Capítulo 10

96 13 1
                                    

Pasó un rato que los dos alfas llegaron y hablaron con el resto, y les contaron de todas las trampas que encontraron y destruyeron

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasó un rato que los dos alfas llegaron y hablaron con el resto, y les contaron de todas las trampas que encontraron y destruyeron.

Pero cada uno estaba demasiado ansioso por pasar tiempo con sus parejas luego de estar separados y rememorando cosas del pasado unos. Así que sólo una hora después de que llegaran ya cada pareja se había encerrado en su respectivo cuarto.

—Mi bonito Leo, ¿te gustaría tomar un baño conmigo?

—¿Baño?

—¿No recuerdas cómo es darte una ducha?

Leo lo pensó algunos momentos antes de negar con la cabeza, no recordaba qué era aquello.

—Bien, creo que lo vas a disfrutar, anda ven conmigo.

Lo llevó de la mano hasta el cuarto de baño, por algunos momentos Leo se quedó sorprendido ante los limpios azulejos del lugar, más aún cuando Ravi se metió entre las cortinas de la ducha y, luego de accionar una pequeña palanca metálica, una pequeña cascada comenzó a caer ahí adentro.

Luego de eso Ravi se acercó para comenzar a trabajar con su ropa para quitársela.

—¿Ravi?

—Tranquilo, confía en mí, —le susurró hasta que terminó de desnudarlo.

Para ese momento Leo ya tenía la respiración acelerada y el cuerpo encendido, lo cual incrementó al ver cómo Ravi hacía lo mismo y se deshacía de toda su ropa. Pero cuando iba a acercarse y besarlo él lo detuvo por los hombros.

—No te apresures, ya llegaremos a eso, —dijo con una sonrisa ladina—, pero creo que primero querrás vivir esto.

Se inclinó para tocar el agua que caía y modificó un poco la palanca del fondo, fue hasta ese momento que Leo se percató del vapor que había comenzado a llenar el lugar al grado que no tenía frío aunque estaba desnudo.

—Está listo, anda ven.

Ravi se metió bajo el chorro de agua tibia y atrajo a Leo con él. Al inicio el pelinegro se tensó un poco al sentir el agua cayendo sobre su cuerpo, pero no se quemó así que dejó que la situación fluyera, aunque su mano seguía fuertemente aferrada a la de Ravi.

No pasó mucho mientras la sensación se iba volviendo placentera, el agua caliente iba templando su piel y podía sentir cómo la suciedad se despegaba de su cuerpo. Soltó un suspiro de satisfacción.

—Date la vuelta —pidió Ravi.

Leo lo hizo y pronto el agua comenzó a caer sobre su cabeza, un leve gemido se le escapó al sentir como Ravi movía sus dedos por su cabello, escuchó algo de ruido y un olor dulce llenó el lugar.

Ravi había comenzado a masajear su cabello con champú y a limpiarlo con cuidado; estaba seguro que, si Leo fuera mitad gato y no mitad lobo, para ese momento estaría ronroneando.

De naturaleza Salvaje (WonTaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora