8~ Corazón a la mitad

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Fyodor había regresado...

En realidad fue tan sorprendente para todos, incluyendo para Chuuya por supuesto. Fyodor no había informado de su regreso, ni siquiera un indicio de sus intenciones en las veces que se comunicaba, pero ahora estaban en la oficina de su casa. Uno frente a otro, en un silencio sepulcral.

Uno sentado detrás del escritorio solo con algunas hojas entre las manos y un vaso de whisky a medio terminar. El otro parado a un lado de la puerta, tan rígido como una tabla y un poco incómodo por el silencio de la habitación.

Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que se vieron... Qué se tocaron y a pesar de ello, Fyodor ni siquiera le dedicaba una mirada. Sus ojos clavados en las hojas de sus manos, observando con un deje de oscuridad en sus ojos.

—¿Porqué volviste de repente?— Chuuya pregunta ya cansado de la incomodidad y los nervios. Sus manos estaban cerradas en puños, a sus costados. Su mirada solemne ocultando el latir preocupado de su corazón, pero sus labios, su boca estaba seca, así que su voz sonó áspera, incluso cansada.

—¿Qué manera de recibirme?— ironiza el hombre sentado. Aún no lo mira, pero al menos sabe que lo escucha. —Mi padre ha muerto; tengo varios asuntos que atender y entre ellos está la negociación con la Port Mafia y el traidor de la organización...

El ambiente se había vuelto incluso más pesado. Fyodor hablaba como un ser sin sentimientos, tan frío y distante que helaba la sangre.

—Lo se— responde el pelirrojo -Pero, no me avisaste...

—Además...— Fyodor se nota un poco impaciente al interrumpir a Chuuya —Aún no aclaramos nada después de que me fuí. Quería hablar contigo lo antes posible.

Dicho eso empezó a sonreír, pero su mirada seguía oscurecida. Chuuya no tenía idea de que pasaba por su mente.

—¿Hablar sobre qué?

—Mhn... Varias cosas, no me gusta estar distanciado de ti, pero en estás semanas he recibido tan pocas llamadas tuyas que no pude evitar asustarme. Pensé que seguías molesto por lo que sucedió ese día y aún sentía la necesidad de resolverlo.

¿Cómo si Chuuya hubiera tenido tiempo de pensar en eso?

No responde y la sonrisa en los labios de Fyodor se desvanece por completo. Su seño ligeramente fruncido le da un toque aterrador.

—... También le pedí unos favores a mis hombres, después de que descubrí algo muy importante, me enteré de algo incluso más interesante...— continúa explicando, pero por algún motivo se detiene; tal vez pensando en que decir o solo intentando controlar algo. Al final suspira y vuelve a hablar —Así que tengo una pregunta Chuuya...

—¿Qué es?

—Yo te dije, te exigí que no te acercaras a Dazai Osamu... ¿Porqué no hiciste caso?

Chuuya tiembla en su lugar, sus manos sudan pero su rostro se mantiene tranquilo aun cuando se percata de que Fyodor aprieta con enojo la mandíbula.

—Te recuerdo que estoy trabajando a su lado, en la investigación del traidor— responde con voz baja y su corazón latiendo ferozmente. Eso se intensifica cuando ve al azabache sonreír y negar.

—Cierto... Lo olvide jajaja— Chuuya traga en seco, no le agrada la actitud del hombre pero lo peor estaba por venir.

Fyodor al fin alza su mirada hacia él. Sus ojos rojos en las esquinas, pero una oscuridad atemorizante en el centro; su sonrisa tan sádica y retorcida que lo hace retroceder inconscientemente un par de pasos, pero se obliga a detenerse después de que el hombre golpea con su puño cerrado al escritorio.

P E L I G R O. {Soukoku/ Fyoya}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora