Capítulo 16

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Abro mis ojos lentamente y mi ceño se frunce rápidamente al no reconocer el lugar. En la habitación solo hay una bombilla amarilla que no consigue iluminar todo el lugar, solo unos metros más allá de mí. No veo el final de la habitación. No veo puertas. No veo personas. No veo mobiliario, solo sé de la presencia de un tubo de metal que se encuentra detrás de mí cuando quiero estirar mis brazos y me encuentro con que están atados. Y en el ambiente hay un silencio abrumador.

Tomo aire y cierro mis ojos, siento como mi cabeza late y una mueca de dolor se crea en mi rostro, me duele demasiado. Me siento adormilada y sé que gracias a ello no me encuentro presa del pánico, ni siquiera tengo fuerzas. Mi trasero duele a causa del rustico suelo que se encuentra debajo de mí y puedo apreciar su suciedad y el terrible olor que tiene el lugar, es como si poco a poco mis sentidos fueran despertando. Mi boca está seca y mi faringe se quema cada vez que intento tragar.

Suspiro lentamente e intento volver a abrir mis ojos. ¿Dónde rayos me encuentro? No lo sé, solo sé que no quiero estar aquí. Nunca logro recuperarme, cuando ya estoy en algo peor. Me pregunto si me habrán hecho algo, observo mis brazos detenidamente y me encuentro con hematomas a lo largo de estos. Mis pantalones oscuros ahora están rotos en las rodillas y muslos, puedo apreciar un poco de sangre seca que sobresale de estos.

Cada uno de mis músculos comienzan a despertar y piden a gritos que los estire, hago lo que puedo, moviendo mis piernas hacia adelante y trato de ignorar el dolor que crece en mis muñecas.

Me sentía horrible con el simple hecho de estar aquí ¿Qué quieren de mí? ¿Qué tengo yo que ellos quieran? En mi vida ya habían suficientes momentos malos como para agregar más a la lista y justo cuando pensé que no podía estar más asustada y desesperada la puerta se abre a lo lejos dejando que unos destellos de luz entren en la habitación pero no son suficientes como para alumbrarla toda, debe ser gigante. Un hombre alto y fuerte, vestido todo de negro entra a la habitación con su cabeza gacha y a pesar de no ver su cara, siento como si ya lo hubiera visto. Imágenes del hombre vestido de negro y con una navaja en mano aparecen en mi mente y todos  y cada uno de mis vellos se ponen de punta al ver como se acerca a mí.

Mis ojos se abren como platos y me muevo en mí lugar mientras se agacha para que quedemos frente a frente y con una de sus manos acaricia mi mejilla, haciendo que la bilis suba por mi garganta. Siento asco, asco de mí misma, asco por ese hombre. –Miren quien se ha despertado.- Pareciera que en su tono hay un poco de dulzura, lo que hace que me llene aún mas de asco.

Suelto todo el aire que mis pulmones han estado conteniendo al ver como se levanta de su puesto y casi salto victoriosa al ver como empieza a caminar hacia la puerta de la habitación, la cual aún se encuentra abierta, pero a medio camino se voltea y vuelve hacia mi lugar con una sonrisa maliciosa para darme un puñetazo en mi cabeza y hacerme perder el conocimiento nuevamente.

Hago una mueca de dolor al escuchar unas voces a lo lejos. Mi cabeza sigue latiendo y el dolor es insoportable. Estos secuestradores al menos podrían tener un poco de compasión y pelear en otro lugar, mi cabeza está al borde de estallar. Uso todas mis fuerzas para abrir mis ojos y tengo que parpadear unas cuantas veces para dejar de ver borroso. Entrecierro mis ojos para optimizar los ojos pero estos se abren como platos al ver la silueta de Matt y luego escuchar su voz, es el que está ahí  peleando con el hombre de negro.

-¿Pero qué cosas dices, pequeño Matt?- Dice el hombre de negro y deja escapar una carcajada que hace que mis vellos se pongan de punta. – ¿Me estás jodiendo?- Posa su mano en el hombro de mi conocido.

Matt niega con su cabeza gacha. – ¡No!-Grita este y levanta su cabeza. –Aún no puedo creer que hagas esto.- Suspira con frustración y pasa sus manos por su rubio cabello para jalar de él. Cierro mis ojos e intento controlar las punzadas que se producen en mi cabeza. -¡Mira a tu alrededor!-  Escucho sus pasos y luego las luces molestan sobre mis párpados.

Careless HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora