Nakahara Chuuya fue apartado de su familia desde que era un niño, por la mafia rusa, ahora está comprometido con el próximo jefe, sin embargo algo en su vida cambiará cuando conozca a un enigmático castaño.
Dazai Osamu es un importante ejecutivo en...
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Él era un chico normal, miembro de una prestigiosa familia, por lo tanto nada le había hecho falta hasta el momento, su vida era de envidiar y él la valoraba bastante, incluso a pesar de que sus padres no le prestarán la atención necesaria que un joven necesitaba. Se sentía el ser más afortunado, no por el dinero que poseía, ni por la inteligencia de la que fue dotado, más bien porque tenía a su lado al ser humano que lo comprendería mejor que nadie, una persona que en poco tiempo se convirtió en su mejor amigo y después en la luz que iluminará su obscuridad.
Dazai estudiaba la universidad cuando le conoció, pues por este periodo el padre del castaño buscaba protegerlo de los males que todos los días acechaban la ciudad así que lo había contratado como guardaespaldas del menor.
La primera impresión fue de un hombre maduro, demasiado serio y aburrido para lo que a él le gustaba, claro que no tardó en descubrir la bondad y amabilidad que se desbordaba en aquel sujeto.
Sakunosuke Oda era su nombre...
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Desde el momento en que comenzó a trabajar para ellos, Oda tenía un sueño para el futuro: quería convertirse en un detective que pudiera acabar con las ruines cosas que la mafia hacia en su amada ciudad.
En Yokohama y en todo Japón no había nadie que no escuchará de la Port Mafia, era temida y respetada por igual, pero era bien sabido que de cierta forma pretendía proteger la ciudad.
Sin embargo, contaba con socios a los que no les interesaba sí el lugar ardía en llamas junto a todos sus habitantes, siempre que obtuvieran algún beneficio. Eran organizaciones ajenas a la ciudad, criminales sin escrúpulos y a los que las autoridades no se podían enfrentar debido a sus grandes estrategas
Con el paso del tiempo, mucho esfuerzo y él apoyo de varias personas importantes en su vida -incluyendo a Dazai-, logro a paso veloz algunas de sus metas.
Conoció a un hombre quien lideraba una Agencia de Detectives y que le consiguió un puesto entre sus trabajadores. No fue difícil empatizar con ellos, lo complicado sucedió en el momento en que se infiltró dentro de la mafia con el objetivo de ganar mayor información de los extranjeros.
Su trabajo se volvió cada vez más peligroso, dejó de trabajar para la familia del chico de cabellera castaña, del que por cierto se había encariñado más de lo debido, siendo está una razón para alejarse del menor. No quería embarrarlo en su nueva desastrosa vida, porque aunque no quería tenía que hacer trabajos sucios por la mafia. Podía soportar de todo, menos que Dazai se decepcionará de él.
Los días que pasaron a semanas y a meses de ignorar al chico, el que no paraba de llamarle, y de buscarle con la esperanza de saber el porqué de la repentina distancia.
