Capítulo 5:Same Old Story

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- Supongo que ya sabrás porque estas aquí,¿no?- preguntaba Henry sin dirigirme la mirada, leyendo una carpeta con mi nombre escrito.

Y era muy obvia la razón por la que había terminado en su oficina aquel lunes por la mañana; lo que no sabía era lo que ocurrió después que salí corriendo de Tazz Sable sumida en trance.

Algo me había contado Rainbow cuando llegó a Astor College, cinco horas después de mi llegada. Lo que exactamente paso, me iba a enterar con detalles en ese mismo momento.

- Repasemos la serie de eventos otra vez. Sé que no te gusta tener que revivir todo esto pero es necesario para el informe. Ok?

Asentí preocupada, temiendo por represalias. Tenía miedo de que me revocaran la beca y tener que volver a Buenos Aires.

El rubio cerró la carpeta, tomó aire y empezó:

- El día viernes 4 de octubre del corriente año, fuiste a la discoteca Tazz Sable, ubicada en Covent Garden. Estabas con tu tutora, Rainbow Cecelia James y dos alumnos más, Timothy Jesse Hughes y Jessica Marie Mitchell. ¿Correcto?

- Sí,señor.-contesté aguantando la risa, al enterarme que el segundo nombre de Tim es Jesse.

- Bien, sigamos. Estuviste ahí desde las 11 pm hasta las 2 am aproximadamente, que tuviste esa “serie de eventos desafortunados”-señaló haciendo comillas con sus manos. Yo lo miré confundida.

- Perdón, quería cambiar esa cara de tristeza con un chiste.-contestó disculpándose.

- No se preocupe, igual valoro la intención. -respondí con media sonrisa para que no se sienta mal,aunque ese gesto me dio esperanzas.

- Retomemos. Según lo relatado por ti el sábado 5 en la estación de policía, estuviste bailando la mayor parte del tiempo, acercándote a la mesa de vez en cuando para beber algo y a eso de la 1 am te dirigiste al baño, después de haber consumido un mojito que habían dejado para ti. ¿Vamos bien?

- Excelente, aunque no me apetece escuchar lo que sigue.

- Lo lamento, el protocolo lo exige. Además, yo considero que no hiciste nada malo, asi que no temas.- comentó él, mas aún no podía sacarme de encima la culpa que me generaba toda la situación.

- Continuo. Saliste del baño, te apoyaste en una pared y cuando te estabas yendo, un alumno de la institución te ataco y quiso abusar de ti, a lo cual te defendiste y escapaste.- y comenzó a tentarse, conteniendo la risa. Ante mi incredulidad,acotó:

- Lo siento, pero que le hayas pegado una patada en la entrepierna me parece genial. Y doloroso.

Ese comentario también me dio gracia y nos reímos juntos.

- Volvamos a la seriedad, por favor. Inmediatamente después de salir de ahí, te sentiste mareada y comenzaste a alucinar con “sombras y voces en tu cabeza que te volvían loca, pidiéndote que te suicidaras” según la transcripción, haciendo que te subas a una tarima y te tiraras al vacío. Justo en ese momento una de las bailarinas del show de acrobacia te tomo en el aire y te salvó la vida.

- ¿Sabes su nombre?- pregunté curiosa.

- Se llama Gisella, es de Rusia y trabaja ahí todos los viernes. Preguntó por ti varias veces y sabe que estas bien.

- Tengo que ir y agradecerle.- agregue.

- No te preocupes. La universidad le dio media beca en Artes Dramáticas por su gesto y comienza después de las fiestas.

- Eso es genial. Gracias.- dije agradecida por el gesto amable que hizo para ella.

“Sin ella no estarías viva y no lo hubieras conocido” cruzó por mi cabeza, pero lo ignoré rápido para seguir con el hilo de la charla.

11.145 Kilometros de IdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora