Insane ×Louis Tomlinson×

capítulo veintidós.

Niall parecía desquitarse con la manzana que tenía en su mano, mientras observaba molesto la escena que se desarrollaba a unos pocos asientos de nosotros. Una vez más, Lea y Mike se tomaban de la mano y parecían estar más cerca de lo que habían estado antes. Lea totalmente hipnotizada bajo la mirada de Mike, quien parecía disfrutar de tenerla así, tan maleable.

- Ya, Niall sabes que no hay nada que puedas hacer al respecto.

- Sabes muy bien que no es cierto, ambos estamos obligados a hacer algo. ¡Sólo míralos! Son unos ingenuos. No, Lea es la ingenua y Mike es un manipulador experto. Es la peor basura de ésta institución. No dejo de culparme a mi mismo por ésto. ¡Si no hubiera insistido en que fueramos todos buenos amigos, ésto no estaría pasando! - Sos celestes ojos derrochaban desesperación.

- Déja de culparte, de todas formas Mike hubiera encontrado la forma de atraer a Lea. 

La maestra nos silenció a todos pidiéndo que sacáramos nuestros libros.

- Guárden los alimentos, ésto no es un comedor. -  Reprendió la mujer. No sólo a Niall, varios otros compañeros también parecían no haber acudido al período de Almuerzo.

- ¡Oh, vamos! no nos deja comer, pero permite que ésos dos se hagan manitas toda la clase. - Alegó Niall por lo bajo, para que sólo yo lo escuchara, por lo que reí.

- ¡FRANCO! ¿de qué se ríe? ¿Le parece graciosa mi clase?

Pero qué mujer tan amargada, seguro necesita marido.

- Perdóneme, maestra... Recordé algo que... - No sabía qué decir. - Algo. No pretendía interrumpir. - Soy pésima para dar excusas, pero la maestra pareció importarle poco, pues tras una última advertencia, de dió la vuelta para comenzar a explicar los temas para el examen la próxima semana.

Salí junto a Niall, quien últimamente se me había pegado bastante, debido a la situación con el resto de nuestro pequeño grupo. Las clases habían terminado y era hora de volver a nuestras habitaciones para "estudiar". Por supuesto que yo no estudiaba, las materias me resultaban demasiado simples para ello. Con poner atención me bastaba. Era exactamente por eso que odiaba ésta carrera, no explotaba mi máximo potencial.

 Divisé a Harry con su vista fija en el celular, seguramente jugando candy crush o algo por el estilo. 

- Niall, voy a presentarte a Harry. - Dije entusiasmada.

- No, Stephanie. Ahora no. Tengo que seguir a Lea y a Mike para no dejar que hagan alguna idiotez.

Oh si, claro. Qué buen amigo.

-¿Qué rayos te pasa? No puedes seguirlos así. Vete directamente a tu casa, déja que Lea se de cuenta de sus errores por sí misma. No puedes esperar mandar en su vida. 

Lo vi analizar unos segundos mis palabras. 

- Tienes razón, tengo que estudiar y si voy tras ellos, no me podré concentrar en todo el día. Nos vemos mañana. - Besó mi mejilla.

Nos despedimos y caminé hacia Harry sigilosamente.

Le arrebaté el celular de las manos. 

- Oye, no. Aún me quedan varios movimientos, dámelo antes de que el chocolate bloquee todo. - me rogaba, tratando de alcanzar de vuelta su teléfono.

Justo como pensé. su amado Candy Crush.

- Eres un vicioso. - le devolví su teléfono, pero él cerró la aplicación y lo guardó.

- ¿Cómo te fué?

- Bien, Harry. No sabes cómo te agradezco que me acompañes. Eres un gran amigo, demasiado bueno para decir no haber tenido experiencia.