Capítulo 9- Piedad

51 10 1
                                    

Unos quejidos hicieron que me levantará de golpe para intentar socorrerle, al fin de cuentas gracias a él pudimos salir de cualquier manera de ese horroroso lugar.

Esos ojos negros parecen volver en sí y se me queda viendo sorprendido , ¿acaso estoy tan horrible para que me vea de esta manera?

— Qué- qué— se escucha un tartamudeo por parte de Francis— ¿Qué estás haciendo acá?

Me mira con con la cara pálida y sucia, este hace un quejido  al intentar levantarse llevando su mano a la parte trasera de su cabeza, la cara de asombro tras ver su mano llena de sangre es asombrosa.

— Tú— señala a Bastian de manera amenazante y empieza a buscar de manera endurecida entre sus bolsillos — Maldito imbécil.

Bastian se asusta al ver cómo se levanta velozmente y se tira encima de él, como si de un saco de boxeo se tratase este planta dos puños en la cara del chico de ojos celestes, todo pasa tan rápido que no tuve siquiera tiempo de reaccionar. Bastian no se queda atrás y también lo aparta de una patada brutal a su estómago dejándolo en el suelo nuevamente.

—Bastian —  entre los dos me pongo al ver cómo el chico de muñecas marcadas pareciera perder el control y tomar una roca del suelo con claras intenciones

Francis parece ser acobijado por una manta de miedo, sus ojos negros están sin pestañear. Tampoco había visto a Bastian tan agresivamente decidido , mucho menos intentar hacer algo así ¿Acaso alguien creería que este pequeño niño estaba apunto de romperle el cráneo a alguien con una inmensa roca?  La atmósfera se está intensificando y nadie pronuncia una sola palabra por varios minutos.

—Adrien— Esa voz tenue se pronuncia de nuevo mientras — tenemos que movernos, tenemos que salir rápido de acá. 

miro abajo señalando mis piernas,  no creo caminar demasiado. 

— Aproximadamente a cinco kilómetros está la ciudad de Welmar,  a dos kilómetros se hacia el sur-este se encuentra un pequeño pueblo,  todo está plagado aparte de ese lugar. — El de ojos negros habla — ¿Qué piensan hacer? ¿Morir en este lugar o morir cerca de la ciudad? 

Se me hace un nudo en la garganta al saber que estamos dentro de la boca del demonio, ¿Así que simplemente fuimos carne de cañón sacrificable que fueron mandados a este lugar tan deplorable?  Alzo la mirada y me quedo analizando lo que este dijo.  Me acerco a Bastian  de una manera lenta quedando a su lado, sin saber qué decir o hacer.

—¿Qué hay del pueblo ese? — Hablo al tiro. 

— Es demasiado pequeño y todos se conocen en los pueblos pequeños, sin pensarlo dos veces se darían cuenta quienes son ustedes, Solo miren cómo están —Nos mira de arriba abajo repetidas veces con la mirada—  Todos aquí  odian esos uniformes. 

Claramente el chico tiene razón,  y aunque sigue lloviendo las gotas de lluvia ya no caen tan rápidamente como hace unos instantes, el sol que indica el amanecer poco a poco se está levantando sobre el cielo y  debemos movernos a un lugar mucho más alejado, no sabemos a dónde dirigirnos, ni mucho menos sabremos a dónde ir en un país como este, un país que tiene como idioma ese idioma que ninguno de nosotros dos  distingue aparte del pelinegro que está al  lado nuestro. Pero si él es el único que nos puede ayudar, ¿debería amenazarlo? no, eso sería muy desafiante y en cualquier momento desaparecería cuando tenga oportunidad. 

— Al pueblo — Bastian sugiere de manera rápida mientras ve mis piernas —  Solo mírate,   tienes que recuperarte así sea un poco o nos atraparán en cualquier momento — Da un suspiro al aire—  No pienso cargar otra vez contigo. 

Mismo Infierno [GAY] #M.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora