Capitulo 13

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Me paré frente al espejo de mi habitación, tomando el polvo compacto y el corrector de ojeras entre mis manos para tratar de ocultar mis ojeras, causadas por el desvelo de la noche anterior. Digamos que luego de que mi madre se fué de mi habitación anoche recordé que realmente tenía tareas que hacer y no quería volver a la cama, no quería tomar el riesgo de volver a caer en aquella pesadilla, o en alguna peor.

Revisé mi atuendo por milésima vez frente al espejo, también verificando mi rostro. Después de todo no me encontraba tan mal. Vestía unos simples jeans oscuros y un suéter de color beige holgado. Tomé mi bolso de el instituto y mi móvil para salir de mi habitación como un rayo, no iba precisamente temprano.

Hice mi camino escaleras abajo, topándome con mi madre en la cocina. -Hola má- Dije rápidamente mientras le daba un pequeño beso en la mejilla y tomaba un pedazo de pan y una botella de agua para salir de ahí aún mas rápido de lo que había entrado. -Ya me voy- Grité mientras tomaba las llaves de el auto. -¡No me esperen!- Grité al abrir la puerta y estaba a punto de cerrarla cuando veo un ramo justo en mis pies.

Mi ceño se frunce casi inmediatamente. Me pongo en  cuclillas para tomar las rosas de color rojo entre mis manos y las llevo hasta mi nariz, olfateándolas levemente. Una vez que me encuentro de pie tomo la pequeña nota que se encuentra entre las bellas flores.

Espero que tengas un lindo día. Lo siento, nuevamente.

-M

Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro y apreté las rosas contra mi pecho levemente. Levanté mi vista al escuchar un pequeño ruido a mi izquierda y volteé mi cabeza en esa dirección como acto reflejo. Ahí se encontraba Matt caminando hacia su auto vestido con un traje azul marino y camisa blanca. -Buenos Días- Dijo mirándome a los ojos con una medio sonrisa mientras levantaba su mano en mi dirección

Automáticamente me encontré sonriendo para él. -Buenos Días para tí también.- Dije con un poco de alegría marcada en mi voz mientras acariciaba de manera despreocupada los pétalos de una de las flores.

-Lindas flores.-  Me guiñó un ojo para luego introducirse en el auto y encender este. Bajo el vidrio de la ventanilla y puso el auto en marcha, sacándolo de su lugar en el garaje para luego pasar frente a mi casa y pitar la bocina levemente.

Me quedé inmutada por unos segundos con una sonrisa en mi rostro mientras veía como el auto desaparecía. Volví a entrar en la casa para tomar un jarrón de vidrio y llenarlo un poco de agua para colocar las rosas en el. Tomé aquel jarrón y subí a mi habitación, para colocarlo en una de las mesitas que allí se encontraban. Miré el ramo con una sonrisa y saqué mi móvil para hacerle una foto. Tomé la nota y la introduje en mi bolso.

Baje las escaleras como un rayo y me encontré con mi madre y su gran sonrisa. -¿Quien te ha regalado esas...-  Empezó a preguntar mi madre.

Interrupí a mi madre de manera casi inmediata -Adiós.- Grité esta vez más feliz mientras salía por la puerta.

Corrí hasta el auto y lo puse en marcha dirigiéndome hasta la casa de Bárbara lo más rápido que era posible entre lo precavido, no quería tener algún tipo de accidente, no podía empeorar las cosas. 

Frené de trancaso al estar frente a la casa de Bárbara, no había terminado de tocar la bocina cuando ya mi amiga venía corriendo rápidamente escaleras abajo, pasó frente al auto y entró velozmente en el.  No esperé mucho para poner el auto en marcha nuevamente.

Mi copiloto se recostó en el asiento, jadeando de manera cansada. -Creo que he estado corriendo mucho últimamente.- Espetó mientras pasaba una de sus manos por su cara de manera exagerada. -¿Se puede saber por que estas llegando tan tarde?-  Preguntó mientras dirigía su atención a el reproductor y empezaba a cambiar las emisoras.

Careless HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora