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Jimin había pasado el resto de la madrugada con el castaño, se había olvidado de ir con su madre y con Ami. No sabía como ni por que, pero el tiempo se había pasado muy rápido desde que se sentó junto al pálido en la sala de espera.

No habían hecho o hablado de algo, Jimin solo se había quedado en silencio junto al castaño que acababa de conocer. Eran alrededor de las seis de la mañana cuando la madre de Jimin apareció por el pasillo, el rubio se puso de pie al verla y fue hasta ella.

-Buenos días -saludó la castaña a su hijo- ¿dormiste aquí?

-Ah, algo así. Conocí a un chico que se quedó hasta tarde aquí. No sabía que eso fuera posible.

La docotra Park rió un poco. -Debiste dormir un poco.

Jimin tenía ojeras muy marcadas y apenas si mantenía los ojos abiertos. Eso causó gracia en su madre, pues sabía que su hijo solía dormir más de lo normal y haber pasado esa noche en el hospital no había sido bueno para él.

-¿Cómo se llama tu amigo? -le cuestionó recordando lo que había dicho el rubio.

-Yoongi, así de simple. -Respondió luego de un bostezo. -Él está por... ahí. -Habló dando media vuelta para señalar que lo había dejado atrás, pero se sorprendió al no verlo.

-¿Seguía aquí? -el rubio hizo un sonido de afirmación -Sí que es raro. Las personas saben que el horario de visita es muy estricto.

-Lo mismo le dije, pero me habló acerca de estar en el área privada.

-¿Sí? Bueno, quizá era familiar de la señora Rumei. Ella es la única que nos pide dejar a sus familiares quedarse.

El rubio bostezó de nuevo y su madre le tomó del hombro guiandolo hacia el estacionamiento. Era hora de ir a casa, ambos descansarían lo suficiente.

Mientras tanto, del otro lado del hospital aún se encontraba Yoongi tratando de descubrir el por que de la pesada broma de su amigo. Se encontraba en la habitación donde dejó a Hoseok la noche anterior, este seguía durmiendo y parecía que nunca iba a despertar.

El pálido se acercó hasta él y le dió un leve golpe en la frente. -Sabes, siempre te has quejado de mí por que duermo mucho, pero mira la gran competencia que me haces.

Esperó a que el pelirrojo despertara, pero este no lo hizo hasta que una enfermera entró a la habitación. Entonces vió como su amigo se sobresaltó y eso le causo gracia.

-Bien, te has vengado lo suficiente. Vamos a casa ya. -Habló hacia su amigo y se dirigió a la puerta pero observó indignado que este no lo siguió. -Hermano, vamos a casa ya. -Mencionó por segunda ocasión pero no fue escuchado.

-Todo parece estar en orden con él. -Habló la enfermera luego de hacer una revisión de rutina al cuerpo sobre la camilla.

-Es bueno escuchar eso. -Respondió el pelirrojo mientras acomodaba su cabello. -Tengo que ir a mi casa hoy, ¿está bien si lo hago ahora?

-No hay problema, yo tengo este turno hoy así que estará en buenas manos. -Dijo la enfermera con una sonrisa al final.

-Está bien, gracias. -Habló el pelirrojo tomando sus cosas y saliendo de la habitación.

-Si que lo hiciste real hasta el último momento. -Decía el pálido caminando junto a su amigo quién solo trataba de caminar bien, pues aún estaba somnoliento. -¿Cómo hiciste para que la enfermera fuera parte de esto? Estoy muy sorprendido la verdad. -Seguía hablando pero no recibía respuesta.

El pálido pensó entonces que su amigo lo estaba ignorando, no sabía que este fuera tan rencoroso solo por perderse su fiesta de cumpleaños. Así, caminó en silencio junto a él hasta el estacionamiento del hospital. Ahí Hoseok subió a su auto mientras Yoongi respodía el saludo lejano de cierto rubio.

-¿A quién saludas Jimin? -habló la doctora Park hacia su hijo, pues no veía a nadie del otro lado de la acera.

-A Yoongi. -Respondió con una sonrisa.

La castaña sonrió y negó con la cabeza subiendo al auto. -Sí que te hacen falta unas buenas horas de sueño.

-¿Tu crees mamá? -cuestionó y se abrochó el cinturón de seguridad, recargando después su cabeza en el asiento comenzando a dormir.

-Lo creo. -Habló por último la mujer.

Al mismo tiempo que salió del lugar, lo hizo el pelirrojo junto a Yoongi. Este iba muy molesto en el asiento del copiloto, pues su amigo aún no parecía notar su presencia.

-Mi madre estará muy molesta luego de esto. Aunque no entiendo -dijo girando hacia su amigo- ¿cómo hiciste para traerme hasta aquí?

El pelirrojo no respondió, solo mantenía la vista fija en el camino.

-Tengo que pasar a ver a mi abuela, ella me dará algún consejo. -Mencionó el pelirrojo.

-¿Para qué? No me digas que estás en problemas de nuevo. -Decía el pálido rodando los ojos. -De todas maneras voy contigo, aunque me ignores. -Dijo por último cruzando los brazos.

-Maldición... Taehyung está aquí. -Recordó de pronto el pelirrojo dando un golpe al volante.

-¿Qué? ¿Cuando volvió? Mejor aún, ¿por qué tu lo sabes y yo no? -Yoongi estaba molesto. El "juego" que le estaba haciendo su amigo ya comenzaba a desagradarle.

-Sea como sea, primero la abuela luego Tae. -Dijo por último Hoseok y siguió conduciendo hasta parar en un vecindario. Ahí bajó del vehículo de forma rápida, Yoongi lo siguió.

-¡Oye! ¿Cuál es tu problema? -hablaba mientras seguía a su amigo. -Lo siento ¿ok? No llegué a tu fiesta por desafiar a mi madre.

El pelirrojo seguía caminando. -¿Seguirás así? Me decepcionas.

Pronto el pelirrojo entro a una tienda, ahí trabajaba su abuela. Cuando entró la encontró en la primera sala y se acercó a ella.

-Buen día. -Dejó un beso en la mejilla de la mujer. -Necesito hablar de algo importante y eres mi primera opción.

-Me alegra verte aquí. -Tomó el brazo de su nieto. -¿Por qué Yoon está molesto?

Hoseok la miró confundido. -¿Cómo?

-Tu amigo, ¿por qué está molesto? -Cuestionó la señora Kim hacia el menor.

-Él es el que está molesto conmigo Mun. -Habló el castaño y la mujer le sonrió. Por otra parte Hoseok seguía sin entender nada.

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Soul || үооиміиDonde viven las historias. Descúbrelo ahora