capítulo veinte.

192 19 4
                                    

Me giré quedando de cara a la almohada y me cubrí con la sábana protegiéndome como un niño pequeño que teme a los monstruos bajo la cama.

Otra vez había tenido uno de esos sueños a los que no me lograba acostumbrar.

Ahora no podía dormir. Las escenas de la pesadilla no dejaban de reproducirse.

Zayn me perseguía por un callejón que no terminaba. A lo lejos, logré divisar a una persona. Allí estaba Louis, quien extendió sus brazos ofreciéndome refugio. Sin siquiera dudarlo, llegué a el y lo abracé con todas mis fuerzas.

Pero sucedió todo lo contrario a sentirme protegida.

Me giró hacia Zayn y, tomándome desde atrás por ambos brazos, gritó:

- Házlo ya, imbécil, para ésto ha sido todo el plan.

- Es una ingenua. - respondió el moreno.

Zayn se acercó con la mirada mas aterradora que he visto y en su mano ese mismo cuchillo que ya me era familiar, aparecía en todos mis malos sueños.

Ví cómo lo alzaba sobre su cabeza y...

Desperté antes de que lo enterrara en mí, quedando grabadas en mi cabeza sus desquiciadas risas.

¿Que ambos tuvieran un plan contra mi? Esa era una idea nueva planteada por mi subconsciente.

Lágrimas corrieron por mis mejillas. Tenia miedo y estaba sola para enfrentarme al problema que yo misma me había acarriado.

Enamorarme de un psicópata. Solo a mí se me ocurre semejante idiotez.

Algunos suelen ser tan ingenuos que confían en las personas equivocadas, le dan la entrada a su vida a quienes no lo merecen. El único resultado es que terminan causándoles miedos, complejos, inseguridades, dejando malos recuerdos que las perseguirán por siempre. A demás de ese sentimiento de inutilidad que se origina a partir de las malas experiencias.

Nunca he sido de esas personas. Nunca he permitido que nadie se acerque más de lo necesario, precisamente para evitarme todos esos problemas que vienen con el paquete de "amigos mal elegidos". Lastimosamente luché en vano contra lo inevitable. Le había dado mi confianza a quien no la merecía, no sólo eso, ¡lo había besado!

¿¡POR QUE!?

Supongo que esperaba mucho más de él, no sé exactamente qué, pero lo hacia.

Dentro de mí existía una ilusión que me decía que quizás él me querría como necesito que alguien lo haga, de que quizás el llenaría el espacio de soledad que he tenido miedo de llenar todos estos años.

Pero resultó ser quien no esperaba, me había lastimado y amenazado. No había sido nada grave, pero si había hecho todo ese escandalo por unos celos infundamentados, quién sabe lo que es capaz de hacer en una situación real.

Fui tonta, ciega. No me fijé en los defectos que sobresalían de él, como la vez que rompió la lámpara de Jullie.

Tenia que atenerme a las consecuencias de haberme dejado llevar por su apariencia, por su forma de hablar, su sola presencia llenaba una habitación entera. Supongo que esos aspectos no contribuyeron en nada a que me resistiera.

Pero lo tenía que alejar, costara lo que costara. No seguiría comentiendo esos actos de injusticia contra mi persona, contra lo que soy y lo que amo.

***

No logré dormir nada, por lo que al día siguiente me quede dormida en plena clase de Antropología.

Insane ×Louis Tomlinson×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora