Capítulo diez. Vigilada.

328 29 18
                                    

- Así que te escapas para jugar con el chico rizado de los ojos verdes, ¿no? - Julissa estaba acostada en su cama viendo una pelicula en su laptop, con una gran bolsa de comida chatarra y los dedos manchados de color anaranjado por el queso que contenían. Casi puedo decir que me dieron náuceas.

"A ti qué te importa mi vida personal."

Pensé en decirle eso, pero recordé el pequeño juego que me traía con ella.

- ¿No es emocionante? Muero por contarte lo que hicimos, ven, siéntate en mi cama. Te lo contaré T-O-D-O. - Me senté en mi cama y le señalé el otro extremo de la misma para que se sentara. Ella me vió confundida una vez más y bufó.

- No me importa lo que hagas. - volvió a concentrarse en su película y en su basura que muchos llaman comida.

- Entonces, no vuelvas a meterte en asuntos ajenos, Julie. - Dije utilizando mi tono de voz sarcástica, luego tomé uno de mis libros y busqué la página que había dejado marcada. Pero viendo de reojo a Julissa, me di cuenta de que se removía incómoda y se hacía preguntas mentalmente.

Estoy utilizando con ella una táctica que hará que se dé cuenta de lo inmaduro que puede llegar a actuar, las chicas como ella, odian cualquier tipo de inmadurez y consideran todo estúpido y ridículo, pero no saben que ellas mismas han adoptado la actitud que más clama por atención.

Me quedé dormida leyendo. Desperté a media noche y me senté en mi cama para acomodar las cosas que había dejado sobre la cama y me estorbaban. Mi bolso, mi libro, también quité mis aretes y entré en mis sábanas.

Pero entonces, escuché un ruido proveniente de la ventana. Volví a sentarme de un salto y vi una cabellera rubia con reflejos castaños moverse tras la cortina. Estaba segura de que era una chica intentando entrar por la ventana. Sentí miedo, pero no me moví. Alguien rasguñó la ventana con las uñas causando un rechinido, provocando que yo gritara.

Julissa despertó. La chica desapareció. Casi podría decir que se desvaneció.

- ¡¿Qué pasa?! - dijo alarmada, encendiendo la lámpara de mesa.

Mi respiración era agitada, después de las experiencias que he tenido, no puedo soportar situaciones como ésta.

- Al-Alguien quería entrar por la ventana, Julie. - sin darme cuenta, empecé a temblar, ¿es posible que me tengan que pasar éstas cosas precisamente a mi?

- ¿Qué demonios estás diciendo, mujer? estamos en el tercer piso, nadie puede subirse a la ventana. - Dijo obvia, parándose para asomarse a nuestro ventanal.

- Julissa, no estoy bromeando, en esa ventana había una chica rubia y estaba observándome. Me siento tan aterrada... primero el chico misterioso de la capucha y ahora ésto. - Las lágrimas amenazaban con salir, pero las contuve, dejando que se secaran en mis ojos.

- WOW, Stephanie, no sé en qué clase de líos estarás metida, pero empiezas a agradarme de repente. - Se burló.

- No seas tonta, ¿no ves que es en serio?

- Bueno, avisaremos mañana al decano encargado del edificio, él nos dirá lo qué ocurre. - habló con un tono mas amigable, uno que jamás le había oido.

Volvió a acostarse y sin nada más qué decir, se quedó dormida, pero yo no podía dormir. Cada diez o cinco minutos me asomaba por la ventana para ver si alguien venía, pero no veía movimiento alguno.

¿Me habría estado observando todo el día? ¿O solo mientras dormía? ¿Qué quería de mi?

Ni siquiera recuerdo haberla visto nunca antes. Traté de hacer memoria, en total, en mis clases habían tres rubias: Lea, pero ella tenía el cabello rizado, ojos azules y un rostro fino. La persona que vi parecía tener una mandíbula mas cuadrada, pero en un nivel femenino. También estaba la chica con la que topé la primera semana de clases y otra chica a quien no le he hablado nunca. Pero a ninguna de ellas se me hacía familiar. Mientras metalmente daba vueltas al asutnto, por fin me quedé dormida de nuevo.

Insane ×Louis Tomlinson×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora