangrándose en medio de la lluvia en donde claramente lo encontrarán y sabrá el diablo que pasará con él después — No lo podemos dejar aquí.
Hago un vago intento de levantarlo pero es pesado, Bastian al observar que lo quiero llevar con nosotros me sobrepasa y lo levanta con mucho esfuerzo, así que me acerco para tomarlo por uno de sus brazos, cada uno queda con una de sus bolsas mientras arrastramos el cuerpo inconsciente de este tipo en medio de la maleza y de la lluvia, seguimos corriendo lo más rápido que se pueda correr con un hombre con los pies navajeados y otro completamente inconsciente. Simplemente se volvería cada vez más difícil avanzar, seguimos agitados bajo la lluvia, recorriendo la mayor cantidad de distancia posible para alejarnos de ese lugar como dé lugar, el dolor es algo pasajero.
— ¿Tenías que dejarlo así?
— Te dije que lo dejáramos allá — este responde al tiro mientras ambos escuchamos las botas de Francis arrastrarse mientras lo halamos — Es el enemigo.
¿Acaso el enemigo nos ayuda a escapar? Se puede ver como el cielo sigue aclarándose con el paso del tiempo, ya el amanecer nos pisa los talones y aún no deja de llover. Se puede ver a pocos metros cómo un gran árbol derribado recae sobre otro , y aunque el suelo esté mojado, al menos nos protegerá un poco de la lluvia, cargar con alguien inconsciente simplemente es doble trabajo y se recorre menos. Bastian lo tira como si de un muñeco de trapo se tratase al suelo. Ambos estamos demasiado empapados hasta más no poder y el cansancio nos abraza de una manera abismal.
— Siéntate — Bastian me ordena al ver entre la escasa luz mis piernas mientras esculca entre el Kit médico de Francis , saca de este mismo algunas gasas y una pequeña botella.
Este aprieta mis manos mientras se pone al frente mío para dejar caer aquél líquido, quiero gritar pero simplemente muerdo mis labios lo más brusco posible, tanto así que puedo saborear un poco de sangre en mi boca,pero estamos evitando que mis heridas se infecten de alguna manera. Bastian con sus delgadas manos quiere proceder a vendarme ambas piernas desnudas, pero se detiene.
— ¿Sucede algo? — lo miro desorientado sin entender por qué se ha detenido. Pero este niega con la cabeza y empieza a venderme cuidadosamente tras ver mis piernas.
Tras terminar se sienta a mi lado aún con toda su ropa empapada cómo si pidiera algo, puedo escuchar sus dientes chocar varias veces entre ellos del frío y claramente sé por qué está tan cerca, así que lo rodeo con mis brazos para intentar calentarnos y dar frente a este jodido frío.
— ¿Qué haces? — El de cuerpo delgado dice.—Deja de ser tan infantil— hablo sin más mientras lo apego a mí— si sigues así vamos a morir congelados.
Este escucha mis palabras y parece ceder un poco, aunque su cuerpo está tenso almenos sabemos que estamos mejor así, estoy seguro que estamos cerca de los 8°C y nos estamos congelando hasta los huesos.
Puedo escuchar su respiración y aún sus dientes se golpean por culpa del frío.— ¿Y ahora qué? — escucho su voz opaca— ¿Qué sigue después de esto?
Analizo su pregunta y después de varios de segundo estoy listo para responder al chico de ojos celestes.
— No tengo idea
Quisiera decirle algo más alentador pero ¿Qué puedo decirle cuando ambos no sabemos a dónde ir? Ni tampoco tenemos alguien que nos espere. Este queda desconcertado tras escucharme mientras sigue aferrado a mí y cerramos un poco los ojos con ánimos de descansar, aunque sea un poco.
—Hmmm.
Un jadeo me agarra bruscamente y me devuelve a la realidad tras mi intento fallido de dormir,al lado nuestro está Francis, ahí tirado en el suelo, con el alma empapada de gotas de lluvia y con una herida que Bastian le hizo dejándolo inconsciente. Ese jadeo se vuelve más notorio dejando abrir esos ojos negros en vueltos en pánico mientras respira de forma sobrenatural , el chico tendido en el suelo se está ahogando frente a nosotros .
Me levanto de manera rápida y sobrehumana por el botiquín , sacando aquel inhalador plateado para él y llevándolo a su boca. Lo descargo y este vuelve en sí mirando desorientado mientras posa su mirada varias veces sobre mí .
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Mismo Infierno [GAY] #M.I
RomanceHe aquí la historia de nuestros protagonistas "Adrien y Bastián" En plena segunda Guerra Mundial , Acostumbrándose a las atrocidades que les implantan, estos chicos intentarán hacer de las suyas si pueden,pero nada es certero, ni es certero las vec...