Unutma, seni seviyorum (parte 1)

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En el Reino de las hadas vivía Eda Yıldız, una hada de las flores muy apasionada por lo que hacía, soñaba con hacer cosas grandes con su talento y ser conocida por ello.
Sus padres habían desaparecido del reino cuando ella había cumplido 5 años y no había vuelto a saber de ellos.
Todos tenían talentos distintos por lo que ella no había nacido con un talento igual o similar al de sus padres que eran constructor y de la lluvia, lo suyo eran las flores.
Así como lo suyo eran las flores cada primavera la reina le permitía junto con sus compañeras viajar a la tierra de los humanos a llenar los prados de flores, podían hacerse grandes o pequeñas a su antojo por lo que las hadas pasaban desapercibidas siempre y cuando usaran su magia de manera correcta.
Se acercaba la primavera y Eda estaba muy ansiosa por volver a la tierra de los humanos como cada año a hacer lo que más le gustaba. Platicaba con su mejor amiga Melo sobre a qué lugar creían que la reina mandaría a las hadas de las flores este año.

- Bueno Melo es tu turno - le dijó Eda a su amiga - ¿A dónde crees que nos enviará la reina esta vez? ¿Meloooo?¿Por qué no me estás escuchando?

Efectivamente Melo no estaba escuchando, iba caminando desde hacía varios centímetros, no se había percatado que había dejado de volar por ir pensando algo con una sonrisa boba en la boca.

- Melo ¿Me estás escuchando? - Eda dejó de volar para llegar al nivel de Melo haciéndola dar un salto cuando le tocó el hombro para que reaccionara.

- ¡Ay! ¿Dada por qué haces eso? Vas a matarme de un susto - la regordeta hada Melo había caído al suelo luego del susto que la hizo revolotear algunos segundos en el aire - ¿Qué es lo que no escuché?

- Melo si me prestaras atención no me preguntarías esto ¿En qué estás pensando? Anlat bakalım

- ¿Quién? ¿Yo? No Dada yo no pensaba en nada - le respondió Melo cerrando los ojos mientras hacía un chasquido con la lengua - sólo me dejé llevar por mis pensamientos, o kadar.

- Melooo, hadi ya, llevas días caminando y atrapada en tus pensamientos, cuéntame ¿Quién está en ellos? - Eda se acercó a la regordeta y pestañeando coquetamente a su amiga

- Bueno te diré pero promete que no le contarás a nadie, tamam mı?

- Tamam söz veriyorum ¡Hadi dímelo ya!

Melo soltó un suspiro mirando hacia el cielo estrellado del reino - Es Kaan Dadacığım, el está en mis pensamientos

- ¿Kaan? El hada de las estrellas, değil mi? - Eda no se lo podía creer, tras un asentimiento de Melo reaccionó - Ya veo, por eso no dejas de mirar las estrellas todo el tiempo

Melo seguía embobada mirando las estrellas sonriendo de manera tierna y Eda pensaba que no sería una casualidad que ambos tuvieran tareas en el cielo, Melo era una hada de las nubes y Kaan una hada de las estrellas, mientras uno hacía aparecer y brillar las estrellas el otro formaba y esparcía nubes

- Es mi turno de ir al cielo Dadam - Melo se acercó a Eda para darle un abrazo y un beso en la mejilla a modo de despedida - tengo que ir a formar las nubes nocturnas ¡Yarın görüşürüz!

Eda se despidió con la mano mientras veía a Melo elevarse hasta una estrella muy brillante que resplandeció más fuerte indicando que había llegado dónde Kaan, enseguida apareció una curiosa nube con forma de corazón que aumentaba de tamaño con el pasar de los segundos.

- Qué lindos - pensaba Eda mientras abandonaba el lugar en que admiraba la magia de Melo y Kaan - ojalá yo pudiera encontrar algo igual a lo de ellos sin temor a perderlo.

Eda caminaba cabizbaja en dirección a su casa, y es que Eda tenía miedo de enamorarse porque hacía años la hada hechicera que vivía en el profundo bosque le había lanzado una maldición, la cual decía:

"Si algún día el amor has de encontrar
entonces tu misma lo tendrás que negar
pues si dispuesta estás a concretarlo
un sueño eterno logrará destrozarlo"

Era muy literal pues la maldición decía que Eda caería en un sueño eterno si permanecía cerca de la persona de la que se enamorara, o al menos eso le había explicado su madre meses antes de desaparecer, la hechicera había tomado venganza contra Eda porque su abuela le había robado algo muy preciado. Muchas hadas decían que quizá la hechicera había raptado a sus padres porque no se le había vuelto a ver en el Reino de las hadas desde que ellos habían desaparecido. Eda vivía su día a día esperando nunca enamorarse para que la maldición no se cumpliera.

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Por otro lado en la tierra de los humanos, precisamente en Estambul vivía Serkan Bolat, un arquitecto muy famoso, en sus tiempos libres le gustaba estudiar las estrellas y leer libros de fantasía, esto lo hacía desde que podía recordar, su libro favorito era uno que le leía su madre cuando niño, dicho libro hablaba de hadas por lo que siempre fue gran aficionado de ellas.

Se encontraba en su despacho observando las estrellas con su telescopio, de pronto desvío la vista a su librero, en donde vió su libro de hadas que hacía ya 3 años que no tocaba.
Se dirigió a por el libro y se sentó a leer en su sala de estar.

- Hadas de las flores, viven en la parte sur del reino de las hadas, su misión es hacer a la primavera venir, hacer florecer millones de capullos, llenar los prados de colores luego del invierno y esparcir semillas por todas partes [...] - Serkan volvió la vista a la mesa, en dónde tenía un centro de mesa de resina con pequeñas flores encapsuladas y sonrió - Debe ser muy laboriosa esa misión - pensó para sí mismo - Definitivamente yo no sería una buena hada de las flores, mi alergia me mataría en minutos.

Y es que la parte favorita del libro de las hadas de Serkan era aquella en donde hablaba de hadas de las flores, se podría decir que era amante de todas pero su alergia le impedía mantenerse muy cerca de ellas, era prohibido pero él lo amaba.
Serkan había estado siempre sólo, ya sea porque su padre se había encargado de mantenerlo aislado o porque no sabía crear relaciones con nadie por lo mismo.
Después de su última decepción amorosa, en la cual una chica le había dado falsas esperanzas, decidió cerrar las puertas de su corazón, pero muy en el fondo ansiaba encontrar a alguien que lo amara y a quién valiera la pena amar.
Lo ansiaba con toda su alma y esperaba hacer real su anhelo.

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Semanas después...

La primavera estaba por comenzar, y con ella llegaba la tarea de las hadas que ayudarían a realizar la primavera, hadas del agua, hadas del viento, hadas de los animales, hadas del cielo, hadas de la luz y por supuesto hadas de las flores, todas listas para hacer su mejor esfuerzo, la reina repartió lugares a todas las hadas, el primer lugar para esta semana sería la gran Estambul, era de noche en el Reino de las hadas y todas estaban dejando todo listo para partir por la mañana a la tierra de los humanos.
Eda estaba tan emocionada que no pudo dormir mucho, aún así estuvo puntual para la hora de partida a Estambul, estuvo muy sorprendida con la vista de la ciudad a punto de amanecer y dudaba haber visto antes un lugar tan grande. Junto con sus compañeras decidieron a dónde se dirigiría cada grupo de 30 hadas que habían formado que constaban de 5 hadas por talento, y dónde se verían al final del día.

Así comenzó el gran día, había hadas por doquier, todas muy dedicadas con su labor, en el grupo en el que habían designado a Melo y Eda optaron por dirigirse a las casas que tuvieran jardín primero.

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Holiiiiii soy yo de nuevo jajajaja, me llegó una idea muy bonita para escribir este shot, estoy escribiendo cada dos días pero no puedo actualizar mucho porque he vuelto a clases presenciales, en cuanto pueda yo actualizaré, mientras tantos les dejo este pedacito y espero que les guste❤️
No olviden votar y nos leemos pronto

EdSer One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora