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-lo siento..-baje la cabeza apenado, cualquiera que me viera, estaría asombrado ante mi actitud.

-es que no lo entiendo, ya no. No después de tanto tiempo.- suspiró y se sentó frente a mí.

-yo....-no sabía que decir, ella tenía razón después de tanto tiempo es normal que se sienta frustrada. Levanté la vista y la vi, mirándome fijamente con esos ojos que podría pasar horas y horas mirándolos, sus labios de un color rosa por el labial abultados demostrandome así que algo le molestaba, su largo cabello que siempre estaba acariciando  por su suavidad, aunque siempre lo negaba, si ella afirmaba haberme visto hacerlo. Era simplemente hermosa, perfecta ante mis ojos- te vez hermosa enojada..

-Hablo enserio Haruka..-habló, colocando las manos en sus caderas.

La miré divertido, como poca veces lo hacía- Yo también...

Suspiró rendida.

-No podemos seguir ocultándonos, parece que llega hasta avergonzarte.

La miré alarmado, comence a caminar rápidamente hacia ella. No quería que ella pensará eso, ni es sus peores pesadillas.

-No digas eso, sabes que no es verdad, solo que -chasquee la lengua-

-una imagen que mantener??- negué efusivamente. Levanto su rostro y me miró a los ojos.
Con el tiempo ella había aprendido a qué mis miradas valían más que mil palabras.

-confias en mi? -asinti- pero...-entrecerró sus ojos mirándome fijamente- oh...no, no confías en ellos.- habló sorprendida.

-no cuando se trata de ti....- admití. Quiera admitirlo o no. No confiaba del todo en ellos, inclusive de Makoto, y me reprendía constantemente por ello. Nunca habían sido personas que intentan quedarse con lo que es del otro o al menos eso he visto. Pero no puedo evitarlo, si ella supiera la cantidad de hombres que la miran de maneras lasciva o de la misma forma en que la miro yo, entendería mi miedo, mi descontento.

-Tienes que entender que no podré soportar esto para siempre Haru..-habló con dulzura, cerré mis ojos disfrutando de las caricias que brindaba en mi rostro. A pesar de su descontento no perdía esa dulzura que la caracteriza- como haremos cuando estés en los juegos? No podré ir a alentar a mi novio? Te amo y quiero poder estar allí de manera libre, poder gritar tu nombre y llenarte de besos cuando ganes, pero sé que mientras está situación siga así, no podré.

Abrí mis ojos y toda la paz que llegó con su voz, se fue por completo al ver sus ojos cristalizados. La estoy haciendo llorar. La hice llorar.

-no...-la abracé asustado por lo que mis decisiones habían causado en ella- mañana hablaré con ellos te lo prometo.

Se separó lentamente y levanto su meñique- promesa?

Sin pensarlo dos veces uni mi dedo al de ella, no quería seguir lastimandola- promesa.

El secreto de Haruka [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora