Capítulo treinta y ocho. Mantener el Control.

18 3 0
                                    


××Narra Louis××

- Te agradezco por venir pero, ¿Qué haces aquí?

- Escúchame, el doctor Robert me llamó. Dice que alguien ha estado averiguando por tu historial. Han sobornado a su secretaria para que le dieran una copia y ha tenido que despedirla.

- Sabía que esa perra de Alex no era de fiar.

- Si, eso no te impidió que salieras con ella. - se burló ella.

- Cállate, Kim.

- Bien. No es por acusar a nadie, pero esa tal Stephanie está en mi lista de personas que podrían tener esa copia. Por cierto, ¿qué haces jugando con ella? Parecen dos pubertos.

No pude evitar sonreír ante la referencia. Ella me hacía comportarme de maneras que nunca hubiera esperado.

- Si un día te cansas de la pequeña, sabes que puedes llamarme.

- Eso no es...

- O lo que es más, si estas cansado ahora...

Puso su delgada mano sobre la mía y jugó con ella un poco. Pero yo la aparté de golpe.

- Deja de hacer esto, sabes que podrías perder tu licencia si alguien sabe lo que pasó mientras me tratabas.

Kim rodó los ojos y se cruzo de piernas frente a mi. Estábamos en mi café. Ese lugar que había reclamado como mío en aquellos tiempos en los que ni un demonio hubiera podido detenerme de hacer lo que quisiera.

- Bien. Es importante que sepas que podría estar volviendo y cuando vuelva... Me buscará, Louis. Sé que lo hará... Nadie más le da lo que quiere.

- Sigues siendo la misma serpiente escurridiza, Kim.

- ¿Y crees que soy mejor que la nueva noviecita tuya? ¿O crees a caso que no se irá corriendo en cuanto sepa qué clase de persona eres bajo esa imagen de lindo doctor que te traes?

Me vió de nuevo con deseo y yo no pude más que reírme de ella. Era patético que no dejara ir el pasado.

- Te lo advierto, Louis. Lo veo venir. El doctor Robert lo ve venir. Y si esa chica tiene tus archivos, no tardará en huir como la liebre asustadiza que es.

Di un fuerte golpe en la mesa y me puse de pie amenazante.

- ¡No te atrevas a insultarla!

Todos los presentes me veían espantados, algunos salieron por la puerta haciendo sonar aquella familiar campana. El gerente salió de la oficina rápidamente para verme haciendo aquel escándalo de nuevo.

Corrió hacia mi.

- Amigo, tranquilo. Ha pasado mucho tiempo desde nuestro último incidente. No querrás romper esa racha.

Kim se levantó elegante de su asiento y tomó su bolso.

- Créame esto, señor. En poco tiempo volverá a ver mucho de este lado de Louis.

Quise golpearla, pero no podía. No era ese monstruo. No perdía el control. Estaba tomando mis medicamentos. No podía ser lo que fui... No si quería mantener a Stephanie a mi lado y en ese momento de mi vida, ella era mi prioridad.

Sólo espero por el bien de ella, que todo esto se pueda evitar.

Traté de calmarme y tomé mis píldoras.

Conté hasta diez y pensé en el momento que habíamos compartido con Stephanie la noche anterior. Se me escapó una sonrisa al recordar lo que me había dicho.

Insane ×Louis Tomlinson×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora