Episodio 34 - "Ray"

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A la mañana siguiente Thawne entró a la habitación de Zack, abrió la puerta de golpe, se acercó a la cama donde Zack estaba durmiendo y moviendo las sábanas que lo cubrían gritó en un tono no muy alto.

  —¡Muchacho, levántate, estamos retrasados! —Dijo.

    Zack no parecía despertar, por lo que Thawne tomó su brazo, lo sentó en la cama y luego lo sacudió. No despertaba por lo que Xain, que pasaba por la habitación, decidió intervenir. Con un poco de fuerza le dió una bofetada, haciéndolo despertar de inmediato.

  —Levántate —Le dijo el Suboficial cuando vió que sus ojos se abrían —Debemos salir rápido

  —¿A dónde, señor? —Respondió Zack desorbitado.

  —Tenemos una reunión con el Gobernador, recién ví el comunicado, apresúrate.

  —¿Vamos todos? —Intervino Xain.

  —No, el comunicado dice que solo vayamos Zack y yo.

  —¿Y que hay de mi, y de Alt? ¿Que haremos?

  —Pueden seguir descansando, tú añorabas un descanso ¿no? —Thawne hizo una pausa y luego se dirigió a Zack —Ponte tu traje, el transporte casi llega.

    En el techo del edificio esperaron el transporte. Al llegar ni siquiera tocó el suelo, se mantuvo a unos cincuenta centímetros del suelo esperando que Zack y Thawne subieran. El Suboficial, al estar adentro, le ordenó a la pilotos que viajaran a la velocidad máxima permitida.

    Llegaron a Aluvia en cuestión de, quizás,
media hora. La nave de transporte los dejó en el tejado de la base del edificio del gobernador para luego partir. Thawne y Zack, para evitar entrar en el edificio, decidieron escalar la torre donde se encontraba la oficina mediante escaleras que se encontraban en el exterior de la misma. Dentro de un cilindro formado por varias varas de acero se encontraban los peldaños que se usaban para escalar, Thawne fue el primero en entrar, una vez dentro subir era solo cuestión de impulsarse hacia arriba como si de una escalera "terrestre" se tratase. Obviamente, el primero en terminar de escalar los 80 metros que conformaban la torre fue el Suboficial, pues había comenzado de primero, el aire los golpeaba directamente, se habían detenido ya bastante cerca del aro dónde se encontraba la oficina. En un espacio de la escalera se podía encontrar, insertada en la columna, una placa, que al retirarla permitía la entrada al interior de la misma.

  Se encontraron en el camino que recorría el ascensor que llevaba a la oficina, estaban en un espacio que se volvía más amplio para dar lugar a una plataforma, capaz de albergar a unas 10 personas, allí esperaron al ascensor, al que entraron para terminar de subir.

     Una vez arriba, cuando se encontraban en la recepción de la oficina, el Suboficial fue llamado a entrar, a Zack se le ordenó permanecer afuera hasta ser llamado, ansioso e impaciente comenzó a caminar de un lugar a otro, de un lado de la recepción hasta el otro, desde la puerta del ascensor hasta la puerta de la oficina, se detenía de vez en cuando a observar por las grandes ventanas o a ver pequeños detalles en la habitación. Fue entonces cuando un soldado salió del ascensor. Caminó detrás de Zack, quien caminaba en dirección a la puerta de la oficina desde el ascensor, y luego le pasó por un lado. Su armadura, iluminada completamente por luces blancas, pasó por el costado izquierdo de Zack, quien pudo notar que aquel hombre lo observó de pies a cabeza. Un par de metros más adelante el soldado giró abruptamente y se detuve de frente a Zack.

  —¿No muestras acaso respeto alguno a tus superiores? —Dijo fuertemente.

    La señora que en la ocasión anterior había estado detrás del escritorio se encontraba en el mismo lugar esta vez, había estado todo el tiempo allí y por lo ocurrido pareció soltar una pequeña risa.

  —Disculpe, Señor —Respondió Zack, al tiempo en que levantaba su brazo izquierdo y, con el puño cerrado, señala con el pulgar hacia su pecho.

  —Es la otra mano, animal.

  —Lo siento... —Susurró, mientras levantaba su otra mano y escondía la izquierda.

  —Ya no importa, voy tarde, deberías aprender el saludo del ejército al que sirves en lugar de estar aquí, merodeando en lugares que no te incumben.

    Aquel peculiar soldado se alejó de él y entró a la oficina. Zack permaneció de pie un momento, con su pulgar derecho apuntando hacia el pecho, luego de un tiempo bajó su mano y bajo la mirada de la recepcionista pasó a sentarse en una de las sillas que se encontraban en lugar.

    Pasado un tiempo la puerta de la oficina se abrió lentamente, Thawne asomó una parte de su cuerpo.

  —Zack, pasa, rápido —Le ordenó.

    Zack se levantó de su asiento y prácticamente corrió a la oficina. Cuando entró Thawne cerró la puerta detrás de el y se postró a un lado suyo. El soldado de luces blancas se acercó a el y dirigiéndose a Zack exclamó

  —Espero me disculpe por lo que sucedió hace unos instantes, no sabía que eras el viajero intergaláctico del que todos hablan

  El hombre levantó su mano y realizó el mismo saludo que Zack había realizado frente a el hace varios minutos.

  —Ray Bradbury es mi nombre —Dijo.

  —El mío es Zack Connor... Un gusto.

  —El gusto es mío —Replicó Ray —Siéntese, tenemos de que hablar —Añadió mientras caminaba hacia la mesa para hacerle compañía al Gobernador.

  —¿Quien es el? —Le susurró Zack a Thawne, ambos caminaban hacía la mesa también.

  —El es Ray Bradbury, como ya te dijo.

  —Si, lo sé, pero ¿Quien es, que cargo tiene?

  —Ray es el Capitán General.. —Señaló Thawne —Es el líder, el que está al mando de todo el ejército de Xenon. Cada soldado que hayas conocido hasta hoy, incluyéndonos, está bajo sus órdenes...

Xenon-4333Donde viven las historias. Descúbrelo ahora