capítulo 4-

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mis tripas están casi secas, no nos han dado ni un pedazo de comida,ni algún pan mugriento que se les haya caído en el suelo,simplemente han comido adelante de nosotros como si fuéramos peores que animales, al lado tenemos unas pequeñas latas de sardinas, en donde han colocado agua para que bebiéramos,ese olor que empieza a emanar se vuelve más nauseabundo al paso de los días.

La sutura no se ha cerrado completamente, aún siento que si me muevo demasiado se abrirán y dejarán ver el interior de mis muslos.

veo una luz de esperanza en la lejanía,el mismo chico que saturó ambas piernas trae algo entre sus manos,se acerca lo demasiado y puedo ver sus ojos negros posados en ambos.

- ¡Coman!- quita una prenda sucia de un pedazo de carne , el cual era cubierta- ¡que sea rápido,han cazado un venado!

Quedo mirándolo asombrados, su silueta es moldeada por la luz de la luna.

- que sea rápido maldita sea- su cara se torna seria - no debería darles de comer a ustedes dos.

recobro la lucidez y dejo de pensar tras escucharlo, doy un pequeño golpe con mi hombro derecho al chico del lado, Bastian abre sus ojos azules levemente y observa el pedazo de carne igualmente.

- Cómete-lo- hago un quejido al sentir el dolor de mis muslos- . agárralo

- Pe-pe- Sus delineados labios empiezan a tartamudear-. ¡Tú estás herido,necesitas recuperarte!

- ¿Me estás desafiando de nuevo? - hablo serio, aunque tengo hambre es mejor que él recupere energías, pues en el día de ayer los mismos soldados se lo llevaron por un rato para hacerle quién-sabe-qué,tengo hambre pero puedo esperar un par de días más-. ¡Agárralo ya!

me fulmina con la mirada,esos celestes ojos me quisieran estrangular por recordar el día que peleamos, varios golpes por acá y por allá,terminó con la boca ensangrentada gracias a mí,casi no se podía colocar de pie por la desorientación que le propinaron mis puños.

- quítate de mi camino- recuerdo que me empujó tras oponerme a su estúpido deseo- Tengo que ir ya, no le dejaré morir- apuntó su rifle hacia mi pecho- ¡Quítate de una maldita vez!

Una parte de la ciudad estaba infestada de aquellos hombres en ese entonces, una de las casas seguía en pie, y adentro de una de ellas al parecer tenía un hombre mayor en su interior,los hombre del bando contrario entraron en un santiamén con una violencia única mientras nosotros estábamos en la lejanía observando sin nada que hacer. Bastian estaba dispuesto a ir a por ese señor,pero sería carne de cañón si se empezaba a mover a esa dirección,quizá estaría muerto en estos momentos. lo único que pude hacer fue desafiarlo fríamente, pues no lo iba a dejar ir para que la muerte abrazara al más joven de nuestro ya casi extinto pelotón.

- ¡Dispara!- le grité- adelante ¿que mierda esperas?

sus manos temblaban mientras sus ojos celestes estaban temblorosos, las venas de su cuello se notaban fácilmente mientras todos observaban lo que pasaría, pero el simplemente bajó su rifle y me esquivó como si nada, había prometido protegerlo y eso fue lo que hice, lo volví a tomar del hombro y lo que recibí fue un golpe suyo que fue directamente a mi cara.

- Yo hago lo que quiero imbécil- su mano seguía en forma de puño y la movía de un lado a otro por el golpe que me propinó, e intentó caminar a esa dirección nuevamente, así que me vi obligado a tomarlo a la fuerza,golpeándolo aunque no quisiera.

recibo un golpe que me saca de todo pensamiento, me encuentro con la mano de Bastian a pocos centímetros de mi boca, lo miro desorbitado y frunzo el ceño.

Mismo Infierno [GAY] #M.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora