capítulo 6- Dulce Verdugo

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Mis tripas aún siguen pegadas entre sí provocando varios ruidos, respiro profundo y por alguna extraña razón el chico de ojos celestes está dormido, tiene sus piernas cruzadas con las mías y las mueve a cada momento, estoy seguro que no puede dormir por el frío tan estremecedor que hace, pues se está abrazando a sí mismo con sus ojos cerrados.

Muevo un poco mi mano intentando tomar el agua que han depositado en esa lata de sardinas, estoy más que agradecido que haya un río cerca porque de no ser así, no tengo idea si nos fueran dado algo de beber, bebo un poco y la dejo en el lugar mugriento donde estaba—Es simplemente asqueroso—. Hay una corriente helada que me coloca la piel de gallina, miro a Bastian y está más pálido de lo normal ,seguro el frío ha bajado su temperatura a algún nivel muy por debajo ,así que me intento acomodar y lentamente coloco mi brazo encima del suyo,intento apegarme a él para que entre en calor.

—  ¿Qué haces?— habla con sus ojos cerrados soltando un tono áspero—no te acerques mucho.

lo miro confundido, pensaba que estaba en un sueño profundo pero estaba en lo incorrecto, me aparto enseguida.

— No me gusta que te acerques mucho—  agrega—. ¿vale?

Mi cara se torna disgustada y me quito enseguida, es inútil que esté intentando protegerle y me responda de una forma tan brusca, puedo  notar como su mente es de alguien de poca edad,  pues es ilógico que se atreva a decir aquello mientras sus pies están entrelazados con los míos, donde él mismo se entrelazó a mí.   

— Vale—  abro un poco mis labios y lo miro hasta intentar dormirme.

...

Siento un pequeño golpe en el tronco al cual estamos atados con alambres, me despierto enseguida, Bastian tiene una pequeña rama en su blancuzca mano y parece dibujar algo en el suelo, abro mis ojos perezosamente al verlo.

  Parece que no se da cuenta que estoy despierto, pues apenas el sol mañanero se empieza a asomar y el sonido que hace la rama me hace entrecerrar mis ojos pero no lo demasiado para poder ver que hace, unas dos siluetas empieza a dibujar, empezando por la cabeza con una forma de ovalo, y el resto del cuerpo con líneas, parecen mucho a los dibujos que hacía hermanita de tan solo cuatro años.

la maleza en el suelo se mueve, veo las dos personas bastante claras dibujadas, hay dos chicos dibujados, uno muy cerca al otro, casi invadiéndose el espacio personal entre ellos, se miran fijamente, casi puedo sentir lo que intenta transmitir su dibujo, a cada lado de ellos hay una letra respectivamente "B" "A"

Me quedo analizando sus dibujos y creo que soy uno de ellos,creo que  mi intención de protegerlo se hace evidente, al menos sé que lo nota con su infantil representación. 

  — Bastian— abro mis ojos y hablo de golpe.

da un pequeño saltito, y destruye bruscamente lo que ha dibujado en el suelo sucio y la maleza seca, lo miro confundido, observando su rostro inexpresivo nuevamente.

  — ¿Qué quieres? — Responde de forma grosera.

—  Deja de actuar como idiota— Hablo al tiro— Menudo niñato imbécil¿No te basta con la situación en la que estamos?

Me mira con sus ojos cristal casi fulminándome, su ceño fruncido parece que me da un juicio adentro de su cabeza.

  —  ya,ya— alzo un poco mis hombros— no me digas que te enojaste.

Me mira frío, eso significa que está completamente enojado, no entiendo a este chico, siempre estoy intentando hacer bien las cosas para intentar mejorar la situación y responde de una forma brutal. Lo miro fríamente y él a mí, hacemos contacto visual durante un largo tiempo casi matándonos mutuamente hasta que se escucha un sonido en la lejanía, las ramas secas se quiebran entre sí levantando miedo en mi interior, giro mi rostro encontrándome con la figura de Francis caminando rápidamente hacia nosotros, su cara refleja la temperatura pura del invierno que pronto llegará, está demasiado pálido.

camina bruscamente acercándose demasiado, a primera vista noto gran parte de sus brazos de color púrpura, varios moretones se dejan ver ante nuestros ojos, este se acerca sin mencionar una sola palabra y medita un momento, lo observo cuidadosamente mientras sus ojos parecen darme sentencia solamente a mí.

  — Esto es por tu puta culpa— me mira sádicamente, abre su boca dejando ver sus dientes chocar entre sí y toma una postura en cuclillas  —  Infeliz. 

levanta su mano ferozmente aventándola en forma de puño hacia mi cara, siento una parte de mi mejilla arder inmediatamente y que se contrae al mismo tiempo, sus ojos negros parecen querer bañarse por una capa de lágrimas tras golpear mi otra mejilla, parpadea varias veces haciendo  desaparecer las vagabundas lágrimas que quieres salir, Bastian mira asustado y yo me quedo aturdido.

No abro mi boca para nada, me quedo en silencio  y aturdido.

  —  Tú— señala a Bastian con su dedo, esos ojos celestes lo miran atemorizado— mañana vienes conmigo.

—  ¿Qué harás con él?  — Espeto mientras aprieto los puños— ¡no se te ocurra tocarlo, te mataré si lo haces! 

  recibo una bofetada en mi otra mejilla, se levanta furioso, abre un poco sus piernas de una forma atemorizante, apoyándose muy bien al suelo y me penetra con sus ojos opacos de una forma que en verdad me asusta, sus ojos oscuros dejan salir una lágrima mientras su mano va a su bolsillo.

  — No-no soy como ellos— sigue buscando hasta que lo encuentra, un colapso emocional lo está invadiendo a Francis — repítelo —. 

  — No le hagas nada— las manos de Bastian empiezan a temblar de una forma brusca, sus ojos también brillan gracias a sus lágrimas— ¡no! 

 Su revolver apunta la cabeza de Bastian,el chico de ojos celestes empieza a derramar lágrimas sin  ningún esfuerzo, su pecho tiembla mientras su respiración se agita rápidamente, baja su cara como si estuviera esperando a que apriete el gatillo,se cubre con sus manos temblorosas.

  una impotencia me abraza rápidamente mientras le sigue apuntando.

— Mátalo— frunzo el ceño furioso,su mano tiembla mientras apunta— no te atrevas a dejarme vivo, te rebanaré el pescuezo.

Su revolver me  apunta ahora a mí.

  — no— Bastian masculla— Adrien...

Su mano que apunta temblorosamente deja caer sin previo aviso el revolver que agarraba, dirigiendo ambas palmas a su pecho con brutalidad, el cual empieza a agitarse. Francis lleva sus mano a su otro bolsillo desesperado mientras toma grandes bocanadas de aire, deja ver la misma lata pequeña ante nuestros ojos, delatando que es otro ataque de asma, Bastian se tira hacia adelante alcanzando el revólver con sus manos tembloroso, rasguñando su vientre gracias a los alambres, el chico frente a nosotros se está ahogando mientras el de ojos celestes le apunta con miedo.

Se ve como su pecho se calma tras respirar ese aire que proviene de la pequeña botella,respira profundamente y al ver como el chico de tez pálida le apunta sin remordimiento.

  — adelante— sonríe mientras sigue respirando fuertemente por la nariz— mátame y no tendrás quien te saque de este moridero, pedazo de mierda. 


Mismo Infierno [GAY] #M.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora