La búsqueda (2/2)

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Pov Eda

No puedo creer lo que ven mis ojos, el hombre que ha estado rondando mis pensamientos y mis sueños está frente a mí.

Y no sé qué hacer o qué pensar.

Mi única solución es tirar la bandeja y salir corriendo.

El corazón me martillea en el pecho. Estoy feliz de volver a verle, sí.

Pero tengo miedo.

Si él me encontró, también podrían hacerlo mi abuela y los Karabulut.

¿Por qué me pasan cosas tan malas?

Tengo muchas preguntas, mi cabeza va a explotar.

Me hago pequeña en un rincón de la cocina de las únicas personas con las que me sentía segura.

Mi lugar seguro ya no parece tan seguro.

- Eda, linda -llega el hemano Kenan a sentarse a mi lado- ¿Estás bien?

No me molesto en esconder mi sentir.

- Tengo miedo -respondo con la voz quebrada- Mucho miedo.

- ¿Qué pasó? ¿Los hombres te dijeron algo? -niego a su pregunta en silencio- ¿Qué ocurrió?

- Es él, abi -digo sorbiendo la nariz- El chico de mis sueños está aquí, me encontró.

- ¿Es eso malo? ¿No era todo lo que querías? 

- No lo entiendes, abi. Me encontró.

- ¿Y qué pasa con eso? 

- Que si él me encontró, mi abuela también puede encontrarme.

- Olmaz -abre sus brazos y me arrastra hacia él en un abrazo de oso- No dejaremos que eso ocurra, cariño.

Recargo mi cabeza en su pecho, tranquilizada por sus palabras. Realmente espero que no estén aquí para llevarme.

- No te llevarán a ningún lado, no lo permitiré -promete- Y si lo intentan, se las verán con tu hermano Kenan.

Suelto una risa amortiguada cuando me abraza más fuerte en sus brazos.

- ¿Estás mejor?

- Eso creo.

- Bueno, no lo hagas esperar -me anima- ¿Le digo que pase?

Asiento nerviosa.

Allah, debo estar hecha un desastre. Busco un espejo cercano para tratar de mejorar mi aspecto un poco. Me siento como el claro ejemplo de expectativa contra realidad.

Aliso mi cabello bajo el lienzo que uso para cubrirlo en las calles cuando unos golpes me distraen de mi tarea.

Y ahí está, en el umbral, tan apuesto como lo recuerdo, con la mandíbula afeitada. Me pregunto si estará igual de suave que la última vez.

- Merhaba ¿Puedo entrar?

- Eh, cla... p por supuesto.

Se sienta en una de las sillas de nuestro pequeño comedor y por un momento se ve demasiado grande en este lugar. También me siento, justo frente a él. No puedo dejar de tocarme el cabello solo para tener algo qué hacer.

- Iyi misin? -pregunta mirándome con una sonrisa, siento el calor subir a mi cara.

Incluso la voz me falla, soy nada. No hay ni rastro de la Eda de aquella noche, atrevida solo por querer molestar a Semiha hanim. Asiento jugando con mis manos sobre la mesa.

- Tengo  miedo -admito sin atreverme a mirarlo a los ojos.

- ¿De qué? 

- De que mi abuela me encuentre.

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⏰ Última actualización: Jan 01, 2023 ⏰

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