Xenon-4333

Episodio 26 - "El distrito gélido"

    De regreso a Xenon el campo antigravitarorio atajó a la astronave y la guió de regreso a su agujero en el astillero. Cuando aterrizaron la nave quedó, de nuevo, ubicada verticalmente por lo que tuvieron que usar la escalera del suelo para salir. Una vez afuera salieron del agujero dejando atrás la nave, hacía la cual corrían un grupo de mecánicos para llevar a cabo las revisiones rutinarias que se hacían cada vez que las astronaves regresaban del espacio, avanzando de regreso por el camino que habían tomado antes entre los agujeros. De regreso a la entrada del astillero Zack pudo notar que una de las tres gigantescas naves ya no estaba, las otras dos aún seguía ahí; los soldadores ya habían desmontado gran parte de los andamios que les permitían soldar las partes más altas de las naves.

    Al llegar al hangar en la entrada del astillero el mismo grupo de personas que los había recibido los estaba esperando, la escuadra debía regresar sus contraseñas de visitantes. El transporte del ejército los estaba esperando para cuando llegaron, uno de los pilotos, desde la compuerta les hizo señas para que se apresuraran, corrieron hasta la nave, subieron y partieron. Todos tomaron asiento menos Thawne que, permaneció de pie.

  —Muchachos —Dijo al tiempo en que arreglaba su reloj —Tristemente aún no podremos descansar, pues tenemos una misión nueva que cumplir. Nos dirigimos a Jedha, el distrito más al norte de Xenon.

  —¿Cuál será nuestra misión, Sub?

  —Tenemos que capturar a un grupo de maleantes, no tienen un nombre, pero se les conoce como los asaltadores de minas, pues es lo único que hacen. Pero según los materiales que han robado de distintas minas todo apunta a qué se están armando, quizás para llevar a cabo un plan mucho más grande...

  —¿Entonces tendremos que entrar en una de esas sucias minas de Jedha? —Preguntó Xain, un poco asqueado.

  —Bueno, para ser lugares conformados, literalmente, por solo túneles bajo tierra son espacios muy limpios —Intervino Alt.

  —Si, pero ¿Que tal todo el frío que hay allá abajo? Todo el frío debe quedar atrapado allí y pues, ajá. Mucho frío, paso.

  —El frío no es un problema, las armaduras del ejército están diseñadas para permitirle a los soldados el estar en climas extremos. Si no quieres ir a la misión solo dilo, no inventes excusas estúpidas. Flojo.

  —Bueno, Sub, ¡No quiero ir a la misión!

  —Genial, igual irás a la misión, no importa si quieres o no. No puedes quedarte en la nave. —Respondió Thawne.

    Alt y Zack, a pesar de tratar de no hacerlo, rieron por la situación.

  —¡Vamos Sub no te costaba nada decir que no iría!

  —Me costaría un hombre, y no sé cuántos necesite allá abajo, según tengo entendido los asaltadores de minas son un grupo numeroso.

  —Bueno, esperemos refuerzos, mientras tanto ¡descansemos!

  —No esperaremos a nadie, bajaremos a una mina y buscaremos a los asaltadores. —Replicó Thawne.

  —¡Bien, iremos a la estúpida misión! —Gritó Xain —Igual ni quería descansar...

    Dentro de la nave, Zack se quedó dormido, luego de varias horas de viaje despertó. Xain y Thawne estaban dormidos, Alt por otro lado estaba mirando hacía el techo.  Miró por la ventana, no podía distinguir nada, la nieve blanca del suelo se fusionaba con la niebla, igualmente blanca, haciendo parecer que no había nada fuera de la nave. Observando con atención Zack pudo distinguir varios árboles cubiertos de nieve, bajo ellos pudo ver varias criaturas moviéndose ágilmente, pestañeó y no volvió a verlos, «Debe haber sido mi imaginación» pensó, pues aún seguía un poco dormido. A lo lejos, de la espesa niebla, Zack fue testigo de como una gran ciudad casi tan blanca como la nieve emergió.

  —¿Esa es la ciudad principal de Jedha? —Le preguntó a Alt.

  —No, es una de las instalaciones de las minas, supongo que es nuestro destino... —Explicó el droide, luego de voltear a ver a Zack —Dudo que lleguemos hasta la ciudad central en esta ocasión...

  —Bueno, no importa... ¿No crees que ya debemos despertar al Suboficial? Estamos casi en la mina.

  —Bueno, yo lo hago...

    Alt se levantó de su asiento, y se acercó a Thawne. Cómo si estuviera tocando una puerta golpeó el pecho del traje del Suboficial hasta que esté abrió los ojos. Alt le explicó que ya estaban llegando a la mina.

  —Gracias por levantarme, Alt —Thawne giró su cabeza y vió a Xain, dormido —Despierta también a Xain... Espero que haya dormido bien. Preparen sus cosas, tomen sus armas, tenemos que bajar rápido.