Pelos de Mierda [Bakushima]

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Kirishima se alistaba para salir de su habitación, y comenzar un nuevo día en la U.A., estaba preparándose mentalmente para lo que se venía; no solo por sus entrenamientos con Bakugou, si no que también debía enfrentarse a las burlar de sus compañeros por la mañana; se miró al espejo repitiéndose que era alguien maravilloso, además de varonil y que este iba a ser su día. Que desdicha la suya cuando al salir de su pieza sus compañeros le jugaron una mala broma acabando con el pelirrojo empapado de pies a cabeza; desde el pasillo que conducía al elevador se podían observar dos cabezas burlándose y tomando fotos del pobre chico, este al notar su presencia solo volteo a verlos fingiendo una ligera y nerviosa risa, regresando a sus aposentos.

Tras el retraso -por cambiarse de ropa, arreglar de nuevo su cabello, y esperar que sus zapatos se secaran aunque sea de la suela- se apresuró a su primera clase antes de que se terminara rogando por no perderse de nuevo o tropezarse.

Doblo la esquina de un pasillo sin notar quien estaba enfrente pues venía muy apresurado, resultando de esto una caída brutal por chocar con alguien; en ese momento se le helo la sangre, no sabía quién era y tenía miedo de descubrirlo, pues de cualquier manera seria hombre muerto.

— ¡Ja! — esa risa socarrona ya la conocía por lo que se pudo tranquilizar un poco — Vaya cara que tienes pelos de mierda, ¿No dormiste bien? — y era cierto que Kirishima poseía unos grandes sacos purpuras que le colgaban bajo sus rojos ojos

Si solo supiera la causa de su insomnio; si solo supiera que se había quedado toda la noche viendo tutoriales de como masturbarse ya que aquella fue la primera vez que se le había parado, intentando que su erección bajara pero esta no lo hacía por más que se frotara, hasta que pensó en escenarios comprometedores con su sempai; eso ultimo lo dejó pensando, ¿Acaso le gustaba su sempai? Esa duda fue la segunda causa de su falta de sueño.

— Ah... Bakugou-san, solo es usted — suspiró con una sonrisa parándose del suelo — Lamento eso, después se lo pago, pero ahora tengo que correr

Se despidió de su superior empezando a caminar con paso un poco acelerado, iba en su mundo hasta que un par de pisadas lo sacaron de éste, volteo hacia atrás encontrándose con la atenta y filosa mirada de su sempai que lo seguía.

— Bakugou-san — paro su andar llamando al mayor obteniendo su atención — ¿Acaso me está siguiendo?

— ¡¿Ah?! No es que esté siguiéndote — chasqueo la lengua — Solo que tú salón me queda de paso — claro, como pudo si quiera pensar en la posibilidad de que a su sempai le interesara su mísera vida

Siguieron caminando en silencio hasta que a Kirishima se le prendió el foco de repente quedando más que confundido, pero claro, como él era alguien curioso no se pudo ahorrar la pregunta.

— Pero sempai, su salón esta allá — apuntó hacia los salones de segundo grado; si no mal recuerda estos estaban en dirección contraria a los de primer grado, esto lo sabía gracias al mapa proporcionado por la escuela

— Ah, ya lo sé idiota, mi salón queda del otro lado, pero tengo algunos asuntos que resolver en la sala de profesores, además, ¿A ti que te importa? Yo puedo ir a dónde quiera cuando quiera

— Claro que si Bakugou-san, solo me pareció extraño — rio nervioso por lo que puede suceder con el temperamento de su sempai

Llego a su salón e ingreso a este no sin antes despedirse y agradecer a su mayor por acompañarlo recibiendo un ¨nos vemos idiota¨ por su parte.

Las clases pasaron de lo más normal, nada interesante que destacar. Hasta la hora del almuerzo donde al escuchar la campana de salida todos salieron despavoridos de sus salones hacia el comedor para así poder devorar el manjar que seguro había preparado Lunsh Rush.