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La pregunta de Bakugou le alegró de sobre manera y casi responde que Si sin siquiera razonarlo; aunque por suerte fue sensato dándole una respuesta indefinida, debía pensar en ello, el comprometerte con alguien no es juego de niños y Kirishima lo sabía, además de que quería por lo menos una propuesta más decente y no de golpe como lo había hecho hace minutos su rubio.

Dirigió la mirada a donde se había marchado su senpai, sintió el frio de la noche golpeando su descubierta piel poniéndole los vellos de punta, maldiciendo al escuchar los toques furiosos de su puerta. Vaya castigo que se cargará.

Ahora Kirishima se encontraba en la residencia de grupo 1 A, una semana a entrar de nueva cuenta a clases después de unas merecidas vacaciones invernales

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Ahora Kirishima se encontraba en la residencia de grupo 1 A, una semana a entrar de nueva cuenta a clases después de unas merecidas vacaciones invernales. Esa navidad logró pasarla con su familia y amigos, disfrutando de cantar villancicos, jugar con la nieve, abrir regalos, y la mejor parte, comer sukiyaki que su mamá cocinaba como tradición de años.

Decidió regresar una semana antes de que el pequeño tiempo que le regalaron culminara, previniendo un posible percance al trasladarse ya que se estaban reportando tormentas de nieve las cuales atrasaban el curso habitual de los trenes, le dolía dejar su hogar tan pronto, pero le dolería más no estar en clases a causa de que una tempestad azotara en las vías por las que transcurría su tren. Afortunadamente al llegar a la residencia no encontró vida alguna, todos sus compañeros seguían celebrando con sus familias la víspera de navidad

-algo que agradecía pues no tendría que soportarlos-.

Escuchó un golpeteo en su puerta, suponiendo que era Aizawa-sensei que estaba al pendiente suyo al ser el único estudiante que hasta ahora había regresado; se levantó de mala gana de su cómoda cama, abandonando su posición optada para resguardar el calor entre las sabanas, viendo como la figura que se plasmaba en el colchón se desmoronaba lentamente. Abrió la puerta tallándose su ojo derecho tratando de enfocar la vista a la persona delate suyo.

— ¿Bakugou? — se llevó una gran sorpresa al divisar a su hombre en el marco de la puerta alardeando un suéter blanco de cuello largo siendo protegido por un abrigo color beige y un pantalón negro cenizo

— Hola pelos de mierda, supe que regresaste de tu pueblo y vine para que sigamos entrenando tu quirk y... de paso... te traje esto — aquello último no lo comprendió muy bien por el bajo tono que empleo su senpai

Pero capta cuando es golpeado por una caja envuelta de mala manera y con el moño a medio caer; no entendía lo que significaba, ni siquiera creía ser el destinatario.

— ¿Para mí? — recibió un asentimiento del contrario

Aun sin creer que el gran Bakugou Katsuki le esté regalando algo, desenvolvió el paquete, cosa que no fue muy complicado ya que los pequeños pedazos de cinta con dificultad podían soportar la envoltura -colocada con agresividad-, y al mínimo toque esta cayó; revelando con ello una figura de colección del héroe favorito de Kirishima, Crimson Riot, de hecho, la última que le faltaba para completar su colección de figuras a escala.

Pelos de Mierda [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora