Episodio 24 - "El Astillero"

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    Thawne, Xain, Zack y Alt partieron en su transporte asignado desde un hangar en las cercanías del muro que rodeaba a Aluvia. Dos horas después llegaron a uno de los astilleros del distrito de Aluvia. Los kilómetros y kilómetros cuadrados de un concreto bastante claro, vallado y protegido hasta el más mínimo milímetro, que conformaban aquel lugar se encontraban en un lugar bastante alejado de la población, por razones que luego se harían un poco obvias. Desde el transporte el astillero parecía una gran mesa blanca cubierta por manchas oscuras, dispuestas cuidadosamente en círculos concéntricos. Pero mirando más detenidamente aquellas manchas se convertían en las bocas, de cuarenta metros de diámetro, de inmensos pozos. Cada pozo estaba rodeado por varias edificaciones: talleres de reparación, oficinas, vestuarios, talleres de comprobación, cantinas, puestos de centinelas. Cada "mancha" era un pozo de despegue y aterrizaje, y los pozos de construcción del artillero, usados por las distintas naves espaciales que habitaban el lugar; de algunos de ellos surgían los cascos de las naves, esperando a ser reparadas, o esperando para despegar.

    Las espacionaves pequeñas o ligeras, como la que iban a abordar, no estaban diseñadas para soportar la fricción que producía el despegue ni tampoco para soportar su propio peso al estar contra la gran fuerza de gravedad sin ayuda, si se intentara la fuerza de gravedad destrozaría la estructura de una nave como si de una cáscara de huevo se tratase, por eso las naves eran construidas alzadas verticalmente en los pozos, rodeadas por redes de andamios y pasarelas. Al momento de despegar las naves ligeras eran rodeadas por proyectores que, al activarse, formaban un cilindro invisible dentro del cual la gravedad no existía; las naves subían aún dentro de los cilindros antigravitatorios hasta que podían partir por su propia cuenta. Las naves que aterrizaban cortaban la propulsión de los cohetes y bajaban dentro de los mismos cilindros hasta su pozo correspondiente.

    La nave los dejó en un pequeño hangar en la entrada del astillero, desde allí se podía observar cuáles pozos se encontraban en uso y cuáles no gracias a una pantalla en lo que Zack supuso era una recepción, también se podían observar tres naves de dimensiones colosales que se encontraban en el centro del complejo que parecían estar sometidas a una reconstrucción, según indicaban los grandes chorros de chispas que despedían los soldadores que se encontraban alrededor de las naves; tales espacionaves no usaban pozos debido a gran su tamaño.

    La escuadra de Thawne se detuvo frente a una compuerta con una pantalla que decía:

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“Si entra ilegalmente a partir de esta puerta pone usted en gran peligro su vida, ya ha sido advertido”

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    Un par de personas salieron de la puerta en el momento en que Thawne tocó la misma, a la escuadra se les distribuyeron contraseñas de visitantes. Zack tomó la suya y se aseguró de guardarla bien, pues sabía cuál sería su destino si entraba sin una de esas consignas protectoras al astillero. Continuaron, comenzando su camino por entre los pozos, se detuvieron al llegar al C-17 pues escucharon un aviso por el altavoz del pozo.

  —¡Intruso en el pozo C-17! —Se escuchó a través del altavoz —Desconocido en el área E. ¡Guardias, muevanse!

    Alguien sin contraseña de identificación o de visitante había sido detectado por el sistema de seguridad del pozo C-17, razón por la cual se avisó a los guardias del lugar.

  —Alguien debe haber entrado sin contraseña a este pozo —Explicó Thawne.

  —Si, ya me dí cuenta —Replicó Xain.

  —Por favor, no pierdan sus contraseñas de visitantes

  —Sub ¿No podemos ver qué pasa?

  —No, no podemos, tendríamos que entrar a las edificaciones del pozo. Nosotros tenemos una misión, vamos, avancen.

    La escuadra reanudó su camino por los pozos, cuando comenzaban a caminar de nuevo una ráfaga de disparos se escuchó desde el pozo, esta vez caminaron hasta el pozo B-11, su destino, en el lugar esperaba una nave pequeña. Tuvieran que bajar los cincuenta metros de profundidad del pozo por medio de los andamios, una vez abajo, fueron dirigidos a los vestuarios, dónde se les dió un tanque de oxígeno y se les explicó cómo debían conectarlos a su casco y como prepararse para el despegue.

    Entraron a la nave por lo que se suponía era el techo, en el suelo de la nave (que ahora se encontraba en posición vertical) había una escalera, debían subir por ella hasta la compuerta donde los pasajeros de la astronave debían sentarse. A medio camino Zack sintió como la fuerza que normalmente jala a uno hacia el suelo desapareció, el campo antigravitarorio había sido activado, los cuatro se encontraban ahora flotando en la nave. Xain, empujándose con las paredes, tomó la delantera en el camino a los asientos, giró su cabeza y miró a Zack, quien sintió que lo invitaba a competir con el en una carrera hasta sus puestos. Impulsandose con las paredes también Zack alcanzó a Xain, quien lo estaba esperando. Golpeandose mutuamente y empujandose con las manos, pies y codos contra las cubiertas, paredes y rincones de la nave comenzaron su carrera a cámara lenta a través de la ingravidez de la nave, como aves tratando de volar bajo el agua. Thawne siguió usando la escalera como impulso y agarre, Alt por su parte siguió a Xain y a Zack.

    Ambos tocaron la compuerta casi al mismo, un par de segundos después Alt, fuera de control, se estrelló contra la puerta.

  —¡Yo gané! —Gritó Xain.

  —Claro que no, yo lo hice, ¡Yo llegué primero! —Le replicó Zack

  —¡Mentiroso! Yo toqué primero la compuerta

    Thawne llegó hasta dónde estaban los otro tres y los miró, esperando que abrieran la compuerta.

  —Bueno, algo es seguro... —Xain abrió la compuerta —...Sub no fue el ganador

  —Si, cómo sea, Alt ganó —Respondió Thawne mientras se impulsaba dentro de la habitación.

    Los cuatro se sentaron en distintos puestos de las dos filas de asientos, ubicadas una frente a la otra en las paredes del recinto.

  —Entonces, Señor, ¿Iremos al espacio?

  —Si, iremos al espacio —Le explicó Thawne a Zack —Nuestra siguiente misión se llevará a cabo en una de las estaciones interplanetarias ubicadas en Xenon

  —Señor, ¿Cuántos planetas están habitados en este sistema planetario?

  —Bueno, todos están habitados pero si te refieres a poblaciones "inteligentes"; cuatro de siete planetas están habitados

  —¿Por qué a pesar de tener cuatro planetas habitados aún no he visto un alien, Señor?

  —Normalmente los "aliens" vienen en temporadas específicas del año, tristemente llegaste en un momento en el cual ninguna de esas temporadas está en curso...

  —Ow, bueno, ustedes de alguna manera cuentan como aliens ¿no?

  —Si, supongo que para ti, como tú para nosotros, ¡eres un alien —Intervino Xain.

  —Es bastante–...

    Una voz proveniente de una altavoz interrumpió a Zack.

  —Pasajeros, prepárense para el despegue, iniciaremos la cuenta regresiva. Por favor, mantenganse en sus asientos hasta que sean notificados. —Dijo uno de los pilotos.

¿Saben? Me gusta mucho estar en este planeta —Dijo Zack ignorando el mensaje y la cuenta regresiva, la cual se escuchaba en toda la espacionave —En mi planeta quizás nunca hubiese podido ir al espacio, mi vida no era muy interesante, ¡¡Pero aquí estoy, en un planeta genial en camino a una estación espacial interplanetaria dónde quizás conozca aliens!!

Xenon-4333Donde viven las historias. Descúbrelo ahora