"Difusión de información personalizada"

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Después de complicadas noches de luna llena, lo mejor que podía hacer Remus Lupin, desde su llegada a Hogwarts era ir a la enfermería con Madame Pomfrey.

La luz del sol entraba por las ventanas, le dió de lleno en el rostro. Se removió, pero al acomodarse del otro lado, solo logró soltarse las vendas de su brazo.

Entonces el joven licántropo despertó.

Ni siquiera se molestó en preguntarse dónde estaba, aunque seguía acostado podía sentir el malestar causadas por sus nuevas heridas, miró hacía la mesita de noche y encontró su varita.

Estaba listo para bajar las piernas de la cama, cuando de pronto las cortinas se abrieron dejando ver a Madame Pomfrey con un par de tazas de té en la mano.

—Por Merlín, Poppy casi me matas de un susto- pronunció casi gritando,—Entonces... ¿qué hay de nuevas? — preguntó dándole un sorbo a su taza de té. Charlas como estas se trataban de una amena costumbre que al paso de los años escolares había creado con la mujer. Él en especial sabía que, aunque la estricta Madame Pomfrey jamás hiciera preguntas sobre cómo se hacen los alumnos las heridas, por más sospechosas que parezcan; ella tenía suficiente información como para no consultárselo incómodamente a sus pacientes. De hecho, siempre se enteraba de noticias nuevas, algo así como una bisagra, sino se enteraba por la puerta, se enteraba por la ventana.

La señora se acercó al filo de la cama del muchacho y percatándose que los demás jóvenes aun durmieran, cubrió de nuevo las cortinas. Tomo asiento mientras el joven esperaba impaciente, pues a juzgar por la cara de Madame Pomfrey, la "información" era intensa.

— Ay Remus, querido... pero, si alguien te pregunta, no te enteraste por mí, ¿comprendes? — lo dijo en un bajo tono de voz, aunque lo suficientemente entendible al punto de notársele la emoción preocupante, misma que al muchacho no le agradaba nada. —Ayer en la tarde mientras ni tú, ni tus amigos estaban, el joven Snape, se le declaró a la pelirroja, Lily, creo que se llama.

Un montón de cosas pasaron por la mente de Remus, a pesar de no haber interactuado con la pelirroja sabía exactamente de quien se trataba, pues el intenso de su mejor amigo James, les había dejado claro quién era la chica.

—Espere, ¿Lily? ¿Lily Evans? — preguntó casi escupiendo el sorbo del maravilloso té de manzanilla, — ¡Ay no! —James se va a tirar de la torre de Astronomía, pensó. —Continúe Poppy, debo evitar un suicidio pronto. —Dijo exaltado, al mismo tiempo que buscaba levantarse de la cama.

—Fue en un pasillo, prácticamente se lo gritó, solo se oían risas de los demás estudiantes que los acorralaban. —Pronunció quedadamente mientras detenía a Remus, haciéndole entender que aún no había terminado. —Entonces lo que dijo la señorita Lily, fue una pasada,— ahora Madame Pomfrey solo estallaba en carcajadas y se tocaba el rostro. —Lily estaba enfurecida, ella dijo, que, si antes ya no eran amigos, mucho menos ahora, que vaya con sus amadas artes oscuras a otro lado, y que lo peor era su cabello, —A esas alturas nos encontrábamos con un Remus confundido tratando de procesar lo que estaba escuchando, ¿en realidad la chica que traía loco a su amigo le dijo eso a Quejicus?, pues según James era la joven más linda y encantadora que él pudiera encontrar jamás, y además era bien conocido que ellos habían sido amigos, en algún momento se alejaron, pero de que ella tenía ese carácter, no, nunca se le hubiese imaginado.

—Que con toda esa grasa se podían freír 10 empanadas. —Poppy volvía a reírse como hace algunos minutos.

Ahora en su mente, con la imagen de Lily rechazando a Severus, mencionando todas las frases hirientes que solo serían invención de Sirius, no pudo evitar encontrarlo bastante gracioso.

Que difícil la vas a tener James... Ese pensamiento lejos de causarle seriedad a Remus, hizo que también él estallara en carcajadas.

Luego de momento Madame Pomfrey agito de forma leve las manos, en señal de que debían empezar a guardar silencio para no despertar aún a los demás jóvenes.

La enfermería se había convertido en un lugar cálido para él, recordó los nervios que le invadían cuando era un pequeño niño de 12 años, con miedo a llegar a hacerle daño a alguien, o que notaran sus heridas y le discriminaran. Pero también recordó que nunca le hicieron sentir solo, como aquella vez en el tren que ocupo el ultimo vagón ese al que nadie iba, eso fue lo que él pensó; más no contaba que las travesuras y ocurrencias de los que hoy eran sus más grandes amigos lo encontrarían, desde allí no se separaron. O como cuando al llegar, el viejo Dumbledore fue lo suficiente empático como para no hacerlo sentir incomodo con su condición, más bien lo animó, al tiempo que le ofreció una solución, aunque al principio solitaria, de ayudarle. Y qué decir de la señora Pomfrey, recordó emotivamente la cara de preocupación de la mujer, la primera vez que entró a la enfermería, la delicadez y atención con la que había curado sus heridas, de cómo cada vez que llegaba, no lo perturbaba con preguntas, sino más bien, lograba subirle el ánimo con charlas amenas y entretenidas, o como lo llamaban últimamente "la difusión de información personalizada". Él suponía que, a estas alturas, ella sabía lo que le ocurría, más nunca lo aisló o se alejó de él. Después de todo, él se había convertido en su "paciente favorito".

Así siguieron charlando un rato más, entre risas y especulaciones del suceso, hasta que de apoco los demás pacientes fueron despertando y Madame Pomfrey no tuvo otro remedio que dejar por ahí la historia, claro para continuarla más tarde, e ir a suministrar la medicina a los demás.

Lo que aquellos dos no sabían, era que Peeves era un aficionado nato en inventar historias de desamor sobre parejas para nada compatibles, y fan nº1 de como los jóvenes pasaban semanas enteras en intentar arreglar el alboroto que él causaba. Y que la verdadera Lily en la sala común, desmentía ese chisme a sus compañeras de cuarto.

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Hola hola!!

🌼¿Cómo están?🌼

Les otorgo un juguito de manzana🧃🧃🧃

y unas galleticas🍪🍪🍪

-Gracias por leer, tengan un buen día, tomen agua....

-El mood de Lily a Peeves:

-El mood de Lily a Peeves:

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Homenum Revelio  [Wizarding World Headcannons]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora