Capítulo ocho. Su Proyecto.

331 26 13
                                    

Una habitación que me conformo con describir " aburrida". Paredes de un color beige relajante, fresco. Sábanas blancas cubriendo las dos camas y una pequeña mesa simple de madera con un solo gabinete para guardar su ropa, ni un solo cuadro en la pared, ni un solo adorno ni tarjeta. Nada que indicara que su familia lo visite.

Allí estaba él, parado, viendo hacia la ventana de cortinas color vino. Parecía un chico guapo normal, justo como aquel que vi en el campus de la universidad. Su negro cabello brillaba con el sol.

Se lo acomodó con una mano.

Sentí lastima por él, si pudiera llevar una vida normal tal vez tendría una novia, amigos, pasaría buenos tiempos con su familia, bien podría ser todo un rompecorazones.

Pero, claro... La mente humana puede ser tan impenetrable, pero a la vez tan frágil.

Zayn no apartaba la mirada del exterior, analizando y grabando todo en su descompuesta mente. Ignoró el hecho de que tres personas habían entrado a su habitación, se concentraba en el vidrio, lo acarició dejando marcas de sus dedos, luego pego su mejilla a él.

Louis cruzo su mirada con la mía, lo cual me incomodó un poco, pero me invitó a hablarle al paciente primero con una mueca.

¿Ahora qué? No tengo idea de qué decir.

Voltee hacia Harry, preocupada, pero el me incitó a acercarme también.

Di dos pasos adelante.

Aquí vamos.

- Zay... - carraspee cuando mi voz se cortó. - ¿Zayn?

- Si, mi nombre es Zayn. Es como me llaman. - su voz me indicaba que estaba a punto de llorar.

El paciente tiene la idea de que su propio miedo lo consume. Algunos esquizofrénicos suelen tener realidades concisas y repiten siempre las mismas retorcidas historias, sin tener que ser éstas necesariamente reales.

Esta en particular, es una muy normal para su grado de esquizofrenia.

- Bueno. He venido a visitarte, con Harry... Y.. - volteé a ver a Louis y el me levanto su pulgar a manera de aprobación. - ¿Como te sientes?

- Últimamente me siento mejor, mi familia nunca viene a visitarme. Pero no me importa, no los necesito. - El aun no giraba su rostro a mi. Veía despreocupadamente por la ventana.

Lo supuse. ¿Como es posible que una madre abandone a su hijo de ésta forma? Es cierto que debe ser duro oír constantemente disparates provenientes de alguien a quien amas y también es cierto que los precios por estar internado aquí deben ser muy altos, pero no es la manera correcta de tratar la situación.

- ¿Ah si? Bueno, haré un esfuerzo por visitarte más seguido, si eso ayuda en algo.

- Gracias, Vanessa.

¿Vanessa?

Una vez mas viré hacia los conocedores, quienes se encogieron de hombros.

- Soy Stephanie. - corregí amable.

- Es un gusto, que hermoso nombre tienes. - me extendio la mano y por fin, hizo contacto visual conmigo y sonrió.

- Gracias. - aún no soltaba mi mano y se acerco a mi oído

- Una advertencia, Stephanie. Sin darte cuenta, perderás la cabeza. La perderás y desearás nunca haberla descuidado.

Me congelé. Un escalofrío recorrió mi espalda al sentir su aliento en mi oreja.

Insane ×Louis Tomlinson×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora