- Vamos pequeña traviesa- Serkan traía a Kiraz cargada en el hombro como un saco de papas en medio de cosquillas hasta su habitación - Es hora de dormir.
- No quiero dormir papá - Kiraz se retorcía como un gusano cuando sentía las cosquillas de su papá en el estómago, la dejó en su cama con cuidado para darle espacio a Eda de colocarle el pijama - Mami, cuéntame una historia - frunció el ceño tratando de hacer ese puchero que había aprendido de su madre perfectamente.
- ¿Qué tipo de historia quieres escuchar bebeğim? - Serkan dejó un beso en su frente una vez que Kiraz estaba acostada en su cama, Serkan se recostó del lado izquierdo y Eda del lado derecho - Mesela cómo se conocieron tú y mamá -
- Pero Kiraz, te sabes esa historia de memoria- la pequeña de 7 años se mordía el labio inferior mientras jugaba con sus dedos, su conocida expresión de travesura - Hoy no
- Lütfen anne - Eda miró a su hija pero era imposible no ceder a los encantos que obviamente había heredado de ella
- Peki póngase cómoda küçük hanım - los ojos de Kiraz se iluminaron con ese brillo característico que heredó de su mamá, soltó una risita malvada celebrando que consiguió su cometido, otra vez, y se acomodó en medio de sus papás
- Había una vez, en un lugar cerca de la playa una chica muy bella...
10 años atrás
- ¡Edaaaa! - Melo le gritó a Eda desde el piso de abajo - Date prisa de una buena vez o nos iremos sin tí
Por las escaleras apareció Eda con un vestido corto lleno de flores, era holgado pero no mucho ya que se amoldaba a su figura perfectamente, tenía puestos unos tacones de altura media y un maquillaje suave, perfecto para el ambiente caluroso del lugar.
- Maşallah Dada, vas a robar la atención de todo aquel que se atreva a mirarte, no te basta con Estambul y ahora vas a arrasar en Antalya, creo que no fue una buena idea venir - tanto Melo como Ceren estaban embelesadas con la vista de su mejor amiga vestida así.
Habían viajado a Antalya para celebrar el cumpleaños número 23 de Eda, luego de mil promesas a la hermana Ayfer de que se cuidarían y que no dejarían que le pasara nada a su querida sobrina. Una vez listas partieron al restaurante-bar que estaba justo al lado del hotel en el que se estaban hospedando, era un lugar muy concurrido y precisamente por eso habían decidido permanecer afuera del local, en la parte trasera, la parte de la playa y la fiesta. Había muchos grupos y parejas bailando ahí, y qué más hicieron Eda y las chicas si no fue divertirse, a fin de cuentas para eso habían ido.
•••
Por otro lado estaba Serkan Bolat, un arquitecto reconocido mundialmente, siendo arrastrado a una celebración que, si le hubieran preguntado, era totalmente innecesaria, y bueno no es que haber conseguido un proyecto por el que trabajaron muy duro no fuera digno de celebrarse, pero no era la manera de la que le habría gustado fertejar un logro de su empresa, sus empleados habían puesto mucho de su parte en ese trabajo y no era justo que sólo los socios se llevaran el mérito. "Ya se los compensaré" pensó. Engin estaba haciendo boberías para hacer reír a Pırıl, había aceptado comenzar a salir con él y ciertamente no se arrepentía, lo que le parecía tonto era que hubiera esperado 8 largos años para decirle lo que sentía por ella.
- ¿Qué quieren beber? - Engin puso voz distinguida haciendo rodar los ojos a su cita y a su mejor amigo - ¡Hoy el tío Engin invita! - tremendo error pues "el distinguido" había gritado su última frase dentro de la zona del bar, provocando que todos los que se encontraban ahí levantaran sus bebidas y vasos vacíos festejando al desconocido amable.
- Bien hecho Engin - le reprochó Serkan cuando su amigo se dió cuenta de lo que había hecho - Esto te costará un mes de sueldo, que sepas que pienso descontarlo.
