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Me apoye sobre mis rodillas, respirando con dificultad.
Cada entrenamiento lo sentía más pesado, pero sabía que Rin estaba con un entrenamiento parecido, eso lo ponía en una condición similar a la mía o tal vez mejor y no.

Jamás había pensado en ganar, pero luego de las competencias y los campamentos, luego de conocer a Albert y nadar con el, me dí cuenta de que en realidad ahora me importa ganar. Si Makoto lo supiera no creería lo que le digo.

Tome una toalla y seque mi cabello.

-Has mejorado, pero todavía falta- como siempre se para frente a mi con sus brazos en las caderas- pero todavía no llegas ni a un quinto de lo que te podrías convertir.

-que debo hacer?

-por ahora solo practicar, eso es todo. Más adelante veremos qué hacer, no quiero que te lesiones o algo antes del campeonato.  Por ahora nos concentraremos en mejorar tus distancias largas.

-De acuerdo.

-bien me iré, duchate y ve a descansar.

-si -lo observé irse pensando en lo que dijo.

Puedo mejorar más? Más que Rin? Más que Ikuya?

-Ese es mi chico!!!!- voltee hacía las gradas, y allí estaba con un hermoso vestido blanco con  flores rojas.

Bajo las escaleras hasta quedar apoyada en el barandal- Y?? Dime qué te dijo? Cómo vas? Yo te Vi súper genial!! Todo un profesional!! -sonrei levemente.

Esto es lo me encantaba de ella, me apoyaba, en mis crisis existenciales, en la natación. Hasta ha logrado leerme la mirada, al igual que Makoto.

-ya te digo, espérame afuera de los vestuarios- comenté y salí de ahí sintiéndome feliz, olvidando lo cansados que se sentían mis músculos.

Ella es mi fan número uno.

El secreto de Haruka [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora