Capítulo 15.

55 0 0
                                    

Dos meses después…

*Flashback*

Que cansada estoy, llevaba aproximadamente unos cinco minutos caminando por las calles de la ciudad. A estas altas horas de la noche todo se encontraba realmente solo, casi para decir que no hay ni un alma. Acababa de salir de una fiesta muy esperada por todos, gracias a Dios ya había cumplido la edad mínima para entrar en aquellas fiestas, 14 años.

Sí, tenías que tener al menos esa edad para poder ingresar a esas fiestas, no sé porqué rayos pero así era y vaya que eran realmente buenas, toda la espera y el dinero gastado en mi lindo vestido había valido la pena.

Me quedé un rato parada en la esquina en la cual se supone que mi hermano debería estar esperándome, cuando me trajo a la fiesta acordamos que acá nos íbamos a encontrar. Él dijo que iba a pasar a eso de las tres, saqué mi móvil de mi bolso para comprobar la hora, sí las tres y cinco para ser exactos y el idiota ese aún no había llegado.

Marqué su número reiteradas veces, esperando que al menos repicara pero todas y cada una de mis llamadas iban directo al buzón de voz. Tendré que caminar.

Me espabilé y tomé aire rápidamente tratando de volver a la tarea en la cual me encontraba ahora, en el presente. Me levanté del mullido colchón para ponerme manos a la obra, que día más divertido que iba a tener.

Mi móvil comienza a vibrar sobre mi mesita de noche y me acerco a él para ver el nombre de Emma en el identificador. –Salgamos hoy.- Grita inmediatamente, lo que me lleva a apartar el móvil de mi oreja.

-Buenos días, Emma- Espeto por lo bajo, tratando de que se calme.

Escucho un suspiro a través de la línea.- Salgamos hoy.- Habla ahora más calmada.

-No puedo.- Digo decidida, siento que ordenar mi habitación me va a llevar un largo tiempo.

Pasan aproximadamente unos dos minutos y la conversación sigue siendo la misma. Ella sigue haciéndome la misma pregunta y yo sigo dándole la misma respuesta. -Te dije que no puedo ir, Emma- Repetí por milésima vez a través del micrófono del móvil mientras tomaba una de las camisetas que se encontraban esparcidas por el suelo, mi habitación realmente es un desastre. Caminé hacia el escritorio y tropecé con un zapato de tacón. -Hay una montaña de ropa en mi habitación que está pidiendo a gritos para que la acomode.-

No hay nada más divertido que levantarte temprano un sábado solo para arreglar la pocilga a la que llamo habitación y no pretendo hacer planes sin saber si tendré suficiente tiempo y luego quedar totalmente enfurruñada en mi casa porque mis planes se arruinaron completamente.

Un suspiro se escucha a través del altavoz. -No puede ser que te vayas a tardar tanto.- Insiste Emma nuevamente. -Tenemos que salir, Bárbara se irá de viaje la próxima semana.-  Me recuerda y en su tono de voz puedo escuchar algo de tristeza. Nos va a hacer mucha falta.

-Lo sé, igual intentaré terminar rápido.- Intento convencerla, ni yo misma me lo creo, con tan solo mirar a mi alrededor sé que no voy a terminar hoy. Camino hacia el armario.

-¿Es eso o tienes planes con Matt?- Espeta mi amiga y justo en ese momento me tropiezo con un zapato de tacón que se encuentra realmente atravesado y me caigo al suelo. -¿Qué te pasó?- Pregunta con sarcasmo.

-Acabo de rodar por mi habitación gracias a un zapato.- Digo desde el suelo. –Y no, no tengo planes con Matt hasta los momentos.- Una sonrisa se crea en mi rostro, y sé lo que están pensado ¿Son novios? Pero no, mi estado civil actual está en “es complicado” y no me siento totalmente cómoda con ello.

Careless HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora