Episodio 1: "Viaje"

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Tirado en el piso frío daba sus últimos alientos aquel hombre, cubierto de sangre y heridas.
       —No puedo morir aquí, necesito seguir, necesito luchar —Se repetía a si mismo una y otra vez mientras aferraba con sus fuerzas restantes una pistola entre sus manos.
   Sin embargo, a pesar de sus deseos de continuar, sus esfuerzos por mantenerse con vida parecían en vano. Sus ojos se cerraban mientras su respiración se hacía cada vez más pesada.

   Criaturas inhumanas corrían de un lado a otro, parecían sombras moviéndose debajo de un foco. Una de ellas se detuvo frente al hombre moribundo, los ojos brillantes de aquel ser escudriñaban el cuerpo del desahusiado.

   La mano áspera de la criatura se posó sutilmente sobre el pecho del hombre, mientras este cerraba sus ojos. Respiró profundo y sintió como la bestia atravesaba su carne, destruía sus huesos y desgarraba sus órganos poco a poco.

    Sus ojos se abrieron de golpe, mientras precipitadamente se levantaba, estaba en su cama, su respiración estaba agitada, su corazón latía con fuerzas y el sudor, frío, bajaba lentamente por su cuerpo
  —¿Otra de esas pesadillas? —Preguntó su compañero de habitación.

  –Si, otra de esas, de verdad desearía que ya se detuvieran...

  —Debes intentar descansar, Zack, mañana es un día importante para todo.

  —Espero poder hacerlo. Buenas noches David —Exclamó Zack en voz baja mientras volvía a acostarse en su cama.

    Al día siguiente, a las nueve de la mañana, Zack volvía a levantarse. Se talló los ojos antes de poner sus pies en el suelo, caminó un poco y encendió las luces de la habitación. David no estaba allí. Zack encendió su TV y se dirigió al baño, dejando la puerta abierta, mientras se aseaba escuchaba al presidente hablar.
  “Hoy, el dos de diciembre del dos mil veinticinco, será un día muy importante para toda la humanidad, esta tarde, el acelerador de partículas más grande jamás creado será encendido, lo cual traerá consigo miles y millones de avances y estudios científicos, medicinales y armamentísticos...”

    Zack apagó el TV mientras salía del baño, su ropa ya no era la misma, tenía puesto su uniforme de laboratorio. Salió de su casa, bajó a la calle y tomó un Taxi, debía llegar rápido a su empleo.

    Luego de unos minutos de viaje se encontraba en las puertas de su trabajo, el acelerador de partículas, luego de la entrada principal una especie de sala de espera se extendía, al final de esta una segunda puerta de cristal blindado llevaba hacía las oficinas, una máquina permitía y negaba la entrada a las instalaciones. Zack pasó una cinta puesta en su muñeca por un pequeño escáner, luego, la puerta se abrió.

  —Bienvenido, Zack Connor —Dijo una voz robótica que salía de la máquina.

    Mientras caminaba por el pasillo hacía su oficina, Zack era constantemente saludado.

    —¡Señor! —Exclamó un joven mientras se acercaba a Zack para luego caminar junto a el —¿De verdad está de acuerdo en encender el acelerador de partículas hoy? Estuve leyendo todos los informes y no creo que sea conveniente hacerlo, varias cosas no están...

    Zack lo interrumpió.

  —Honestamente, no estoy de acuerdo en hacerlo, sin embargo mi posición como científico-militar al mando de esta "misión" parece no ser suficiente para oponerse a la decisión del Capitán General y, mucho menos, del Presidente —Zack se detuvo frente a la puerta de su oficina —"Los buenos soldados obedecen órdenes", no nos queda más que hacerlo y, si usted cree en algún Dios, le sugiero que rece por qué todo esto salga bien.

    Horas después el acelerador se encontraba en completo funcionamiento, muchas personas caminaban de un lado a otro en los pasillos de las oficinas, algunos festejando por el éxito y otros revisando y analizando datos en distintos aparatos. Zack se encontraba hablando por teléfono con David en un pasillo subterráneo.

  —Trataré de estar en casa temprano, todo marcha bien... —Aparto un poco su teléfono, tratando de escuchar algo.

—Y ¿Que tal tu búsqueda de empleo? ¿Conseguiste algo? —Mientras David hablaba Zack caminaba por el pasillo.

—David, debo colgar, tengo que revisar algunas cosas.

  Luego de colgar Zack echó a correr hacía las oficinas. «Mierda, el acelerador no debería sonar así», se dijo a si mismo. En medio de su carrera fue alcanzado por otro científico.

  —Señor, debe ver esto —Mientras ambos corrían el científico le mostraba algunos documentos en una tablet a Zack —Una de las compuertas que llevan al núcleo del acelerador se está abriendo, es una fuga demasiado peligrosa, debemos cerrarlo o esto podría terminar demasiado mal.

  Unas alarmas, acompañadas de luces rojas, se encendieron en todos los pasillos y salas.

  —¡Operadores, cierren todas las compuertas del núcleo! —Vociferó Zack al llegar a la habitación desde la cual, digitalmente, se controlaba el acelerador.

  —¡Señor, las compuertas no responden! —Gritó un operador a lo lejos.

  —¡Alguien debe cerrarla manualmente! —Dijo alguien más.

  —Yo iré —exclamó Zack —Ustedes me dirán que debo hacer a través de los micrófonos.

    Zack salió de la sala y comenzó a correr hacía el núcleo, mientras más se acercaba el calor se intensificaba y el aire se hacía mucho más denso.

  —Señor, debe ver unos seis pasillos, debe tomar el cuarto de izquierda a derecha, lo llevará hacía la compuerta abierta —Se escuchó a través de los amplificadores del pasillo. —Al llegar, debe haber un panel, debe ingresar con su cinta de acceso y luego podrá cerrarla.

    Al llegar Zack trató de escanear su cinta en el panel, pero este no respondía, parecía estar averiado.

  «¿Ahora que carajos debo hacer?», se preguntó a si mismo. Luego de unos momentos los amplificadores volvieron a sonar.

  —Señor —Esta vez la voz del operador se escuchaba desanimada y un poco melancólico— Los fusibles del panel están quemados, la única manera de cerrar la compuerta es... —El operador suspiró despacio— Debe entrar al núcleo, pero hacer eso sería cometer suicidio, creo que es mejor que vuelva, así podemos tratar de minimizar el daño que pueda causar la fuga y... —Los amplificadores comenzaron a distorsionarse, haciendo imposible entender lo que decían, seguramente por el calor.

    Zack se sentó en el piso, mientras frotaba su cabeza con sus manos, su cuerpo estaba lleno de sudor. Estaba exhausto.

   Luego de un momento se levantó del piso y se dirigió a la compuerta, había tomado una decisión, detendría la fuga a como diera lugar, aunque no sabía que tan grande podría ser el daño quería asegurarse de no poner en peligro a los hombres en su mando y a las personas fuera del acelerador. Al entrar el calor era agobiante, todo lo que tenía que hacer era cortar algunos cables, la compuerta se cerraría y sería todo. Zack, gracias a su metro ochenta de altura, pudo llegar fácilmente a los cables sobre la compuerta, tomó un puñado de estos y los jaló con toda sus fuerzas, arrancándolos y haciendo cerrar la compuerta. Caminó un poco más hacía el núcleo, seguramente iba a morir de deshidratación gracias al calor infernal pero de alguna manera se sentía bien, había evitado una posible catástrofe, aunque eso le costara la vida.

   El núcleo emitía un ruido extraño, aquel que había escuchado en el pasillo,  era parecido al de un trueno constante. El núcleo emitió una potente luz, cegando a Zack, el cual sintió una fuerza inmensa que lo lanzaba hacia adelante, haciéndolo volar por lo aires para luego caer en seco sobre el suelo metálico con un estruendo ensordecedor.

    Para su sorpresa, cuando intento levantarse, aún cegado por la luz, el piso ya no era más una placa metálica, sus manos estaban tocando el césped húmedo...

Xenon-4333Donde viven las historias. Descúbrelo ahora