11.145 Kilometros de Ida

Capítulo 8:Eiti Leda

Miré hacia todos lados, tratando de ver a mi alrededor y poder pensar un plan. Detrás mío, en la puerta de la residencia, Henry estaba muy entretenido charlando con la regente, quién miraba atenta los últimos minutos del show. Hacia mi izquierda, tenía un grupo de chicas hablando sobre un rubio de ojos azules que cantaba en la primera fila, a quien ellas veían un leve parecido a uno de los integrantes de One Direction. Por la derecha, había un par de chicos apoyados en una de las rejas divisorias, tomando cerveza y discutiendo sobre la Premier League. Y aún en las tablas seguía Oliver; interpretando esta vez All I Want For Christmas Is You con el resto del coro.

Evaluando posibilidades, vi que me resultaba más fácil encarar hacia la derecha para llegar a la parte de atrás, pero corría el riesgo de que Ramsey me viera. Si tomaba el camino contrario, tenía que pasar entre las fanáticas del rubio y dar toda la vuelta hacia la escalera del improvisado escenario. Era complicado, mas no imposible y en ese momento, me resultaba la mejor opción.

Tome la cola del vestido y a fuerza de empujones, pedidos de permiso y codazos varios, logre llegar a la parte de atrás justo cuando terminó el show y los integrantes del coro salían desperdigados hacia todos lados, mezclados con las demás personas.  

Busque a Oliver entre la multitud hasta que sentí un ruido detrás mío. Asustada, me di vuelta y choque de frente con el pecho de él.

- Al fin te veo, Cenicienta. ¿Buscas tu zapato?- dijo divertido.

- Muy gracioso, Oliver Arthur Morgan. Vayámonos de aquí antes que el coordinador nos vea.- y tomándolo del brazo, intente guiarlo hacia alguna dirección para escapar de ahí.

Pero no se movió. Completamente inmóvil e incómodo, preguntó en un susurro:

- ¿Cómo sabes mi nombre completo?

Yo lo miré desconcertada. ¿Que tenía de raro saber su nombre y apellido? Él observó hacia todos lados y apoyando su mano en mi espalda me guío rápido hacia un callejón a unas tres cuadras de ahí. En cuanto estuvimos seguros, me miró fríamente y preguntó:

- ¿Cómo sabes mi segundo nombre? Yo no se lo digo a nadie, ni siquiera Timothy lo sabe.

- Lo leí.- respondí cortante al recordar donde lo había visto.

- ¿De dónde lo leíste?- volvió a preguntar, más frío y un poco perturbado. Tuve que decirle la verdad.

- Supongo que Timothy te contó sobre mi “intervención”, ¿no?

- Sí. También me contó que tu tutora es Rainbow James, la amiga de su novia.- respondió, apoyándose en la pared.

- Bueno. Mi psicoanalista estaba ahí en la reunión y, para convencerme de que te deje de ver, utilizó un método poco ortodoxo.

- ¿A qué te réferis con “poco ortodoxo”?- dijo, más asustado que yo.

- Me mostró una carpeta con tus informes psicológicos y policiales. No leí mucho, pero…

No llegue a terminar la frase que, de pronto, Oliver se puso las manos en la cara y cayó de golpe al suelo, temblando y llorando a los gritos.

- Mierda. ¿Qué te pasa?- exclamé realmente aterrada. Pero él no hablaba, solo se balanceaba de un lado a otro sentado en el piso y con una expresión de terror en su rostro, que apenas se veía escondido entre sus piernas.

- Tranquilo, Oliver.- le susurre en el oído, agachándome y abrazándolo fuerte, tratando de calmar su evidente ataque de pánico.

- Vos no debes estar conmigo. Soy un monstruo y ahora ya lo sabes.- decía por momentos entre sus llantos inconsolables. Sentía como su corazón latía más y más rápido ante cada oleada de terror, y cada palabra negativa que se decía, me lastimaba a mí. Entonces, me harte.