A letter to my love

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Hoy era su aniversario, el aniversario de boda de Eda y Serkan y como cada año Eda recibía brotes de sus flores favoritas en la puerta de su casa, recibía dos cestas de papas fritas, porque eran las que ella era capaz de comerse si la dejaban y recibía una carta. Sí, una carta de su amor, eran días especiales, y junto a el día de su cumpleaños esperaba ansiosa la llegada de sus regalos.

Aunque ansiosa no del todo feliz, pues si bien era su aniversario, también cumplía un año más sin Serkan.

Lamentablemente había perdido contra el cáncer hacía 6 años, en sus últimos meses se había vuelto un robot nuevamente, salvo los sábados, días que le dedicaba completamente a Eda.

Serkan había dejado a Eda en un vacío muy grande, cualquiera diría que nunca podría salir de ahí luego de todo lo que sufrió por él, pero no fue así, Eda tuvo que ser fuerte, fuerte por ella, por los que la rodeaban y por la nueva vida que dependía de ella.
Sí, Eda había quedado embarazada antes de la enfermedad de Serkan, pero ella no lo descubrió hasta un mes antes de la partida de Serkan, no se lo pudo decir, y se sentía mal por eso.

Eda lo pasó muy mal con su embarazo sola, deseaba que Serkan estuviera en los momentos que serían especiales, las primeras pataditas de su hijo, los antojos a media noche, náuseas matutinas o simplemente posar su mano sobre su vientre antes de dormir.
Y el nacimiento de su hijo, fue la época en la que más sola se sintió a pesar de tener a toda su familia para ella, solía llorar por las noches junto a su hijo cuando no podía hacerlo dormir, o se sentía mal cuando no podía hacer que el llanto de su hijo cesara de ninguna manera, cuando su hijo no quería comer o cuando lo llevaba al parque aún en sus brazos y veía al resto de padres jugando con sus niños.

Su hijo, su pequeño Ali necesitaba de ella, por eso Eda no se rindió, luchó por salir adelante, seguiría esas mismas palabras que ella le dedicó a Serkan antes de partir:

"Vivirás por nosotros"

Y así lo haría, Eda viviría por ellos, por Serkan, por ella, pero sobre todo por Ali.

El pequeño Ali cumplió un año, rodeado de mucho amor, pero sobre todo con fortaleza presente, Eda volvió a la universidad para finalmente concluir sus estudios, se convirtió en arquitecta paisajista e incluso inició su propia empresa, por supuesto aún manejando sus acciones en Art Life, las acciones de Serkan pasaron a Pırıl y Engin por petición de Serkan, Eda empezó a recibir proyectos de paisajismo muy importantes, tanto que su nombre se extendió por toda Europa e incluso la contactaron para hacer el paisajismo de un palacio en Italia. Estaba en su mejor momento, pensando en mucho trabajo pero pasando tiempo junto a su hijo siempre que podía.

Ali dió sus primeros pasos en las oficinas de Art Life acompañado de Ayşe la hija de Engin y Pırıl que era un año mayor a Ali.
Se pasaban el día corriendo de un lado a otro, gritando y riendo, Eda sabía que no molestaba a sus empleados pero aún así decidió hacer un espacio para los niños junto con Engin, Erdem los cuidaría y jugaría con ellos bajo las órdenes de Engin, parecía que por fin habían encontrado una tarea perfecta para Erdem luego de años sin hacer nada, pues siendo sinceros Erdem era muy bueno con los niños y él estaba encantado de que ya no lo regañaran por meterse en asuntos que no eran de su incumbencia todo el tiempo, al menos ahora tenía algo que hacer.

Cuando había reuniones importantes en la oficina y los niños se escapaban del cuidado de Erdem sus padres los mantenían a su lado en todo momento, Eda podía explicar perfectamente todos los proyectos mientras tenía en brazos a su hijo que no interrumpía en ningún momento.

Los niños aprendieron a hablar alrededor de los dos y tres años y dió la casualidad de que un día mientras Eda grababa a Ali balbuceando él soltó algunas palabras bien dichas, entre ellas Anne y Baba, Eda no cabía de la emoción, apuesto que Serkan habría estado muy orgulloso pero también le echaría la bronca a Eda por haber dicho mamá antes que papá.

EdSer One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora