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{— Blasty, no vengas}

La transmisión se cortó.

Todos en la habitación estaban pasmados ante tal escena. Y es que después de que Bakugou regresara al hotel, todos lo siguieron por detrás.

Y ahí estaban, Mirio consolando a su pareja que no paraba de temblar y sollozar, Denki jalándose el cabello, sintiéndose culpable de no haber detenido a esa mujer cuando tuvo la oportunidad, con Shinso acariciando su espalda, dándole palabras reconfortantes; Midoriya balbuceando posibles planes para sacar al pobre chico de aquella deplorable situación y Todoroki observando a Bakugou, el cual por alguna razón estaba quieto, no reaccionó gritando o pateando cosas como uno creería, solo estaba con la mirada fija en la pantalla.

Hasta que pudo visualizar un leve palpite en su frente, para luego estallar, desatando su furia contra aquel electrónico, causando un sobresalto en los demás presentes.

— Hijos de perra — gruñó dejando de lado los trozos de pantalla y múltiples cables que se desprendían de la ya rota televisión — Iré a por él

Caminó con dirección a la salida, siendo detenido por un agarre a su muñeca.

— Suéltame maldito Deku — espetó

— Kacchan no puedes ir solo, es lo que ellos quieren — afianzó el agarre cuando sintió los zarandeos del contrario — Estoy seguro que Kirishima-kun dijo aquello porque sabe que estas en peligro, e ir solo a la batalla sería suicida

— ¡Él es quien está en peligro! ¡Está muriendo!

— Fue mi culpa que lo capturaran — la voz apagada de Denki se escuchó — Si tan solo hubiera aguantado más, si yo- — cayó rendido a sus pies cubriendo su boca, obligándose a acallar sus sollozos

— Shhh, amor, no digas eso, hiciste lo que pudiste y eso es suficiente — la voz de Shinso apaciguaba los nervios de su novio y a la vez los de Tamaki

— No tienes la culpa Pikachu, yo caí en la trampa, me dejé llevar por el momento — miraba sus manos con la cuales había abrazado a esa copia barata — Creyendo que Eijiro venía por protección, cuando el real iría al campo de batalla a mi lado

— Basta de lamentos — Todoroki impuso en la habitación — Es hora de idear un plan y rescatar a Kirishima lo más rápido posible

— Shoto tiene razón — la mirada decidida del peli verde motivó a los demás — Pero por lo pronto debemos regresar a-

— ¡Señora no puede correr! — un alboroto fuera del cuarto interrumpió los murmullos de Midoriya, sacando de sus casillas a Bakugou pues lo único que quería en ese momento era recuperar a su prometido

— ¡¿Qué mierda está pasando?! — atinó a gritar el rubio abriendo la puerta, casi rompiendo la chapa por la brusquedad impuesta sobre la manija

— ¡Katsuki! — gritó desesperada la pelinegra

La imagen de su suegra, la mujer que le había regalado y confiado a tan maravilloso ser, siendo retenida por los guardias de manera violenta, mientras ésta alzaba su mano con la esperanza de alcanzar la suya; le produjo cierto asco, que no tuvieron que pasar ni dos segundos cuando Bakugou ya estaba golpeando a ambos guardias y alejando a la mujer pálida de sus grandes manos.

— Es la madre de Red Riot, más respeto, idiotas — masculló el insulto entre dientes, y con una delicadeza inimaginable en el héroe DynaMight, llevó a la mujer a la habitación donde todos se encontraban reunidos

— ¡Eh! ¡Cabrón! ¡Yo también vengo! — no hizo falta darse la vuelta para saber que la mujer detrás suyo era la otra madre de Kirishima, y con una amarga sonrisa la saludó siguiendo su camino hacia los demás

Pelos de Mierda [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora