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El bip repetido vuelve a sonar en toda la habitación como se esperaba de alguien vivo.

— Ei-ji-ro — aquel llamado se escucha de eco en toda la habitación paralizando a todos

Rápidamente Kirishima se pone de pie corriendo a donde su senpai, agarrando su cara entre sus manos apretujándola en su pecho.

— Así es Bakugou, por favor resiste — pronunció antes de ser separado por los enfermeros

— Esto es increíble, es un milagro, hay que operarlo enseguida — daba órdenes la especialista Recovery Girl, viendo a la familia Bakugou y Kirishima con una mirada tranquilizadora — Todo estará bien, se los aseguro

Se llevaron al rubio del cuarto -blanco con toques naranjos- a el área especializada para cirugías, todo iba más lento; los padres de Katsuki convencieron a Eijiro de volver a la academia tan siquiera para arreglarse y asearse, el al principio no quería pero debía admitir que si olía un poco mal. Por lo que regreso a la residencia siendo interceptado por su profesor a cargo, y vaya que se llevó un regaño.

Sin embargo eso no detuvo a Kirishima de regresar al hospital para ver que tal iba su senpai; ahora sí pidió permiso a su sensei para ir de visita, este conociendo la relación tan íntima kohai-senpai entre ambos aceptó, con la condición de que pasase un castigo por sus actos imprudentes. Más que contento regresó ya listo y limpio al hospital encontrándose a la señora Bakugou en el cuarto donde anteriormente se encontraba su hijo; saludó sentándose al otro extremo de la habitación, aguardando, esperando alguna noticia de su senpai.

Luego de un rato, ya siendo de noche, el pelirrojo se encontraba observando como Mitsuki balanceaba la cabeza de un lado a otro, cerrando los ojos, muriéndose del sueño que tenía.

— Amm, señora Bakugou — llamó Kirishima a la rubia — Si quiere puedo quedarme mientras usted va a descansar

— Ni hablar, quiero ver a ese bastardo cuando llegue

El menor resignado se acomodó en mejor posición viendo hacia el exterior por el gran ventanal, pasaron horas y horas hasta que Mitsuki se dio por vencida; despidiéndose del muchacho no sin antes decirle que si tenía alguna información la contactara pasándole el número de su oficina. Transcurrió la noche esperando los resultados de la operación.

Sin embargo el cansancio ha hecho presa de suya obligándolo a sentarse en la silla donde había hablado con Bakugou ese mismo día, cayendo en un profundo sueño.

Sin embargo el cansancio ha hecho presa de suya obligándolo a sentarse en la silla donde había hablado con Bakugou ese mismo día, cayendo en un profundo sueño

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— Pelos de mierda, oye, hey pelos de mierda, despierta, despierta — escucha en su sueño como un maldito despertador

Con el ceño fruncido por su sueño interrumpido abre los ojos adaptándose a la luz, al parecer ya había amanecido; se estiró en su asiento tronando su espalda adolorida por la incómoda posición que optó para dormir, miró a todos lados analizando la habitación encontrándose con la maravillosa imagen de su senpai siendo golpeado por los rayos del sol desde el ventanal.

Pelos de Mierda [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora